Por Nicolás Morán.

Este domingo tendremos en nuestro país al multifacético y prolífico Roderick David Stewart, Rod para los amigos. El artista ha sido incluído dos veces en el Salón de la Fama del Rock y ha alcanzado el máximo honor que puede acceder un plebeyo en Inglaterra, ser nombrado caballero del Imperio Británico, compartiendo así la distinción con músicos como Sting, Paul McCartney y Elton John, entre otros.

Hace 4 años que Stewart no pisa nuestro suelo, pero vuelve en grande para hacer un concierto que, sin lugar a dudas, promete ser de lo mejor de este verano. La última vez que estuvo acá fue para el Festival de la canción de Viña del Mar, y la primera vez que pudimos verlo fue el 7 de marzo de 1989, abriendo el paso para lo que sería una década de contrastes.

Canciones que van desde el rock hasta el soul, el folk o el R&B son parte de las influencias que pegan fuerte en el estilo del británico. Quien fuera vocalista de bandas como The Steampacket, The Jeff Beck Group y Faces, siendo esta última en la que más brilló. Pero no hay que dejarse engañar, pues se convirtió en estrella por mérito propio, sin dejar de componer ni perseguir sus sueños de vocalista, que se vieron recompensados en 1971 con Every Picture Tells a Story, su tercera entrega en solitario, pero que gracias al sencillo “Maggie May” llegó a ser número 1 en los Billboard Hot 100, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra.

En paralelo, Faces seguía con una buena racha, alcanzado el top británico y una buena posición en las listas norteamericanas, pero este éxito a Stewart le producía desazón, porque le impedía mantener su carrera de solista, y luego de varias peleas con los miembros del grupo, sumado a que Ronie Wood se movía a The Rolling Stones, la banda se acabaría.

Ya en 1974 tenía su quinta producción solista, Smiler, que era, nuevamente un éxito, tanto de ventas como en la crítica, y que en 1975, con Atlantic Crossing nuevamente experimentó el fenómeno que había sido “Maggie May”, pero esta vez con “Sailing”.

Los años 70 serían de los más prolíficos para Rod, ya que con “Da Ya Think I’m Sexy?”, explotaría la cabeza de los medios, y sería, una vez más, un súper hit en ventas y a nivel mediático.

En cambio, los 80s serían una caída en picada de la popularidad y calidad musical, ya que integró sonidos del synth pop y new wave, cosa que no gustó dentro de la industria, pero que de todos modos, le seguiría dando frutos. Si bien recién en 1988, con su décimo quinto álbum Out of Order logró remontar, lo cierto es que el inglés sorprendió a más de una generación y es lo que precisamente los fans estarán esperando este 18 de febrero.

Los 90 estuvieron marcados por varios hitos como su trabajo con Sting y Bryan Adams, para la película de “Los 3 mosqueteros”, su llegada al Salón de la Fama del Rock en 1994, y el récord Guinnes por ser el concierto gratuito con mayor cantidad de asistentes, en aquella calurosa playa de Copacabana. Todo esto contrastaría con su posterior época en la que no veríamos mucho trabajo de su parte, salvo algunos covers y colaboraciones que recién entrados a los 2000 verían la luz nuevamente.

Desde el 2011 en adelante, su camino ha sido ir cosechando sus éxitos de antaño y hacer giras por todos lados, quizás cabe agregar su disco del 2015, Another Country, que pretendió darle un nuevo impulso a su carrera, siendo esto, lo que precisamente nos lo trae de vuelta luego de una larga espera.

No queda más que sentarse, acomodarse y aguardar que nos sorprenda con su estilo único y su voz característica, porque Rod, el caballero, hay uno solo.

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