Pennywise en el We Are One Tour 2018 en Blondie: una gran banda para un gran público
5 de diciembre 2018.

Por Francisca Neira.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Después de tres años de haberse presentado por última vez en Chile, anoche volvieron a pisar suelo nacional los cuatro integrantes de una de las bandas más emblemáticas del punk rock californiano: Pennywise. La visita, por lo demás, se concretó en un contexto más que adecuado, considerando que la agrupación celebra este 2018 sus 30 años de vida. Junto a esto, el conjunto se encuentra promocionando su último trabajo de estudio, Never Gonna Die, publicado recién en abril de este año.

La jornada fue más bien extensa y partió con la presentación del trío nacional Valium, una de las bandas de la escena con mayor actividad y proyección tanto dentro como fuera del país. En 2016, de hecho, fueron los encargados de abrir el show de los míticos The Descendents en La Cúpula del Parque O’Higgins, mientras que esta vez fueron los responsables de calentar el ambiente con su característica mezcla de punk rock y ska, matizada a la velocidad del hardcore. Con el ambiente ya más dispuesto y una cantidad de público que crecía a cada minuto, subieron al escenario los canadienses de Belvedere, quienes en este regreso a Chile dejaron fluir, en el subterráneo que es la discoteque Blondie, toda la energía de su hardcore melódico de velocidad brutal y coros melancólicos, entonados por cada uno de los integrantes de la banda. A dicha altura, el sentimiento de los presentes comenzaba a salir de los cuerpos en forma de puños en alto, aplausos, cantos a todo pulmón y, obviamente, de mosh. Con la adrenalina a tope, el cuarteto se despidió con “Brandy”, mientras el público rendido clamaba a todo pulmón por una canción más. El recurso dio resultado y los canadienses volvieron al escenario para fotografiarse con los fans más cercanos a la reja de contención.

La temperatura comenzaba a subir y la ansiedad también. De cualquier modo, todo eso cayó en el olvido automáticamente cuando los también canadienses de Comeback Kid se calzaron sus instrumentos y dieron inicio a su performance con un salto simultáneo entre todos ellos. El recinto no tardó en explotar con la velocidad de la batería, la potencia de las cuerdas (sobre todo la del bajo) y la estridencia de la voz, que daba cuenta de un sonido aferrado a los cánones del hardcore más puro, con tintes metaleros y coros que se escuchaban en cientos de voces bajo el escenario. La interacción con el público se advirtió como fundamental en la presentación del quinteto, que se despidieron con “Somewhere, Somehow” dejando en éxtasis a todo quien la cantó de principio a fin, desgarrando así gargantas y apretando estómagos.

El ambiente estaba distendido y preciso para lo que se acercaba: las cervezas corrían, los encuentros con viejos amigos se multiplicaban, el calor subía, la “buena onda” del concierto se hacía presente en todos lados. De este modo, para cuando Pennywise apareció sobre el escenario, sólo se escuchó un “let’s see some fucking action!” de parte de los californianos, que dio paso automáticamente a un mosh de proporciones. Entonces quedó todo claro: anoche los protagonistas no estuvieron sobre las tablas de la tarima del subterráneo, sino bajo ellas. Fue el público, precisamente, el que hizo de esta fecha un espectáculo inolvidable. En materia de tracklist, sonó “Homesick”, “Society”, “Every Single Day” y “Alien”, entre otras. Cada una de ellas fue recepcionada con la misma pasión por parte de una audiencia fiel a la que no le importó la temperatura ni la espera. De pronto, todos fueron hermanos concebidos en el punk rock melódico de un cuarteto de California, que nos trajo sus aires de playa y de rebeldía.

El paso por la discografía de Pennywise, que incluyó también tracks de su más reciente producción, fue preciso y dejó en evidencia que su trabajo es potente y actual. Asimismo, quedó claro que tras treinta años en el ruedo, los californianos no parecen estar fuera de forma, sino todo lo contrario, ya que estos le han entregado el oficio de mezclar a la perfección lo que más les gusta con lo que su público espera de ellos. Pennywise demostró ser una banda que se reinventa sin perder ni un ápice de su esencia y que sigue removiendo las cabezas y corazones de un público que se conforma de seguidores nuevos, jóvenes, y de aquellos que los han seguido desde siempre. Transversal, le dicen. Anoche no quedó espacio para dudar acerca de la vitalidad de una escena que este año fue una de las más activas en cuanto a visitas de bandas extranjeras y que cerró el 2018 con el mejor broche que se pueda pensar: una comunión precisa entre una gran banda y un gran público.

Setlist:
Peaceful Day
Rules
Homesick
Same Old Story
Fight Till You Die
My Own Country
Unknow Road
Society
Straight Ahead
Time Bomb
Every Single Day
Time 2 Burn
Circle Jerks
Pennywise
As Long As We Can
Fuck Authority
Alien
Stand By Me

Encore:
Bro Hymn

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Una Respuesta

  1. Andrés

    Hola, solo una crítica constructiva para la periodista. Pennywise no tocó el setlist mencionado. Si bien es cierto concuerda con el setlist que tenía Fletcher entre medio de sus amplis, no fue el setlist definitivo.