La noche mágica de Iron & Wine en Chile

Por Omar Saldias.

Sam Beam es la persona tras Iron & Wine, y el que ayer nos entregó una noche mágica, el proyecto personal del cantante y compositor norteamericano ya tiene una década de carrera la que ha cultivado fieles seguidores alrededor de todo el mundo y en Chile. Al subir al escenario, nos muestra su cercanía y amabilidad, dos guitarras un vaso de agua y una copa de vino era todo lo que lo acompañaba, además de una Ex Oz repleta, 5 álbumes, numerosos Eps y singles.

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“Saben lo loco que es cruzar medio mundo y encontrarme con todos ustedes, es genial”, señala y parte preguntando qué es lo que quieren escuchar. Lo que propone Sam es hermoso, un show en extremo acústico y sutil, creado a partir de lo que el público quiera escuchar; así suenan canciones como “Flightless Bird American Mouth” o la sublime “Naked as We Came” la reacción del público es hermosa. Sam sabe lo valioso que es un silencio, los fanáticos como enamorados por los acordes de la guitarra producen uno de los mayores silencios que he tenido la oportunidad presenciar, y es que todo se puede tomar como una metáfora del mensaje de Iron & Wine, el sentimiento, la naturaleza, la sencillez y el disfrutar sin apuros de la vida.

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Su estilo nos trae a muchos a la memoria Nick Drake, Simon and Garfunkel, Neil Young, Elliott Smith, o incluso Bon Iver. El show es una delicia, los acordes de Sam nos llegan al alma así como sus letras. Él ha comentado que parte sus creaciones son desde la melodía y se entiende, es como si en las melodías, en la atmósfera, en ese intangible que propone Sam estuviera contenida de manera secreta la letra.

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En toda la noche Iron & Wine logró una conexión muy especial con el público. Algo genuino como comentaba antes del show, una noche mágica.

Les dejamos nuestra cobertura fotográfica:


 
Ademas un vídeo que logramos capturar: