Silvio Rodríguez en Movistar Arena: ¡No te mueras nunca, maestro!
11 de octubre 2018.

Por Nicolás Morán.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

El cierre del cantautor cubano por la capital fue en un Movistar Arena lleno hasta los bordes, en un concierto íntimo que dio el ancho que se esperaba para un artista de su nivel. En una seguidilla de presentaciones que partieron el lunes, el show de ayer estuvo cargado de emociones y de buenos recuerdos para los asistentes, que se tradujeron en aplausos estruendosos y canciones entonadas desde el alma, junto con algunas lágrimas. Y es que el amorío que tiene con nuestro país es largo, tendido e inalterable.

Con un sonido impecable, que dio el ambiente necesario para una velada inolvidable, a las 21:20 horas el trovador hizo su ingreso, y aunque los años ya se van notando en su andar, su voz es indestructible y nos rememora a tiempos de cambio y revolución, en que los jóvenes de los años 70 soñaban con un mundo más justo. Por lo que muchos de esos jóvenes de antaño estaban ayer coreando, con banderas del “NO” enarboladas, emocionados al escuchar “Yo te quiero libre”, canción que, si bien no es de las más tocadas en conciertos, sí es una de las más potentes en su mensaje, sobre todo considerando la presente lucha que tienen las mujeres por sus derechos.

No es secreto que Silvio es un ser político y un hombre de armas tomar en cuanto a sus tendencias, por lo que en variadas ocasiones hizo alusión a diversos conflictos sociales, pero por sobre todo al empoderamiento femenino y a la lucha feminista. Este tema en particular fue recibido con vítores por parte del público del Movistar, quienes desde el minuto uno estaban rendidos a sus pies; no solo por su discurso, sino que por su lírica y poesía, en una mezcla inconfundible, ya que es un artista que pareciera estar fundido con su guitarra, algo así como un amasijo de carne con madera, sobre todo con canciones como “Santiago de Chile”.

El concierto avanzaba con canciones de la talla de “Jugábamos a Dios”, que fue parte del soundtrack de una película llamada Afinidades (2010) y que tiene una potencia musical tremenda, para continuar rematando con “Quién fuera”, uno de los temas más coreados de la noche, porque habla sobre ese anhelo de ser algo similar a los grandes maestros para poder ser digno de entrar en el umbral del misterio de la persona que nos es significativa.

Entre romanticismo y revolución, continuó la noche hasta que llegaron las composiciones más populares como “La Maza”, “Te Amaré”, “Óleo de mujer con sombrero” y “El Necio”, con ellas la gente estaba eufórica y feliz, desnudando sus corazones ante la poesía del caribeño, que sin lugar a dudas emociona sin importar el nivel de fanatismo, porque es de esos artistas incombustibles, cuya música pareciera no pasar de moda. Por decirlo de alguna manera, Rodríguez es atemporal, por lo que para muchos, representa rebeldía y ganas de cambiar al mundo, que se expresan en aquellas pequeñas acciones diarias que nos intentan acercar a un mundo más fraterno.

Como todo en la vida, llegaba el inexorable fin de la jornada, pero los asistentes estaban más que pagados, porque en cerca de 2 horas y media de presentación, el cubano lo dio todo. Puso sus mejores cartas y cerró con 3 canciones que fueron, sin lugar a dudas, las más esperadas. “La era está Pariendo un Corazón”, “Ángel para un Final”, que fue popularizada por un cover de Los Bunkers y porque se asocia al fallecido animador de TV Felipe Camiroaga, y para terminar con “Sueño con Serpientes”.

La noche acababa, sin embargo, el amor se sentía en el ambiente. Ese amor que acompañará a grandes y a chicos hasta su vuelta. Porque el cariño que nuestro país le profesa al artista atraviesa meridianos y paralelos, instalándose en San Antonio de los Baños, ciudad cubana, cuna del poeta-trovador que, sin importar de qué año hablemos, enamora, convence y remata.

Setlist:
Yo te quiero libre
Tu soledad me abriga la garganta
Judith
De la ausencia y de ti, Velia.
La Gaviota
Tonada para dos poemas de Rubén Martínez
Jugábamos a Dios
Quién Fuera
Eva
El Reparador de Sueños
Tonada de Albedrío
Santiago de Chile
América
Día de Agua
De pronto la tatagua
La Maza
Te Amaré
Óleo de Mujer con Sombrero
El Necio

Bises:
Hoy mi Deber
Noches sin fin y Mar
Ojalá
Pequeña Serenata Diurna
Cuántas veces al Día
La era está pariendo un Corazón
Ángel para un Final
Sueño con Serpientes

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