Radio Moscow en Espacio San Diego: Los viejos estándares del rock
8 de abril 2018.

Por Jaime Farfán.
Fotografías por Javier Martínez.

La cita era a las 20:00 hrs en el escondido espacio de San Diego 1455. Un discreto letrero y un par de licencias de alcoholes eran toda la señal del punto de reunión, donde durante el día de ayer se produjo el retorno a los escenarios latinoamericanos de Radio Moscow, los predicadores modernos del stone rock, y los nuevamente reformados nacionales Hielo negro, quienes, con genes de glaciar y nuevo bajista, inician una nueva etapa después de la pausa que los mantuvo alejados de los parlantes. Dos pesos pesados prometían pelearse el ambiente, codo a codo, en una noche de domingo imperdible de mano de la productora Red House.

Con una nueva placa bajo el brazo, New Beginnings, lanzada durante el año pasado, y ya con dos visitas a nuestro país (la primera el 2014 en el Teatro Italia y luego el 2016 en el festival En Órbita), los músicos psicodélicos originarios de Iowa que conforman Radio Moscow, finalizaron en la capital un nuevo tour por las tierras sudamericanas. Encabezado por el vocalista y miembro fundador, Parker Griggs, junto al baterista Paul Marrone y el bajista Anthony Meier, el trío recorrió el continente con fechas en Uruguay, Brasil y Argentina, repartiendo su fórmula embebida en las tormentosas e impredecibles corrientes del heavy psych, blues, garage y en ocasiones stoner rock, y ya establecidos entre los favoritos del público por estos rincones de alma alucinógena. Principalmente herederos insignes de la tradición rockera norteamericana de los 70′, con más de quince años de trayectoria, Parker y compañía han logrado enrobustecer el legado del género, capturando adeptos dentro de la onda underground de esta neo-psicodelia.

Pero el grueso de la expectativa de la noche, se lo llevaban los magallánicos de Hielo Negro, quieres con dos décadas de carrera en el cuerpo, traían de vuelta a los escenarios el sonido pionero del stoner nacional, que había estado en pausa. Desde Punta Arenas, son los misioneros del Patagonia Rock, Marcelo Palma, guitarra y voz, Christian MacDonald detrás de los bombos, y estrenando la incorporación del bajista José Olivares, quien viene a ocupar el espacio dejado por Matías Alarcón. Un rock chileno característico de tonalidades bajas, crudo y sincero con percusiones esqueléticas forjadas al frío, que mantuvo a varias personas haciendo fila afuera del 1455.

Desde la apertura de puertas, que se produjo antes de la 21:00 hrs, el lugar se llenó paulatinamente cerca de tres cuartos de su capacidad. Las bandas hermanas marcharon sobre el escenario, solamente armados de una Fender Stratocaster, el bombo Gretch, un bajo Rickenbacker y unos cuantos pedales. Sin introducción Marcelo Palma se planta sobre el escenario, y los duros golpes del bombo del baterista, MacDonald, demuestran en segundos que no hay ningún resto de óxido entre los engranajes de Hielo Negro, que abre con «Cemento», de la placa del 2003 Patagonia Rock. Se continua rápidamente con la veloz estructura de «Kaos ahora», donde el nuevo bajista Olivares muestra experiencia y seguridad recorriendo los viejos cortes de la banda. En cinco rounds, marcados por los breves agradecimientos y saludos, los magallánicos recorrieron distintos momentos de su carrera, y demostraron potencia de sobra cuando los pedales procesaban este sonido nacional proveniente del fin del mundo, en instantes frenéticos como «Sin Ley Ni Dios», la dinámica y teñida de blues «Hijo del diablo» o durante «Kiebre», potente tema de unos cuantos minutos capaz de sacudir en bloque la atmósfera a mi alrededor. Entregados totalmente al público y al headbanging, el trío stoner dio una presentación cercana a la hora, y dieron puntapié con fuerza a una nueva etapa, en un conjunto patagónico de corazón volcánico. Cerraron su participación con la esperada «Cabo negro», mientras los seguidores más acérrimos se entregan rendidos al mosh animados por el profundo grito de los riffs.

Sacados de una portada de un álbum de The Allman Brothers Band, cerca de las 22:30 horas subieron los norteamericanos de Radio Moscow. Fueron recibidos entre aplausos y bocanadas de humo de marihuana, que los asistentes se apresuraron en compartir con el diáfano vocalista Parker Griggs que arreglaba sus instrumentos. Con un breve tanteo el trío se lanzó como bomba sobre los parlantes, entrando en calor con el tema que da nombre al último disco, «New Beginning», desencadenando una trenza de jams agresivos e intrincados, cuando la guitarra del frontman muta sometida a los pedales. «Death of a Queen» se sostiene en la esquelética estructura de los ritmos de Paul Marrone, quien se mueve con habilidad y soltura cayendo veloz arriba de los tambores. En una presentación de una hora y diez minutos, los originarios de Story City canalizan sus raíces musicales similar a chamanes, al igual que Hielo Negro hace unos instantes. Sin olvidar el musculoso soporte del bajo de Anthony Meier, la improvisación fue el núcleo el asunto hasta el momento coreado de la noche, en «250 miles», de los cortes más queridos del público. Porque a pesar del día energía y disposición sobraba, cerrando a la antigua, una especie de viaje en el tiempo psicotrópico mientras la banda hilvana clásicos como “No Time” y bastantes temas recientes, para cerrar el trance con la catártica «Dreams». Tremendo final de gira.

Setlist Hielo negro:
Cemento
Kaos ahora!
En la ruta
Sin ley ni dios
Quiebre
Hijo del diablo
Viento sabio
Locomotora
Locomotora
Altas mareas
Salamandra
Cabo negro

Setlist Radio Moscow:
New Beginnings
Death of a queen
These Days
Rancho Tehama Airport
The Escape
250 miles
Deceiver
Before it Burns
Last to know
No time
Broke down
Dreams

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