Halsey y Lauren Jauregui en el Teatro Caupolicán: Mujeres al ataque
12 de junio 2018.

Por Valentina Gilabert.
Fotos por Lotus Producciones.

Poco más de dos años han pasado desde la última vez que Halsey pisó suelo chileno, en la sexta versión del Festival Lollapalooza se presentó con el EP Room 93 y Badlands, álbum debut con el que ganó gran reconocimiento en el mundo de la música pop. Este martes lo hizo en el Teatro Caupolicán, en el marco de su gira Hopeless Fountain Kingdom World Tour, lugar al que llegaron cientos de jóvenes en grandes grupos y con sus mejores pintas.

La antesala del concierto estuvo a cargo de Lauren Jauregui, la ex Fifth Harmony, quien contó con una gran fanaticada a su espera. En la oportunidad, se presentó acompañada de una banda de mujeres, una de ellas chilena. “Toy”, su primera canción, fue recibida entre gritos, una cancha agitada y decenas de celulares intentando registrar el momento. Le siguen “Back to me” y “All Night” en su versión acústica. “Esta es una nueva. Se llama Inside. Se trata de mí”, dijo en un fluido español antes de cantar su próxima canción. Al repertorio se sumaron los covers “Imagine” de John Lennon y “Ojos así” de Shakira, tema que hace explotar al Caupolicán antes de la llegada de Halsey. Lauren baila al ritmo de la colombiana y cautiva a los presentes, quienes gritaron durante casi toda la canción. “Expectations” fue la encargada de cerrar la noche para Lauren, una canción que el público se sabe a la perfección. Así, entre gritos y cámaras, la cantante de 21 años desaparece del escenario.

Pasadas las nueve de la noche, se apagaron las luces. El público comienza a vociferar el nombre de la artista a quien todos esperan ver. Sobre el escenario, una cortina blanca. Se escucha una voz grabación, se ve un juego de luces y la sombra de una mujer reflejada en el manto blanco. La cantante de 23 años comienza su concierto con “Eyed Closed”, sencillo de su último disco Hopeless Fountain Kingdom, lanzado en 2017. Luego de unos segundos de canción cae la cortina y ahí aparece ella, Halsey, sobre una escalera que ocupa casi todo el escenario. Viste pantalón deportivo y bikini blanco lleno de escarchas. Con esa primera canción el Caupolicán se vino abajo y cientos de jóvenes comenzaron a bailar al son del electro pop. Le siguieron “Hold Me Down” y “Castle” de su álbum Badlands. “Hola Santiago, ¡quiero verlos saltar!”, saludó Halsey en su tercera canción, acompañada de máquinas de humo y una bailarina que aparece con la con una máscara que solo dejaba a la vista sus ojos. Ambas se mueven con soltura en una coreografía que las hace cómplices y enemigas a la vez.

Halsey se va tras del escenario y aparece pidiendo palmas. “Heaven in Hiding” fue la siguiente en sonar, un tema que la cantante norteamericana de ascendencia afroamericana baila por completo. Recorre todo el escenario con sus pasos y energía. Luego, un silencio. Comienza a sonar “Strangers” y el público grita efusivamente, ya que sabe lo que se viene. A los segundos entra Lauren Jauregui, quien colaboró en la canción que ambas intérpretes cantan. El momento es especial, la canción es un manifiesto de amor entre dos mujeres y eso se nota en el escenario. Existe química entre ambas artistas. Se coquetean, sostienen un diálogo mientras cantan. Todo termina en un abrazo y Lauren sale nuevamente del escenario. Lo que ocurre sobre escena no es fortuito, ambas cantantes se han declarado bisexuales y feministas, y han reconocido utilizar la música como vía de expresión de su más fuerte mensaje para los millones de jóvenes que la siguen: que no están solos.

“Roman Holiday” y “Walls Could Talk” siguen encendiendo la noche hasta que llega una de las canciones más esperadas: “Bad at love”. “Escribí esta canción para recordarte que no estás solo”, les dice Halsey. El Caupolicán se ilumina. Los jóvenes encienden las linternas de sus celulares y, por primera vez, solo se escuchan sus voces al cantar. Halsey calla y les presta atención. Acabada la canción sube las escaleras que yacen en el escenario y baila sensualmente hasta que empieza a sonar “Alone”, uno de sus últimos éxitos, que comparte con el rapero estadounidense Big Sean. El anfiteatro completo se llena de manos elevadas, que se mueven como si estuvieran frente al mejor cantante de hip hop de todos los tiempos. Halsey se ve feliz, sigue cantando.

De pronto, suena una base de piano que da la entrada a una canción infalible, que todo el mundo conoce, “Closer” de Chainsmokers, que es una carta segura para encender el lugar, pero Halsey se arriesga y la canta en formato acústico. El momento es íntimo y permite escuchar su voz en su estado más puro. “Santiago, eres especial. Pienso que este es el concierto del que me voy a acordar”, dice al finalizar la canción. Halsey conversa por unos minutos con el público y luego canta «Sorry», otra canción de mucha emoción y entrega. Le siguen los temas “Him & I” de G- Eazy y “100 Letters”, y ocurre otro momento especial en esta noche de pop, electrónica y dance. Al sonar del xilófono se nota la emoción en el público, “Don’t Play”, del disco Hopeless Fountain Kingdom, es uno de los temas fuertes de la noche. Aparecen la bailarina con la cara tapada, el igual que Halsey. Bailan y saltan, con un dejo de rabia y molestia, y hacia el final de la canción ambas se descubren la cara. Al terminar, Halsey relata que unas fans se acercaron y le contaron del movimiento feminista que se vive hoy en nuestro país y que por eso decide cantar esa canción. “Esta gente se pone de pie por algo. Por eso toque “Don’t Play”, especialmente para ustedes”, dice emocionada.

“It is Somewhere” comienza a sonar y Halsey se va hacia el público. Se para en la reja y canta con ellos una de sus primeras canciones, del EP Room 93. En “Now or never” la cantante presenta a su banda compuesta solo por un tecladista y baterista, y así comienza a dar cierre a un concierto lleno de sorpresas. El público corea “Colors” y “Young God” de su disco Badlands, y Halsey sale del escenario entre gritos y aplausos. Ella y sus músicos desaparecen, pero vuelven tras solo unos segundos para darle un gran cierre a la noche. Suena “Gasoline” y luego “Hurricane”. Con esta última canción el teatro completo comienza a bailar. “Esta canción es para recordarles que no pertenecen a nadie más que a ustedes mismos”, dice Halsey al terminar la canción. La música sigue sonando y el cielo se llena de papel picado. El Caupolicán se viste de blanco y rojo. Todos bailan y saltan. Halsey es una fiesta.

Setlist Lauren Jauregui:
Toy
Back to Me (Marian Hill cover)
All Night (Steve Aoki cover)
Inside
Imagine (John Lennon cover)
Ojos así (Shakira cover)
Expectations

Setlist Halsey:
Eyed Closed
Hold me Down
Castle
Heaven in Hiding
Strangers (con Lauren Jauregui)
Roman Holiday
Walls Could Talk
Bad at Love
Alone
Closer (The Chainsmokers cover)
Sorry
Him & I (G‐Eazy cover)
100 Letters
Don’t Play
Is it Somewhere
Now or Never
Colors
Young God

Encore:
Gasoline
Hurricane

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