Pentagram Chile en Lemmy Bar: Sofocados por el rock
12 de enero 2018.

Por Guillermo Ziem.
Fotografías por Gabriel Padilla.

Lemmy Bar se convirtó en el epicentro del thrash en Santiago en un encuentro generacional pocas veces visto. El reducto de Bellavista se vistió de jeans ajustados, zapatillas con caña, camisetas oscuras con gráficos difíciles de leer por ojos inexpertos, chaquetas rasgadas, muñequeras negras, tachas, y cabelleras largas. No, no retrocedimos a los 80s ni nos fuimos a otro lugar, es Santiago, en 2018.

Así, Lemmy Bar, recientemente abierto, de a poco se posiciona como el altar del rock en la capital y en esta oportunidad abrió sus puertas para recibir a dos monstruos del Thrash Nacional. Al entrar al local nos encontramos con Cabrío, banda formada por Andrés Marchant y que cuenta con la participación de miembros de Infecto Paranoia, Sikario y KHO, mostrando lo que será el álbum debut de la banda, según explicaron, durante marzo, excelente noticia que abrió el espectáculo.

Luego de la entrada y pasados algunos acalorados minutos en el pequeño local, se apoderaron del escenario los jóvenes oriundos de Talagante, Ripper, quienes a lo largo de casi 10 años de trayectoria han lanzado varios demos, algunos de los cuales corren de mano en mano, o de mail en mail u otras formas de transferir información y, desde ahí se han hecho de un gran nicho tipo mausoleo familiar donde caben todos los fanáticos del thrash, esos que lamentablemente se han extinguido de a poco, pero cuyos sobrevivientes son los mejores resistentes del holocausto gutural de guitarras filosas, hedor y rabia propias del estilo. Con sus EP Raising the Corpse y Experiment of Existence, los talagantinos tienen excelente material para defenderse en este cruel laberinto de concreto. Una banda con mucho poder para seguir demostrando que en Chile hay una muy buena cepa de thrash.

Por otra parte, el plato principal fueron los legendarios Pentagram Chile. Recordemos que a mediados de los años 80, (mientras el dominio musical popular en el continente estaba en manos de Luis Miguel y en Chile sonaban Juan Antonio Labra, Myriam Hernández y Luis Jara); un grupo de inquietos jóvenes, inconformes con la realidad y trayendo consigo la música clandestina que pasaba de mano en mano en el paseo Dos Caracoles, decidieron formar Pentagram (en ese entonces solo se llamaban así, pero por temas de derechos de autor en la actualidad se autodenominan Pentagram Chile).

Liderada por el guitarrista y vocalista Anton Reisenegger, la banda incorporó los audaces y furiosos sonidos del naciente thrash que se desprendió del NWOBHM. De tan buena forma sucedía el marketing de mano en mano, la transferencia de cassettes con nueva música en el Chile pre digital, que Pentagram Chile fue impulsor fundamental de la corriente junto a Sepultura e influenciaron a bandas, incluso, del otro lado del mundo tales como At the Gates, Napalm Death y Dismember, entre muchas más que recibieron el toque del thrash nacional.

Favorablemente existieron productores en Suiza que los promocionaron y les permitieron, con el paso del tiempo, mantenerse en el inconsciente colectivo metalero. Lamentablemente, el pago de Chile fue la escasa o nula difusión de su material cargado de crítica de todo tipo, implantando la decepción y desgano hacia la labor realizada. Así, Pentagram Chile optó por desaparecer tras una apoteósica despedida en el Gimnasio Manuel Plaza (que ya no existe, estaba en Plaza Egaña). No obstante, Reisennegger se rehusó al exterminio total dando pie al nacimiento de Criminal, la banda thrash que más tiempo se ha sustentado a flote a nivel global y que, a su vez, ha participado en innumerables cooperaciones musicales en el mundo del rock extremo.

Sin embargo la veta de Pentagram Chile siempre se mantuvo y hoy están más vivos que nunca. Así, esta presentación nos ofreció tracks de su primer y único disco de estudio, The Malefice (2013) así como un eterno repaso por los demos grabados durante toda la trayectoria de la banda. Cabe señalar que la respuesta del público estuvo a la altura del espectáculo que se llevó a cabo en un recinto más bien adecuado para conciertos de público reducido, pero del que se rescata, gratamente, llevar a su escenario a tres bandas con mucho arrastre, una de ellas una leyenda, lo que fue una apuesta arriesgada que, claramente, ganaron.

Setlist:
The Malefice
Spell of The Pentagram
Demented
La Fiura
Profaner
Ritual Human Sacrifice, con la voz invitada de Andres Marchant (Cabrío)
The Aparition
Temple of Perdition
Death of Satan
Fatal Predictions
Demoniac Possession

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