Chancho en Piedra en Teatro Coliseo Santiago: Somos la familia chilenita del funk
9 de junio 2018.

Por Francisca Neira.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

A solo días de comenzar el invierno en esta parte del planeta y en una de las noches más frías en lo que va del año, una de las bandas más conocidas y queridas de la escena nacional, Chancho en Piedra, se presentó para estrenar “Funkibarítico”, el nuevo single de su último disco de estudio, Funkybarítico Hedónico Fantástico (2016), y por primera vez en público desde el bullado cambio en su formación original que implicó la salida del guitarrista y compositor Pablo Ilabaca y el ingreso del integrante de Los Tetas, C-Funk.

Pasadas las nueve de la noche, un Teatro Coliseo Santiago lleno vitoreaba el clásico “Viva Chile, mierda, y los Chancho en Piedra” a la vez que decenas de Juanitos se mecían alegremente por sobre las cabezas de los asistentes. La intro sonó ochentera, bailable, amena y dio la bienvenida a un Lalo Ibeas que, enfundado en tartán rojo, saludó a su público fiel e hizo la presentación de rigor del nuevo integrante del grupo.

“Edén” abrió los fuegos de la noche haciendo saltar a una audiencia que olvidó por completo las bajas temperaturas y que se vio teñida de colores que provenían del reflejo de las luces proyectadas en el fondo del escenario que bailaban formando figuras, unas más abstractas que otras, convirtiendo el teatro en una verdadera discotheque.

No hay duda de que Chancho en Piedra es una agrupación que mueve masas, que tiene un gran número de seguidores acérrimos que los acompañan siempre y que dejan ver su devoción por el cuarteto oriundo de La Cisterna que ya lleva un cuarto de siglo entregando un material musical que, de a poco, se ha ido convirtiendo en parte del acervo de culto de la música chilena. Y ellos, por su parte, responden entregando lo mejor de sí en cada presentación. Anoche “Volantín” puso a todos a bailar animadamente con su aire setentero y sus guiños al jazz más tradicional; “El impostor” alzó el volumen de las voces de un multitudinario coro que se formó entre los apostados tanto en el primer como en el segundo piso del recinto de Nataniel Cox y el inicio, apoteósico, de “Cóndor” dejó en evidencia el nivel de ejecución de los músicos que teníamos en frente y su sentido del espectáculo.

C-Funk, por su parte, no se “roba la película” en el show montado por los marranos sino que mantiene un lugar de humildad (a ratos confundible con incomodidad) que, suponemos, cambiará en la medida en que el fiato en esta nueva formación se asiente. De todas formas, su aporte es innegable: su guitarra suena pulcra, bailable, juguetona y nos permite vivenciar y entender por qué en algún momento se conoció a los Chancho y Los Tetas como “la familia chilenita del funk”. Ibeas, en tanto, agradecía sentidamente al músico por estar ahí y al público por el apoyo en esta nueva etapa de la banda.

Para el comienzo de la archiconocida “Guach Perry” fue el propio C-Funk quien cobró protagonismo para animar a los presentes e introducir la canción con ayuda de su talk box, aparato que fácilmente identificamos con el trabajo del guitarrista quien, normalmente, lo utiliza en sus presentaciones individuales o con su banda de origen. Esta versión del tema, incluido en el debut Peor es Mascar Lauchas (1995), sonó en un ritmo más lento y cadencioso que el de la grabación y, además, abrió el espacio para la participación de Mario García, bajista de Papanegro y Tomo Como Rey, quien se hizo cargo de las cuatro cuerdas mientras Felipe Ilabaca cantaba y animaba al público a la par de Ibeas.

“Hacia el Ovusol”, “Historias de Amor y Condón” (que dio pie a un mosh de proporciones), “Discojapi” y “Eligiendo una Reina” fueron los puntos más álgidos de un setlist que ascendía en pasión e intensidad. De hecho, el final fue explosivo, con humo, estallidos de colores y papel picado lloviendo sobre el público, sin embargo, para el encore se guardaron toda la energía de “Chancho” que incluyó un guiño a «Sex Machine» de James Brown y “Locura Espacial”, dejando las emociones a flor de piel y a los asistentes listos para combatir la helada que afuera del lugar arreciaba.

Más de dos horas de un show que nos hizo un excelente recorrido por la discografía original de la banda (solo excluyeron el disco Combo Show de 2009), además de evidenciar sus gustos e influencias con referencias al jazz, el chachacha, el soul y la música pop latinoamericana, como “El Tiburón” de los desaparecidos Proyecto Uno. Entretenido, completo, nostálgico y sorprendente son adjetivos que, aunque contradictorios a ratos, sirven para definir lo que fue el show de Chancho en Piedra, una agrupación que ejecuta sin errores y que tiene más que claro cómo armar una fiesta, incluso, en un día gris, frío y lluvioso como el de ayer.

Setlist:
Intro
Edén
Funkybarítico
Sinfonía de Cuna/Got to Be Real/El Tiburón
Huevos Revueltos
Mi Mejor Momento
Volantín
La Vida del Oso
Toc
El Impostor
Hacia el Ovusol/Also Sprach Zarathustra
Tren a la Luna
Cóndor
Lophophora
Llamas
Historias de Amor y Condón
Guach Perry
Solo
Discojapi
Eligiendo una Reina

Encore:
Chancho
Locura Espacial

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