Por Francisco Aguilar A.
Pauta por Bernardita Ponce/Francisco Aguilar A.

Eruca Sativa es una banda de rock argentina originaria de Córdoba. Formada en el año 2007, está integrada por Lula Bertoldi (guitarra y voz), Brenda Martin (bajo y voz) y Gabriel Pedernera (batería y voz).

La agrupación viene de un espectacular año 2017, que incluyó la obtención de 2 Premios Gardel por su cuarto disco Barro y Fauna, dos nominaciones a los Latin Grammy Awards, y llenar el Luna Park para registrar su EP Vivo. Actualmente, Eruca Sativa celebra su primera década de trayectoria con una nueva visita a nuestro país, agendada para este viernes 28 de septiembre en Club Subterráneo, donde se presentarán junto a los nacionales Hijos de Algo.

Pudimos conversar con su baterista Gabriel Pedernera, sobre un sinfín de temas, todo en la siguiente entrevista:

Gabriel gracias por tu tiempo, para iniciar esta conversación nos gustaría saber, ¿cómo nace su interés por la música y por formar el power trío?

Yo nací en Córdoba y con mis compañeras nos encontramos el año 2005 en distintos lugares, tocando con distintos grupos, no éramos amigos ni nada. Empezamos a conectar por medio de la música y finalmente el 2007 decidimos empezar a tocar juntos, porque cada uno sabía quién era el otro y nos admirábamos mutuamente. Nos fuimos conociendo poco a poco, disco a disco, compartiendo la convivencia de este camino y la verdad es que hoy siento que estamos en nuestro mejor momento, hoy si somos muy amigos, hemos compartido más de 10 años juntos, más de 50 canciones y momentos muy lindos.

Si tuvieras que definir a Eruca Sativa en pocas palabras, ¿cuáles serían?

Somos amantes de la música, fieles creyentes de mirar hacia adentro y encontrarse a uno mismo y disfrutar haciendo lo que uno ama. Somos fundamentalistas de encontrar el camino, buscando bien en el interior y de no hacer nada de lo que uno no quiera, ni siquiera un día.

Durante estos años, ¿cómo crees que ha evolucionado su música?

Tiene mucho que ver el hecho de conocernos a nivel personal y haber compartido tantas cosas, momentos lindos y otros difíciles, desafíos muy grandes, de luchas personales muy fuertes. Pienso que todo eso se traduce en la música, se va convirtiendo en historias, en canciones, en momentos muy especiales para los tres. La evolución va más allá de que un disco sea “mejor que el otro”, cada uno refleja un momento de una manera muy transparente y auténtica. Los discos son como fotografías, a veces uno no sale 100% bien, pero sale como estaba en ese momento. Me parece que nuestro camino discográfico es un claro reflejo de los cambios que ha ido sufriendo la banda. Sufriendo, en el buen sentido, porque siempre los cambios son oportunidades para ser mejor.

Al momento de componer o crear canciones, ¿tienen referentes musicales que los inspiren?

Tratamos de que la creación sea algo natural y de no dejarnos influenciar mucho por lo que sucede afuera. Tratamos de escuchar nuestra intuición y reemplazar el pensamiento por el sentimiento. Nos gustan las canciones que nos emocionan y tratamos de buscar contar historias de una forma que emocione. Cuando digo emoción, no está 100% relacionado a la emoción amorosa o con lágrimas, si no que a veces puede tener que ver con el enojo, la alegría, la pasión que despiertan ciertos sentimientos en uno. La composición se da de una manera muy unida, somos los tres quienes escribimos, los tres hacemos la música, tratamos de siempre escuchar al otro y que todo pase por todos. Somos bastantes respetuosos de eso, de buscarnos entre nosotros, para que los tres estemos siempre cantando la misma canción.

En su gira 2017 tocaron ante un Luna Park repleto y en otros escenarios como Colombia y México. ¿Qué tal fue la experiencia de tocar ante públicos tan diversos? ¿Alguna anécdota?

