Por Sebastián Allende.

Pocos artistas pueden darse el lujo de decir que tras cinco décadas de carrera musical todavía son nombrados como unos de los archi reconocidos del orbe, dueños de una vasta y exitosa trayectoria y, además, ser considerados un verdadero ícono multicultural en todo el mundo.

John Michael Osbourne, mejor conocido como Ozzy Osbourne, se embarcará próximamente en su “Farewell World Tour”, gira que lo llevará a recorrer el mundo por última vez y que lo traerá de vuelta a nuestras tierras para presentarse el próximo martes 8 de mayo a partir de las 21:15 horas en el Movistar Arena.

Pero todo final tiene un comienzo y fue a fines de 1967 que las estrellas se alinearon y juntaron a Geezer Butler, Tommy Iomi, Bill Wars y a Ozzy Osbourne, quienes ya instalados en 1969 darían vida a los influyentes Black Sabbath. Con Sabbath, Ozzy nos daría en su primera época algunos de los discos más notables que fueron editados durante la década de los setenta, los que ayudarían a cimentar las bases de un nuevo estilo que sería conocido posteriormente como Heavy Metal.

Black Sabbath de 1970 sería el debut del cuarteto. Paranoid, editado el mismo año, nos entregaría el primer éxito comercial incluyendo grandes hits de la banda, ya que acá destacan dentro de las canciones del álbum verdaderos clásicos como «Paranoid», «Iron Man» y “War Pigs”.

Master Of Reality (1971), Vol. 4 (1972) y Sabbath Bloody Sabbath (1973) seguirían otorgándonos piezas claves para el incipiente estilo musical que se estaba formando. Riffs poderosos, música con mucha fuerza y oscuridad y letras que hablaban de lo prohibido, eran parte de lo que nos entregaban estos muchachos de Birmingham.

Pasando la mitad de los setentas la banda ya comenzaba a vivir los efectos del abuso de las drogas, las constantes giras y el descontrol. Sabotage (1975), Technical Exstasy ( 1976) y Never Say Die! (1978) serían los nombres de los tres últimos trabajos registrados con la formación original, ya que el 27 de abril de 1979 Ozzy sería despedido de la banda debido a que su adicción a las drogas era considerada mucho peor que las de sus compañeros de armas.

Finalizando la década de los setenta, Ozzy se encontraba sin banda e inmerso en una fuerte depresión que lo mantenía alejado de la música y en un estado en que pocos creían en el regreso del “madman” al mundo del espectáculo. Pero había una persona que sí creía en la potencia y la calidad musical de Osbourne, Sharon Arden, quien terminaría transformándose, además de su manager, en su futura segunda esposa.

Entrados en 1980, el mundo sería sorprendido con el debut de Ozzy al publicar Blizzard of Ozz, disco que además de entregarnos a un artista renovado y empoderado, serviría para introducirnos al primer gran socio creativo de Osbourne, el guitarrista Randy Rhoads. «Crazy Train» y «Mr. Crowley» son los grandes hits que nos entregó Ozzy en su primer material solista.

La fórmula ganadora de Osbourne y Rhoads seguiría dando frutos con la publicación de Diary of a Madman en 1981. Ozzy, ya se encontraba convertido en una súper estrella que creaba discos multiplatinos.

El destino volvería a ser cruel con Ozzy y su entorno, ya que cuando la banda de apoyo en pleno se dirigía a un festival en Orlando, Florida, Randy Rhoads tuvo la ocurrencia de subir con el conductor del autobús de la banda y una maquilladora a tomar una vuelta en una aeronave que se encontraba cerca de un aeropuerto (el chofer del autobús poseía licencia de vuelo), sobrevolando una y otra vez el bus de la banda hasta que, lamentablemente, el toque de las alas con el bus desestabilizó a la aeronave, logrando que colisionara, se desviara hacia una casa y, posteriormente, se incendiara y murieran los tres tripulantes de esta malograda avioneta.

Bark at the Moon de 1983 fue el disco que ayudaría a Ozzy a superar, en alguna medida, esta gran pérdida (posteriormente declararía que la muerte de Randy ha sido un gran golpe difícil de superar). También se le rendiría pleitesía a este gran guitarrista con la publicación del álbum en vivo Tribute en 1987.

https://www.youtube.com/watch?v=bnNWUUZ7cEA

Pero la vida volvería a conectar a Ozzy con un nuevo y joven guitarrista. Zakk Wylde sería el encargado de dar vida a las seis cuerdas en grandes discos del catálogo de Osbourne como No Rest for the Wicked (1988), Ozzmosis (1995) y sobre todo, en el premiado y multiplatino, No More Tears, editado el año 1991, placas con las que este músico nos seguiría sorprendiendo con una vigencia y sobre todo una actitud que traspasó varias generaciones.

https://www.youtube.com/watch?v=dvNXF7aGP2s

Ya instalados en los años noventa Ozzy Osbourne jugaría un papel fundamental en la masificación del metal, en todos sus derivados, con la creación del festival Ozzfest en 1996. Este evento se convertiría en el epicentro del Heavy Metal y del Hard Rock mundial, y fue tanta su influencia y magnitud que ayudó a impulsar carreras de bandas como Slipknot, Marilyn Manson y Pantera, entre otros y, además, marcaría un gran hito contando con la primera reunión de la formación original de Black Sabbath en 1997.

No todo estaría dicho para los creadores del Heavy Metal y después de varios años de giras, en el 2013 se lanzaría el decimonoveno y último álbum de estudio de la banda británica titulado 13, disco que contaría con la producción de Rick Rubin y en donde el encargado de las baterías sería Brad Wilk de los Rage Against The Machine.

Hoy nos encontramos ad portas de lo que puede ser el adiós definitivo de los escenarios de The Prince of Darkness. Es difícil no quedar atónito ni ajeno frente a la extensa carrera, vida e influencia que ha ejercido en los últimos 50 años este verdadero personaje de culto. Figura de televisión, seguidor empedernido de The Beatles, dueño de las locuras e historias más intensas del rock and roll y, como si fuera poco, motivo de estudio para muchas investigaciones (debido a la resistencia de su cuerpo a años de abusos de sustancias) son algunas de las razones extras que suman mitos a esta verdadera leyenda que no deja a nadie indiferente.

El «Farewell World Tour», gira que trae lo mejor de la gran carrera de Ozzy Osbourne, aterrizará el próximo 8 de mayo en el Movistar Arena, fecha que marcará el adiós definitivo de Ozzy con sus fanáticos locales. Si no quieres quedarte afuera de este gran show, aún puedes adquirir las entradas que se encuentran disponibles a través del sistema Ticketek (http://especiales.ticketek.cl/Ozzy-Osbourne/)

null