Hard Rock Café Santiago: Una experiencia que te hace rockear
9 de marzo 2017. Nueva Tobalaba 0412, Costanera Center, Local 1226, Nivel 1. Providencia, Santiago.

Por Nicolás Morán.
Fotografías por Francisco Aguilar/Victor Santibañez.
Video por Victor Santibañez.

La marca Hard Rock debe ser de las más conocidas en el mundo hotelero gastronómico, y este jueves 9 de marzo, en el local de Santiago, tuvimos la oportunidad de degustar platos bastante buenos y muy contundentes para lograr saciar al más hambriento. Lo entretenido de este lugar es que no es solo encuentras comida gourmet en porciones épicas, además, hay todo un estilo gastronómico. Porque al igual que en un concierto, no es solo la música de una banda la que juega el papel principal, acá es el conjunto de elementos lo que hacen de una salida a comer, una experiencia inolvidable.

Ubicado en el primer piso del Mall Costanera Center, el restaurante se erige como un lugar de encuentro para todos. Desde oficinistas buscando un trago y algo para picar, hasta familias completas que van por una hamburguesa y una gaseosa.

El local, en sí, es precioso y mezcla el estilo clásico del tiempo dorado del rock con lo moderno del siglo XXI. Al entrar, a mano derecha se logra ver el Rockshop, lugar donde puedes conseguir poleras, chapitas, vasos y todo el merchandising de la cadena. También agregar que, al centro del local, hay un escenario en el que se han presentado bandas del tamaño de Candlebox, así como también artistas de Kararoke. Es por esto, que se vive una buena experiencia musical, sobre todo si vienes turisteando, pero lo que te enamora es la colección de guitarras, ropa, cartas originales de grandes artistas y pantallas que reproducen videos clásicos y actuales de Rock.

Ya entrando de lleno a la comida, el chef colombiano Juan David González (con quien tuvimos la oportunidad de conversar largo y tendido, respecto a la comida y la experiencia de haber trabajado en varios Hard Rock) nos agasajó con 4 platos (incluido el postre).

Primero, como entrada un Jumbo Combo, que consiste en una selección de todas las entradas que ofrece el restaurante, pero en porciones más pequeñas. Constaba de buschetas de tomate, alitas de pollo en salsa tangui (agridulce y picante), nachos con un dip de espinaca con varios tipos de queso fundidos (que nos fascinó), tupelo chicken tenders y, por último, unos aros de cebolla. Todo esto con las respectivas salsas. Sinceramente, pueden comer fácilmente 4 personas y nadie queda con hambre, además las porciones son bastante contundentes, y eso solo como entrada. El destino nos auguraba algo mucho más llenador para el plato de fondo.

Si pensamos en «te invito a comer costillas», uno no creería que te van a servir 1 kilo y 200 gramos en salsa barbacoa. Bueno, tampoco lo pensamos en su minuto. Es un plato que debes compartir, porque no conozco a nadie que sea capaz de comerse eso solo. Si ustedes conocen a alguien, nos contactan, para felicitarlo y pedirle una hora al médico. En ese instante, entendimos que en Hard Rock, la idea es que el comensal se vaya contento.

Bien cocinadas, deliciosas, jugosas y, por sobre todo, contundentes. Las costillas estaban acompañadas de papas fritas, que no resaltan por nada en especial, pero si las mezclabas con una pequeña porción de porotos, que incluía, la verdad es que quedaba bastante bueno.

Por si eso no fuese suficiente, nos sirvieron una Legendary Burger. Una hamburguesa que puedes encontrar en cualquier local de la cadena, y que consta de carne de calidad angus, queso cheddar, tocino, un aro de cebolla, tomate y lechuga. Hubiese esperado un crocante externo del pan y esponjosidad interna, cosa que uno esperaría de una cadena internacional, pero me temo que quedó un tanto seco. En general bien, pero ese detalle la separó de una muy buena hamburguesa.

En el caso del bar, creo que es el punto fuerte de la jornada, porque tuvimos la suerte de probar el Hurricane, el primer trago que se creó en el Hard Rock. Un trago dulce y suave. No molesta al paladar y es realmente fresco.

Luego pasamos a la culminación de la velada, un Cheesecake de Oreo, que sencillamente fue magnifico. Bien horneado y con la cantidad exacta de dulzor, de hecho, lo que más nos gustó fue la mezcla del chocolate de la galleta con la cremosidad del queso. Totalmente recomendado.

La experiencia completa es muy agradable. Quizás, los precios son un tanto elevados, pero de todos modos, es accesible a un público amplio, por lo mismo, no se pierdan la oportunidad de ir.

En resumen, estamos frente a un restaurante bastante completo. Con buenos platos y un gran servicio, que sumado a la decoración y el ambiente, dan al Hard Rock Café varios puntos para conocerlo y convertirlo en punto de encuentro de la bohemia santiaguina.

A continuación les dejamos una completa galería fotográfica de todo lo vivido ese día: