Banda invitada: Plasma e Hidalgo.
13 de junio 2025.
Por Paulo Domic.
Fotografías por Javier Martínez.
Las guitarras son el instrumento básico y por excelencia del rock y el metal. Seis cuerdas que revolucionaron la música y que hasta hoy son protagonistas de estos géneros musicales que, así como se aprecia, parece ser inmortal y sobrevivir a todos los cambios en las modas a través de sus siete décadas de existencia. Muchos de quienes han tenido la disciplina y talento para dominarlas, se han transformado en leyendas musicales y una de ellas es Marty Friedman, quien tuvo dos fechas en Chile y la de anoche, en el Teatro Cariola, además fue registrada audiovisualmente para ser editada como un próximo lanzamiento como material en vivo.
Chile es un país de grandes guitarritas y tres de ellos acompañaron estos shows de Marty Friedman. En Valparaíso fue el principal de nuestros intérpretes, el pionero Alejandro Silva que abrió el camino nacional. Y anoche en Santiago tuvieron la oportunidad de presentarse Claudio Cordero con su proyecto Plasma y Gabriel Hidalgo, quienes desplegaron su virtuosismo acompañados por sus maravillosos colegas de banda que, sin duda, son excelentísimos instrumentistas chilenos.
Gabriel Hidalgo, con más de 25 años protagonizando la escena local en diversas bandas y con su proyecto personal, se subió al escenario junto a Pablo Stagnaro en batería, Braulio Aspe en bajo y Angeline Bernini en segunda guitarra y voces. Tal como en todas sus presentaciones, el cuarteto ofreció su arte y vanguardia con enorme precisión y total entrega sobre las tablas, pese a que tuvieron muy poco espacio para hacer prueba de sonido. Desde e inicio con “Infragilis” hasta el cierre con “Vernishna” realizaron una corta pero intensa actuación que fue muy bien recompensada por el público con aplausos y vítores.
Luego fue el turno de Plasma, encarnación solista de Claudio Cordero, quien anoche no pudo ocultar su alegría de haber sido nominado a los premios Pulsar como Mejor Instrumentista del año. Merecimientos para obtenerlo, tiene de sobra. Puntos altos de su presentación fueron “Letting Go”, “7 Días” y el épico cierre con “Viaje Astral”, culminando 30 minutos de intensidad y locura sónica en la que, nuevamente y como lo ha hecho a través de un cuarto de siglo en todas las distintas bandas y proyectos en que ha puesto su maestría, demostró por qué es considerado uno de los mejores guitarristas de Chile. Recibió mucho cariño por parte de la numerosa audiencia que a esa hora ya colmaba el teatro.
Al terminar los shows iniciales, se sacaron los instrumentos y amplificadores para revelar las luces especiales que se sumaron para el ansiado concierto de Marty Friedman. A las 22:30, con media hora de retraso, saltó al escenario el cuarteto que hizo estallar de emoción al público. La energía de todos, y que predominó a lo largo de todo el repertorio, fue avasalladora. El norteamericano fue acompañado por la joven Wakazaemon en bajo y voz, el guitarrista Naoki Morioka y el demencial baterista Chargeeeeee…, que sin fue, luego de Marty, el foco de atención debido a su carisma, locura e impresionante nivel en la percusión.
Al emocionante inicio con “Deep End” le siguió la clásica “Angel” de su álbum Scenes de 1992, que inmediatamente fue reconocida y coreada por el extasiado auditorio. La locura metalera se desenfrenó con “Hyper Doom” donde todos se soltaron la cadena. Y más aún cuando interpretaron la parte instrumental de “Tornado of Souls” de Megadeth, donde ejecutó ese solo fundamental que es una de las joyas del disco Rust in Peace y que fue el climax de esa primera parte del espectáculo. Han pasado 35 años y por sus dedos el tiempo no ha corrido. Lo tocó con la misma pulcritud y fuerza de siempre, la misma que llegó tan profundo a tantos corazones y que elevó a Marty a una categoría semidivina de la guitarra.
En palabras del propio Friedman, se pusieron más “románticos” con el segmento en que interpretaron piezas de su último disco Drama. Y ese “romanticismo” no tiene que ver con amor de pareja necesariamente, sino con el musical que forjaron titanes como Beethoven, Schumann o Chopin, quienes entendieron este arte como mucho más trascendente, profundo, subjetivo y libre que los compositores del clasicismo que lo antecedió.
Fueron poco más de 90 minutos de pasión, pero con mayúsculas. Una entrega que difícilmente se puede ver en bandas instrumentales, la cual se exacerba con la juventud de sus miembros y la vitalidad infinita de Marty, que se mantiene por siempre joven. Tras el cierre con “For a Friend”, la banda se despidió y agradeció el gran cariño y masiva asistencia que harán que ese registro en vivo sea inolvidable y muy especial para los chilenos. Friedman nos quiere mucho y por eso era importante para él tener un disco en directo en estas tierras. Estamos seguros que, así como ellos cumplieron con un show impecable, nosotros también lo hicimos como audiencia apasionada, incansable y totalmente entregada a sus ídolos.
Setlist Hidalgo:
Infragilis
Sempuray
Garuda
Lancuyén
Vernishna
Setlist Plasma:
Cas Na Pivo
Outatime
Letting Go
7 Días
Retrospectivas
Psychoswing
Viaje Astral
Setlist Marty Friedman:
Deep End
Angel
Hyper Doom
Amagigoe
Tornado of Souls
Kaze ga Fuiteiru
Tearful Confession
Illumination
Devil Take Tomorrow
Elixir
Tsume Tsume Tsume
Dragon Mistress
Kaeritakunattayo
For a Friend
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