25 de abril 2025.

Por Rodolfo Galleguillos.
Fotografías por Javier Martínez.

La subversiva banda de monjas visitó nuevamente territorio nacional, en una gira que las hará recorrer nuevamente Latinoamérica después de su exitoso debut el año pasado. Como los conocedores ya deben estar al tanto, el concepto del actual quinteto y su puesta en escena buscan provocar discordia frente a la moral existente y promover la libertad individual y sexual, cuestión que se apreció durante aproximadamente la hora y diez minutos que estuvieron en escena. Claro está que la propuesta también busca ser artística, y el anonimato de sus integrantes va en la línea de mantener este nuevo “culto” vigente.

Comandados por su vocalista, Lilith, la banda empezó a recorrer sus canciones de su primer disco homónimo lanzado el 2023, precedido por una introducción en video de gente haciendo virales en redes sociales y escenas de fanatismo religioso. La crítica a esas banalidades fue inicial. “Forbidden Zone” fue coreada inmediatamente por los fans, que mostraron su apoyo frente a la dificultad sonora, dejando sorprendida a la banda por su enérgica acogida. Rusalka además se encargó de tocar distintos solos de guitarra mientras se solucionaba el asunto del sonido. “Feel the Zeal” y “Be Free” fueron cantadas por el público brindando soporte.

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El show siguió su curso y el derroche de sensualidad de cada integrante siempre se mantuvo a la par con la precisión técnica de las canciones, en su estilo fiel al rock y metal de los ochenta con tintes contemporáneos y una afinación grave y cruda. En uívarios momentos la bajista Nixe acaparó las miradas por su carisma y precisión, haciendo sonar su bajo Warwick más que a la altura de las circunstancias.

Seguían sonando canciones como “Carnal Liberation” y “Make us Proud”, hasta que suena el cover a “Like a Prayer” de Madonna que las ha vuelto populares en internet y el público reafirmó su energía. También ofrecieron un segmento “Tributo” a varios clásicos del metal, que transversalmente los asistentes más jóvenes y mayores recibieron con calurosa bienvenida. La elección fue sabia: “Walk” de Pantera, “The Trooper” de Iron Maiden, “Master of Puppets” de Metallica, “Symphony of destruction” de Megadeth, “South of Heaven” de Slayer y “Laid to Rest” de Lamb of God. El metal sigue vigente.

Para finalizar el grupo terminó con “Father I Have Sinned” y “The Dark Messiah”, que lucieron el desempeño vocal de Lilith y consolidaron la velada, cuyo cierre si bien pareció abrupto, dejó conforme a los asistentes que presenciaron el ritual de este nuevo Dogma. Sonaba el clásico “Tubular Bells” de Mike Oldfield del soundtrack del Exorcista mientras la gente comenzaba a dispersarse después de haber alabado el pecado.

Setlist:
Intro
Forbidden Zone
Feel the Zeal
Guitar solo
Be Free
My First Peak
Made Her Mine
Banned
Drum Solo
Carnal Liberation
Free Yourself
Make Us Proud
Like a Prayer (Madonna cover)
Bare to the Bones
The Tribute
Pleasure From Pain
Father I Have Sinned
The Dark Messiah

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