Este 2018 el evento promete vestirse “de pantalón largo” para transformarse en el festival más importante de la música chilena. Más de 12 horas de música en vivo, ferias gastronómicas y de emprendedores, juegos infantiles, además de un museo y una serie de actividades en paralelo a los shows de más de 40 artistas nacionales. Una promesa que hará de este 27 de enero una fiesta en el Club Hípico de Santiago.

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Como nunca, La Cumbre del Rock+ se realiza no sólo dos años en forma consecutiva sino que además con la característica de haber agregado el signo + a su nombre, hoy se llama “La Cumbre del Rock Chileno+”, trae en esta quinta versión un abanico de ritmos y estilos musicales que ya ha sido calificado por los medios como “atrevido” y “único”.

Quienes asistan a este evento podrán disfrutar de la misma forma a Quilapayún, Supernova, Alain Johannes Trío, Fiskales Ad Hok y el nuevo proyecto solista de Cristián Heyne, Tormenta. Eso, sólo por nombrar algunos ya que la larga lista incluye a Sinergia, Saiko, Los Jaivas, Moral Distraída, Portavoz, y Weichafe.

Así un simple símbolo nos deslumbra con una inédita parrilla de variopinto de estilos musicales nacionales con fuerte presencia femenina, encabezada por un gran homenaje a Los Jaivas que viene a destacar su indeleble huella en la historia de la música latinoamericana.

Una sinergia entre músicos consagrados como Cecilia, Aguaturbia o Chancho en Piedra, Matanza abriéndole paso a nuevas apuestas del mercado chileno como Mariel Mariel, además del pop de Supernova, Camila Gallardo y Denise Rosenthal.

Esta vanguardista propuesta, además se complementa con ferias, juegos infantiles, stands de emprendedores, alimentos y un largo etcétera, ya ha concitado algunas críticas y otros defensores. Ello por su naturaleza: La Cumbre del Rock+ es un evento ciudadano, democrático, y este año además, rupturista. Les dejamos a continuación la entrevista que se le realizó a Juan Andrés Ossandon, Director General de La Cumbre del Rock+

¿Cómo enfrentas las críticas de quienes sostienen que al incluir a Quilapayún y a Denise Rosenthal, La Cumbre ya no es del Rock?

La Cumbre ha sido desde su origen una convocatoria a sumar fuerzas para demostrar que los talentos musicales chilenos, uniendo a cada una a sus “tribus” de seguidores, construyen un evento de alta convocatoria al mismo nivel de un mega evento internacional. Eso fue, es y será la ideología detrás de La Cumbre. Esto supone diversidad, inclusión, multiculturalidad, y mucha tolerancia entre los músicos, y sobre todo, entre sus fans. Somos como una “coalición» musical, como el Frente Amplio, o como cualquier partido político, en el que hay distintos pensamientos y ángulos de mirada, pero con un sólo Norte. Y en esa dirección es completamente lógico que vayamos profundizando en la diversidad, y seguiremos haciéndolo en el futuro. El rock es nuestro eje, porque nos gusta, y porque los festivales musicales en este formato provienen de esa raíz. Pero jamás nos planteamos como un festival de Rock Pesado, nunca lo hemos sido. Y las referencias alrededor del mundo son muy similares a nosotros. Veamos “Rock in Río” por ejemplo, lleva a Justin Timberlake o a Lady Gaga, que por ningún lado son rockeros, pero aportan a la “paleta de colores” que construyen los grandes encuentros.

Este año además son fundación, cuéntanos un poco de eso

Sí, estamos terminando de constituir nuestra Fundación Encumbra. Nos convencimos de que es el único camino para sostener esta iniciativa, que es tan grande como compleja, y difícil de financiar. Poder acceder a ciertas herramientas que nos ayuden a lograr aportes del Estado y del mundo privado, a cambio de transformarnos en un evento sin fines de lucro, nos resulta muy bien ya que nunca hemos ganado con este evento, incluso a veces lo contrario. Y al decidir que a partir del 2018, La Cumbre se realice todos los años, nos dispusimos a echar a andar “Encumbra”.

¿Qué objetivos tiene esta fundación? ¿Harán otras actividades o sólo es La Cumbre anual?

La primera misión de “Encumbra” es consolidar La Cumbre como una tradición republicana, que se hace todos los años en una misma época del año, y ojalá en el mismo lugar. La segunda, lograr descentralizar y llevarla a distintos lugares del país, en distintos formatos dependiendo los tamaños y las convocatorias posibles de cada lugar. Esperamos que en 2018 logremos al menos comenzar ese proceso.

El tercer objetivo es establecer un vaso comunicante con los festivales musicales de la región, y generar proyección internacional para nuestros talentos en desarrollo. Estamos en eso ¡Y hay muchos sueños más! Principalmente relacionados con la promoción de música chilena (radio on line, canal de tv, etc), y con el cultivar la música nacional en los colegios, a través de talleres de perfeccionamiento para los profes, donar instrumentos a colegios de escasos recursos para que los niños puedan aprender música desde la práctica, y no sólo desde la teoría. En fin, somos muy inquietos, tenemos mucho por hacer.

La campaña de esta versión habla de «Vive la Cumbre» ¿Qué experiencias recibirá la persona que compre su entrada a este evento?

Este año La Cumbre se pone “pantalones largos”. Tomará por primera vez características propias de eventos de este formato como los más grandes del mundo.

Más escenarios (cuatro y no dos); diversidad en estilo musical y en tipos de entretención, ello porque tendremos zona de emprendedores, de comics, de tatuadores, por ejemplo.

También food trucks de distintas especialidades; juegos para niños; zonas especiales de descanso –con sombra, que tanta falta hizo en el Estadio Nacional este año; zonas de hidratación, y más. Consideramos los 10 primeros años de La Cumbre como la “primera etapa”, que cumplió con éxito su misión en un 100 por ciento, y dejó momentos históricos para la música de nuestro país.

Pero ahora comienza la segunda etapa, la consolidación, y para que eso ocurra tiene que ser una experiencia deliciosa para todos los que asistan. Que la esperen con ansias cada año, y en ese contexto, el valor que tiene darle a la gente ojalá más de lo que espera a cambio de su entrada, es fundamental.

¿Qué crees que ha sido lo que permite que La Cumbre subsista a por tantos años?

Creo que son muchos factores. Pero lo principal es que se une un sentimiento de identidad por lo nuestro -y que sigue en aumento- con un grupo de personas que amamos hacer este Festival. Lo hacemos con amor, dejamos todo en la cancha, para que los músicos se sientan respetados, y el público se sienta orgulloso de ser chileno. Por ahí creo que va.

¿Cómo imaginas La Cumbre en unos años más?

La imagino como el hito anual de nuestra cultura musical, en la que nos juntemos a celebrar lo mejor que apareció durante cada año en materia musical chilena. A homenajear y reconocer a nuestras grandes glorias musicales, y a descubrir nuevas formas de interpretar nuestros himnos. Construyendo cada año momentos únicos, duetos únicos, mezclas y locuras que sólo se logran cuando toda la escena musical chilena está junta, en un mismo día y lugar. Y por que no, también con músicos de otras latitudes como “visitas ilustres”, que vengan a celebrar con nosotros, y canten con nuestros íconos.

El sistema de venta de tickets online de este evento familiar es a través de la plataforma http://www.ticketek.cl