Es un privilegio muy grande, siento que los distintos públicos nos van renovando a nivel humano y renuevan las canciones a nivel musical. Pudimos ir a distintos países con diferentes situaciones a nivel político, cultural y económico. Nosotros tenemos una canción que se llama “Abrepuertas” que es del último disco y que tiene una frase que dice “Ver al revés hace bien, abre puertas al mundo”. Nosotros la escribimos en Buenos Aires el año 2016 pensando o sintiendo lo que pasaba en esta parte del mundo en ese momento. En noviembre de ese año fuimos a Cuba a tocar en La Habana, tocando en la La Plaza Tribuna Anti Imperialista, un lugar impresionante donde se han hecho cosas históricas. El cantar este tema en una sociedad completamente distinta a la nuestra, con gente viviendo una situación muy diferente, interpretando nuestra canción quien sabe cómo o leyendo quién sabe qué, haciendo esta letra suya; son momentos que se convierten en experiencias muy ricas, porque puedes sentir por un ratito lo que siente la gente que está ahí, eres cubano un ratito. Es un intercambio muy fuerte que hay con la gente.

El 2015 pudieron abrir el show de Foo Fighters en La Plata. ¿Cómo fue esa experiencia?

Hemos tenido la oportunidad de tocar con muchos grupos que nos han cambiado la vida. En Argentina el tocar con David Lebón, Pedro Aznar, artistas muy reconocidos acá. También con Foo Fighters, que es una de las bandas más grandes del mundo, en estas últimas décadas. Con Slash, con Black Label Society, ahora nos vamos a México a tocar con Guns N´Roses, que también va a ser una fiesta. Son regalos que nos da la música y que nos permite a nosotros gozar de lo que hacemos y seguir pensando que estamos yendo por el camino correcto.

El 2017 también obtuvieron dos Premios Gardel por “Barro y Fauna”, y uno por el videoclip “Nada Salvaje”. ¿Qué les parece haber obtenido tan importantes reconocimientos?

Es un honor muy grande. Todos los premios siempre se sienten muy bien, porque es la misma gente de la industria, nuestros mismos compañeros músicos, los productores, los periodistas que deciden poner su voto y eso significa muchísimo para nosotros, de verdad. Nosotros no hacemos nuestros discos pensando en ganar tal premio, pero cuando vienen este tipo de regalos, los recibimos con mucho amor y con mucha alegría.

Al repasar algunas de sus entrevistas, vemos que sus influencias se mueven entre bandas como System of a Down, Soda Stereo, Primus, Divididos, Guns N’ Roses, Nirvana y Red Hot Chili Peppers. ¿Cómo lo ves, sientes que es así?

Para nosotros lo principal es la música, desde el punto de hacer música para emocionarnos. Siento que a veces, al comparar o pensar demasiado en paralelismos musicales en nuestro caso, no me siento ni de acuerdo ni desacuerdo sino que siento que es la música que nosotros escuchamos como Los Beatles, Led Zeppelin, King Crimson. Uno crece escuchando esa música, por lo que es inevitable que uno vuelque parte de eso en sus creaciones. También nos influencian mucho las películas, las charlas con nuestros pares y amigos, todas esas situaciones nos hacen quienes somos.

Sobre la corriente de músicos independientes en Argentina, ¿qué nos podrían contar respecto al trabajo con productoras y sellos?

Nosotros hemos sido desde hace mucho tiempo una banda auto gestionada; de hecho, siento que en muchos aspectos lo seguimos siendo. Hemos sido siempre a nivel ideológico independientes, musical y creativamente; nosotros hacemos nuestros propios discos, sin que nadie nos diga qué debemos hacer, siento que somos una banda independiente. Tenemos un aliado muy fuerte para nuestra música, que es nuestra compañía discográfica, Sony Music. A mí se me infla el pecho al nombrarla, ya que no he conocido otra compañía que tenga la sensibilidad artística que tienen ellos, son realmente muy respetuosos, son nuestros aliados. Esa es la mejor forma de graficarlo y nos ayudan a llevar a cabo un montón de proyectos muy locos, que quizá otras compañías no nos permitirían, ellos siempre respetan nuestra intuición.

