«Cancionero» de Nano Stern: Una gira íntima en un universo de sonoridades
Teatro Nescafé de las Artes, 8 de julio 2017.

Por Bernardita Ponce.
Fotografías por Gabriel Padilla.

Una sensación positiva y de tranquilidad se percibía en el ingreso al Teatro Nescafé de las Artes, que la noche del sábado recibió al cantautor nacional Nano Stern, el que llegaba con su gira Cancionero, la misma que lo ha llevado durante estos últimos meses a varias regiones de nuestro país.

Las casi mil personas que llegaron al recinto, ubicado en la comuna de Providencia, sabían que sería una noche cercana, con mucha entrega y donde podrían ser parte del coro musical que Nano ha podido mostrar a lo largo de su carrera. Si bien, no se notaba tanta ansiedad, el artista no se hizo esperar y pasado las 21 horas, casi de manera puntual, aparecía en escena. Un montaje que, tal como el artista señaló, emulaba el living de su casa con una alfombra e instrumentos como guitarras, violín, piano eléctrico, la nyckelharpa y el charango, los únicos que iban a acompañar su voz en la velada. Así es “Cancionero”, un concierto que permite una mayor cercanía con su universo de sonoridades, donde muestra su talento y versatilidad.

Con mucha energía y la guitarra eléctrica de compañía, comenzaba a esbozar los primeros acordes de “Lágrimas de oro y plata”, la encargada de abrir el show. Bastante cercano y manteniendo el diálogo constante, el cantautor sabe que su público es fiel y que esa noche sería un momento de complicidad musical.

Tras su primera canción, da paso a “Mil 500 vueltas” la misma que da nombre a su último álbum de estudio, el cual tuvo buenas críticas y le permitió fortalecer su carrera con letras como “Me doy mil 500 vueltas, pero aún no sé qué hacer. Mientras más preguntas hago menos logro responder. Busco indicios en los cielos no sé si algo va a pasar. Le pregunto a las estrellas por si hay algún plan astral”.

La gente corea cada uno de los temas, porque claro, sería una noche donde ellos estarían en el encuentro cercano, en un karaoke constante, que los llevaría a ser parte de esas letras que escuchan en forma recurrente. Nano Stern, de vez en cuando, hace introducciones de sus temas y cuenta situaciones personales como con la canción “Ley de vida”, una letra que escribió después de una separación al cual agregó una sonoridad peruana que se llama festejo, tal como él señala: “La mente nos juega en contra, me separé y creé un festejo”.

En un ambiente bastante relajado y mientras iba cambiando guitarra, los sonidos daban paso a dos temas de su disco Las torres de sal del año 2011: “La puta esperanza” y “La raíz” esta última con una introducción del cantautor que señala que la raíz va a brotar desde las mujeres, que en el tiempo han sido oprimidas.

Tras ese potente tema, se acerca al piano eléctrico para marcar los primeros acordes de “Casualidad” y “Voy y vuelvo”, ambas del 2007, y que dan paso a uno de los instrumentos favoritos de Nano Stern, la nyckelharpa, que es de origen sueco y es una especie de violín con teclas. Con ese instrumento interpreta “Necesito una canción” también del disco Voy y vuelvo del 2007.

Regresando a su guitarra, esta vez eléctrica, continúan temas como: “Flor de cactus”, “Nube” y “Décimas a la Viola”, esta última en homenaje a Violeta Parra, que tal como señala el artista fue creada mucho antes que existieran los frondosos fondos de cultura y que se prepararan actos recordando su centenario.

Así continuaron los recuerdos para Violeta con una reversión de “Mazúrquica” en charango y una letra adaptada a los tiempos del Chile actual, desde temas políticos, de salud, educación y pensiones. Al cual también sumó el tema de la inmigración, recordando que todos somos migrantes con su tema “Festejo de color”. Tras una hora y media aproximadamente y luego de “Carnavalito del ciempiés” y sus ritmos bailables, junto al coro y el aplauso del público, el artista se tomó un breve descanso para regresar con un homenaje al grupo Congreso en la letra escrita por Tilo González “Vuelta y vuelta”. Con esa se daba fin a su show, pero la gente no lo permitió, Nano regresaba nuevamente a escena para brindar los cuatro últimos temas de su cancionero musical.

Antes de finalizar entregó una primicia sobre el festival “Brotes de invierno”, que este año se realizará en el Centro Cultural Gabriela mistral y que contará con Natalia Contesse y el peruano Omar Camino (25 de agosto), Magdalena Matthey y el cubano Alexis Díaz Pimienta (26 de agosto), y los dos días con Nano Stern, organizador del festival.  

     

Luego de ese anunció, el cantautor interpretó “El Amanecer”, “Soncollay”, “Un gran regalo” y “El vino y el destino”, que dieron el final en más de dos horas de show y con un cantautor que ha logrado consolidar su estilo en diversos escenarios del mundo. Durante su trayectoria, Nano Stern ha logrado mantener a un público fiel, con su entrega en el escenario y simpatía. Un artista cercano, que es reflejo de la energía que puede entregar la música. Una música que llena el corazón y el alma.

Setlist
Lágrimas de oro y plata
Mil 500 vueltas
Ley de la vida
La puta esperanza
La raíz
Casualidad
Voy y vuelvo
Necesito una canción
Flor de cactus
Nube
Décimas a la Viola
Mazúrquica
Azul
La serotonina
Festejo de color
Tejequeteteje
Carnavalito del ciempiés

Encore
Vuelta y vuelta (congreso)

Encore 2
El amanecer
Soncollay
Un gran regalo
El vino y el destino

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