Por Nicolás Morán.

Desde el año 1992 pareciera que la energía de Jamiroquai no se acaba, aunque pueda sufrir intermitencias en el tiempo. En ese contexto, de retorno a la música, la banda británica se presentará en nuestro país este 16 de diciembre en el Movistar Arena y, desde ya, estamos expectantes ante su concierto.

Los ingleses nacen como una idea de mezclar el sonido del funk con tintes que van desde la electrónica hasta el jazz, pasando por la música disco, dando como resultado un producto que siempre pareciera estar fresco, y que se traduce como acid jazz. De hecho, los temas como “Little L”, o “Space Cowboy”, son algunos de los más recordados y famosos, precisamente, por hacer fluir libremente la energía de quienes los escuchan y bailan.

La verdad es que cuesta entender la música de este grupo si no nos contextualizamos en la Inglaterra de finales de los años 80 e inicios de los 90. En esa época Gran Bretaña tenía a Margaret Thatcher, la “Dama de Hierro” y grandes problemas socio-políticos como son el terrorismo y la inflación, sumados a la lucha constante que divide a la sociedad inglesa: por un lado, unirse a una moneda única como parte de la Comunidad Europea, o bien mantener la Libra como única moneda válida.

Es en ese país, que venía recién saliendo de la Guerra Fría, en el que como contraparte de la escena Dance se pretende resurgir los sonidos afroamericanos de los años 70, precisamente para que hubiera un mayor sentido de multiculturalidad, algo que detestaban los conservadores ingleses. De dicho modo, nacía un estilo que juntaba la música británica con la norteamericana, usando elementos del funk, del soul, del R&B, jazz-funk, y jazz latino, incluso estilos de música electrónica de baile, como el house o la música disco sumado, a veces, al hip hop. Todo aquello permitió que naciera el “rare groove”, que es como se le denominaría en primera instancia al acid jazz, hasta su explosión mediática a inicios de la década del 90.

Jamiroquai nace como concepto luego de que de Jason Kay fuera rechazado para cantar en la banda Brand New Heavies y decidiera formar su propio conjunto en colaboración con Toby Smith en los teclados, Stuart Zender en el bajo, Nick Van Gelder en batería y Wallis Buchanan en el exótico didgeridoo, tal como lo vimos en “When You Gonna Learn?”, canción que parte el disco Emergency on Planet Earth, de 1993, y que será el primer paso de la que vendría a ser la revolución del funk. En el año 1996, con su tercer álbum, Travelling Without Moving, logran ser el disco de funk más vendido de la historia. Porque hay que decirlo, es un discazo, y realmente esperamos poder ver y escuchar en vivo “Virtual Insanity”, “Cosmic Girl” o “Everyday”.

Aunque hoy no se mantiene la formación original puesto que el único que permanece estable en su rol es el front man, Jay Kay, es indudable que él es el gran cerebro tras el éxito y el groove de la banda, siendo esto precisamente lo que mueve a los fans. Porque la música de Jamiroquai es un viaje que va desde el relajo total hasta la fiesta eterna, usando elementos atractivos que potencian su estilo que los ha llevado a lo más alto de la música inglesa y, por supuesto, de la escena internacional.

Aunque fueron censurados por hacer apología a las drogas, lo cierto es que The Return of the Space Cowboy es el disco que les va a dar el puntapié inicial para introducirse en el mercado norteamericano, proceso que se sellaría con Travelling Without Moving.

Cuando queda menos de una semana para la presentación en Chile de la banda, es que podemos ver cómo la gente ansía estar ahí. Con las entradas casi agotadas, los británicos cierran un año que no estuvo excento de polémicas debido a que su álbum Automaton presenta sonidos más cercanos al pop que al funk y muchos pensaron que, efectivamente, el nuevo lanzamiento se parecía mucho al trabajo de Daft Punk en su disco, Random Access Memories del 2013. No obstante, a los fans del dúo fracés se les olvida que Jay Kay y los chicos, ya jugaban en esa liga mucho antes de la publicación de R.A.M. Aunque luego del descolorido y vilipendiado Rock Dust Light Star editado durante el 2010, resultaba necesario renovarse y volver a la fama y si bien Automaton, como última entrega, se ha ido acercando a la electrónica más que al acid jazz, hay algunos sencillos que son soberbios y que no podrás dejar de escuchar, como lo son “Vitamin”, que conserva la esencia jazz pop, “Shake it on” o “Cloud 9”, que apuntan más hacia el house sin perder el estilo.

La idea del concierto que trae a los ingleses de vuelta a nuestro país es promocionar Automaton, pero de todos modos, no podrán faltar los clásicos, esos que han hecho bailar a millares durante más de 20 años. La espera se hace eterna, porque las ganas de gozar siempre están y, por supuesto, veremos el retorno a las grandes ligas del que sería el regalón británico del funk durante los ‘90, aquel que esperaba a su chica cósmica, venida del espacio exterior. Esperamos ver su nave aterrizar. Terrícolas, ¿Están listos?.

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