El 4 de septiembre se cumplieron cuatro años de la partida de Gustavo Cerati, ¿que evoca Gustavo para su música?

Gustavo es un artista superior, una persona que vino a este mundo e hizo todo lo posible para abrir barreras, para derribar las paredes y hacer un mundo mejor. Para mí es el artista más importante que hemos tenido, es el Gardel de esta época y sin duda que en este país quedó un vacío muy grande después de que él se fue, ya que siempre estuvo un paso adelante, a la vanguardia.

Eruca Sativa ha tocado en varias versiones del Casquín Rock, festival que este año hace su debut en Chile. ¿Cómo ven este festival comparándolo con otros de similares características y cuál creen que es su objetivo como evento?

Yo creo que Cosquín Rock es uno de los festivales más importantes que ha tenido Latinoamérica en los últimos 30 ó 40 años, está al nivel de un Lollapalooza. Siento que hay varios escenarios que se convierten en clásicos como Glastonbury, Coachella. Cosquín es un gran orgullo para los argentinos, sobre todo para los cordobeses, al haber nacido en mi provincia me siento muy orgulloso. El hecho de que José Palazzo, su creador, haya tenido la idea de llevarlo a otras partes del mundo y compartir la música y tradiciones argentinas es una celebración de la hermandad latinoamericana y espero se pueda seguir haciendo en muchos otros países.

¿Qué opinan sobre el uso de la tecnología para exponer su música como medios web, redes sociales y música en streaming?

Yo, en lo particular, no tengo ese sentimiento que pueden tener los músicos más tradicionalistas. Siento que la música y sus formatos van cambiando constantemente, nosotros no. La música está acostumbrada al cambio: en los 40 se distribuía y fabricaba de una forma, después en los 60 de otra y así, la música siempre se produce pensando en los distintos formatos. Ahora está pasando lo mismo, nosotros los artistas debemos ser creativos para encontrar distintas maneras de fabricar esa música. Por ejemplo: en una época se usaba mucho los singles y después empezaron a surgir los LP, los discos de larga duración; después, los LP se fabricaban en discos de vinilo que tenían 18 o 20 minutos por lado, entonces la música se creaba para ese tiempo; después nació el CD, con 74 minutos, entonces todo cambió. Ahora, con estas plataformas nuevas, todo vuelve a cambiar. Hay que relajarse un poco y ser creativos para estos nuevos formatos.

Adentrándonos en su visita a nuestro país, ¿tienen algún músico o grupo chileno que les parezca interesante?

Hay un grupo, que es el que estuvo con nosotros el año pasado, Los Kuervos del Sur, me parecieron impresionantes. Siento una gran admiración también por Mon Laferte, tuve la oportunidad de verla en vivo y de escuchar sus discos y es un artista superior, directamente.

El próximo 28 de septiembre regresan a Chile, oportunidad donde celebrarán sus 10 años de existencia y presentarán su “EP Vivo”. ¿Qué tienen pensado para su show en Club Subterráneo?

Estamos haciendo este show desde diciembre del año pasado y tiene que ver con esta cosa melancólica, de repasar todos nuestros discos, de tocar canciones “viejas” que no veníamos tocando y también de nuestro último disco “Barrio Fauna”.

Para finalizar y agradeciendo tu tiempo, ¿qué planes tienen para lo que resta del año?

Estamos componiendo, haciendo música nueva, con ganas de mostrarla. Pero también tenemos muchos compromisos: vamos a tocar en Buenos Aires, en Bolivia, en México, a Brasil vamos por primera vez. Esperamos que lo que venga sea tan bueno como lo ha sido hasta ahora.

Las entradas para el show de Eruca Sativa junto a Hijos de Algo de este viernes 28 de septiembre en Club Subterráneo están disponibles a través del sistema Passline y su valor general es de $15.000.

null