Glenn Hughes en Club Chocolate: El retorno de La voz del rock
12 de abril 2018.

Por Guillermo Ziem.
Fotografías por Felipe Morales.

Glenn Hughes nos visitó nuevamente, pero en esta oportunidad para deleitarnos solo con clásicos de Deep Purple. La voz del rock, el inmortal, casi como un súper héroe del estilo, nuevamente nos congregó, esta vez en Club Chocolate. Con una propuesta interesante e iniciando acá, en nuestro país, su “Glenn Hughes Performs Classic´s Deep Purple”, un tour mundial que dejo demostrado que es a prueba de todo.

Llegar al barrio Bellavista y ver una fila interminable de sur a norte y de poniente a oriente con intersección en Club Chocolate fue para pensar ¡Waooooo! algo pasara acá, y es gigante. La última visita de Hughes fue en Septiembre de 2016 en el Teatro Nescafé de la Artes, con un lleno intermedio, podemos pensar que se debió a que coincidió con nuestras fiestas patrias ese año, pero quizás en contraste con lo que vimos ayer, su propuesta entonces era más tímida. Sin embargo, el ofrecimiento para este show era de alto impacto.

Glenn Hughes nos trajó solo los clásicos de Deep Purple en vivo, eso podía resultar ser un gancho importante. Pero si repasamos la historia del rock, entre tanto proyecto al que de alguna manera se ha vinculado, no es menor considerarlo de verdad, un hombre ancla, fuerte, y aunque suene a cliché y repetitivo, la voz del rock.

El preludio fue una interminable espera en la calle, fuera del recinto, sin embargo, agradable, en la que sin tapujos ni complicaciones, disfrutamos de la prueba de sonido de Glenn y su banda (que se oía a varios metros fuera del local). Al ingresar, este derechamente se abarrotó de lado a lado, no cabía nadie más, esto fue otro augurio de lo que se venía. Una breve espera y ya estamos bajo el escenario a la espera de que comience el concierto.

La música se vuelve incomprensible, suena como a transmisiones antiguas de radio y televisión entremezclada con temas de Deep Purple, definitivamente estaba comenzando el show. Entre el barullo se oye la grabación de un locutor, quien en forma enérgica presenta a Glenn Hughes, y el local literalmente se vino abajo. Aparecen los músicos a escena y el británico con su bajo, sus lentes, sus zapatillas de lona y su inigualable estilo se posicionan en el local capitalino para comenzar el espectáculo.

Para iniciar el show interpretan “Storm Bringer”, en un electrizante primer impacto de lo que es esta maquinaria, luego suena “Might Just Take You” y “Sail Away”, y en la tónica de casi todo artista, se ocupa este espacio para saludar al público asistente, y muy en su estilo, Hughes se encarga de repetir que nos ama y ofrecer paz y amor a todo ser viviente en el recinto que a duras penas resistía los embates de las vibraciones musicales que nos atacaban sin cesar “Mistreated” y “You Fool No One” nos ofrecen impulsos más cercanos al funk-rock tan propio de este exponente traído desde los 70´s hasta hoy.

“This Time Around”, “Holy Man” y “Gettin´Tighter” nos fueron sugiriendo lo que presenciábamos, terminando de entender que este show, ante todo es un espectáculo basado en los clásicos de Deep Purple, pero de los discos en los que Hughes participó, es decir, lo más selecto de los discos Burn, Stormbringer y Come Taste the Band, su periodo de permanencia en la banda entre 1973 y 1975, en los que también colaboró con la que quizás fue la mejor formación de los Purple, con Coverdale en la voz, Ian Piace en la batería, Ritchie Blackmore en la guitarra y John Lord en el teclado, y por supuesto, Glenn Hughes a cargo del bajo.

El show se calienta más y más, tanto así, que nuestro Glenn nos trae, como dijo algún nacional rockero, una choreza, nada menos que “Smoke on the Water”, que no es parte de su trabajo creativo con los británicos (recordemos que esta canción es del álbum Machinehead de 1972), pero él fue uno de ellos, o al menos influyó en su popularidad, así que tiene el derecho a ejecutarla, y de qué manera. Una impresionante versión de este clásico que incluyo una breve cantata de “Georgia on my Mind”, una canción de los años 30 popularizada en los 60´s por Ray Charles, y traída por Glenn a nuestros tímpanos.

El show se nos estaba acabando, y así llega “Keep on Moving” del disco Come Taste the Band, y con esto se cierra una parte del concierto y nos quedamos con la impresión de que Hughes y su banda, son por lejos, un viaje en el tiempo.

El británico aprovecha de presentar a su banda, con los Daneses Jesper Bo Hansen en teclado, y Soren Andersen en guitarra (un viejo conocido ya en Chile), en el bajo nuestra estrella de la noche, y en la batería, tenemos la gran revelación del año, nuestro nacional Fer Escobedo, quien participó por mucho tiempo de algunas bandas tributo a los grandes del rock, y como cuenta el mito urbano, fue Hughes quien lo vio por un canal de youtube y luego lo contactó, Escobedo, además de ser un gran baterista, le sirve de interprete a Glenn, y así la comunicación es más fluida, claramente ya todos los asistentes sabían el hecho y corearon el «chileeeeeno» (con entonación) o el «Ole, ole, ole, ole, Chile, Chile». Algo que emocionó a todos.

Luego de unos minutos de descanso, los músicos vuelven a escena, pero Glenn le cede el bajo a su bass tech, (cuyo nombre no pudimos averiguar con certeza, pero todo el público lo llamo Jebus), y en su único aporte sobre el escenario, se encarga de ejecutar el instrumento mientras Glenn canta “Highway Star”, el piso temblaba, todo era frenesí, algo imparable, agitación al máximo, pero nos quedaba una gota de combustible, y en este caso se usó para el último tema, un clásico entre clásicos “Burn”, y con esto se nos vino el apocalipsis, se juntaron los planetas, etc. Una excelente interpretación que deja a todo el público contento y feliz de disfrutar de un viaje en el tiempo con los clásicos de una de las más grandes bandas del rock mundial, ejecutadas como sonaron en su mejor momento.

Glenn Hughes y su banda se van ahora a recorrer el mundo. Pero ya probaron la fórmula en Chile, un espectáculo a toda prueba, de primer nivel, y con un joven talento nacional que re-versiona de primera fuente los clásicos de Deep Purple con Hughes. Un espectáculo sólido, de primer nivel, sin sobras, ni faltas, ni detalles. Definitivamente, un show redondo.

Setlist:
Stormbringer
Might just take your life
Sail Away
Mistreated
You Fool No one
This Time Around
Holy Man
Getting Tighter
Smoke on the Water/Georgia on my mind
You keep on Moving

Encore:
Highway Star
Burn

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