Por Ricardo Olivero.

Hay espectáculos que se anuncian como “imperdibles” y apenas sobreviven al titular. Otros, en cambio, llegan sin pedir permiso, arrastrando décadas de oscuridad, fuego y herejía. Es el caso de “The Unholy Trinity Tour 2025”, una cruzada de metal extremo que no pide fe: exige entrega absoluta. Y sí, el 2 de octubre en el Teatro Caupolicán, tres nombres (cada uno blasfemo a su manera) desatarán un ritual que será mucho más que un concierto; será una ceremonia sin redención.

Lejos ha quedado el Chile que ridículamente censuraba e impedía la visita de Iron Maiden en 1992 por presuntas “asociaciones satánicas”. En comparación, este Chile de 2025 será sede de un congreso demoniaco y anticlerical, con sus exponentes más rabiosos y consistentes en el tiempo, para brindar a todos los amantes del metal extremo una jornada única e irrepetible.

Behemoth: arte negro en estado puro

Comandados por Adam “Nergal” Darski, los polacos de Behemoth llevan años esculpiendo blasfemias con precisión barroca. Su más reciente obra, The Shit Ov God (2025), confirma lo que ya sabíamos: este no es un grupo interesado en agradar. Lo suyo es desfigurar, deconstruir y provocar. Lo hacen con riffs que suenan como si el Apocalipsis se hubiera reescrito en compases de blast beat, y con una puesta en escena que bordea lo teatral, lo sacramental y lo brutal.

Nergal no ha estado exento de polémicas. Conocidas son sus peleas con la iglesia por un lado, que le han valido un par de problemas, agresiones y censuras. Por otro lado, ha recibido la acusación de “vendido” por parte de los fans más puristas del género, al transformarse en una imagen “mainstream” del metal, lo que le permitió ser jurado de The Voice en Polonia en televisión abierta o vender tanto marketing como crea en torno a su banda, como comida para gatos, entre otros.

Sin embargo, Nergal también es un sobreviviente, un luchador que venció su diagnóstico de leucemia y que sigue con nosotros escupiendo odiosidades. Junto a su larga trayectoria de difundir y apoyar al metal más underground desde hace décadas, esto lo convierte en una figura relevante que, guste o no, se ha ganado su trono en las hordas del metal oscuro.

Behemoth no viene a tocar canciones. Viene a presentar un evangelio oscuro, y Santiago será testigo de la evolución de la banda. De sus comienzos más puros de black metal combinados con death, hoy ofrecen una ópera negra que muestra el crecimiento de la banda en lo musical y en puesta en escena, capturando aún más la fidelidad de sus impíos fans y sumando nuevas legiones a su batallón.

Deicide: la vieja escuela, más hereje que nunca

Hablar de Deicide es hablar de historia viva del Death metal. Fundados en Tampa, Florida en 1987, cuna de grandes bandas del metal de la muerte, fueron una banda que se esculpió en los años más viscerales del género. Esto los ha convertido en una de las agrupaciones más destacadas por su agresividad y técnica musical, y también por ser una banda que abiertamente abraza la temática satánica en sus líricas, situándolos siempre como una de las bandas más controversiales, por qué no decirlo, de la historia del metal extremo. Su líder Glen Benton es un personaje que no se interpreta: se encarna. Un tipo que tiene la cicatriz de una cruz invertida caliente que se puso en su frente en la juventud o que dice que el “meet and greet” con los músicos de la banda es para “posers”, no es precisamente el ser más agradable de este planeta. Pero, sin duda, es un guerrero de la oscuridad que, a pesar de bajas sensibles en su line up (como la de los hermanos Hoffman, músicos históricos presentes en sus trabajos más destacados, que dejaron la banda en 2004) ha sabido salir adelante y mantenerse vigente en el tiempo hasta el día de hoy. El último disco de los estadounidenses, Banished by Sin (2024), es una prueba de que el tiempo no suaviza a los verdaderos herejes. Al contrario, los vuelve más feroces.

Benton no se guarda nada. Cada vez que pisa el escenario, parece hacerlo con la intención de demoler toda noción de moral, fe o tolerancia. Y eso (aunque a algunos les duela admitirlo) es arte. Arte extremo, sí, pero arte al fin.

Para esta gira latinoamericana, tras la salida del guitarrista Kevin Quirion, la banda incorporó a Jadrán “Conan” González, guitarrista de EXMORTUS, quien será el responsable de las cuerdas durante este tour.

Recordemos que la última presentación de Deicide en Chile en 2023 en el Teatro Cariola fue un absoluto caos de mosh y blasfemia. La banda presentaba su infame disco Legion de manera íntegra, generando la locura total del respetable público que casi echa abajo la barricada de contención, suspendiendo el recital por algunos minutos. Por lo tanto, ya estamos advertidos de la devoción irreductible de sus fans en nuestro país, esperando una locura igual o mayor a la vivida en su última visita a nuestra capital.

Nidhogg: la serpiente que emerge

Y si Behemoth representa la sofisticación de lo profano y Deicide la violencia ancestral, Nidhogg es la nueva voz del abismo. También polaco y también decidido a perturbar más que complacer, vienen presentando su disco Narcissus, una obra que bebe del black, del industrial y del post metal con una identidad propia: oscura, melancólica y profundamente nihilista.

El proyecto solista del ex vocalista de la banda Wilczyca nos trae esta vez un formato banda para la presentación en nuestro país, teniendo expectante a la fanaticada que quiere beber de nuevas aguas del río de la blasfemia.

Nidhogg no viene a llenar tiempo. Viene a marcar territorio, a demostrar que el futuro del metal extremo no será menos inquietante que su pasado y cerrando un cartel más que atractivo para los amantes del metal más oscuro y satánico del ayer y del hoy.

Recordar también que los encargados de abrir la jornada son la banda nacional Diabolvs, que con su “Old School Death Metal” de temáticas blasfemas y anticristianas, son la antesala perfecta para este evento. Tendrán un espacio para demostrar la calidad del metal nacional, que muchas veces no tiene nada que envidiar a sus contendores extranjeros, brindando, esperemos, una presentación «al hueso» del buen y querido Death Metal.

Con una trayectoria que transcurre desde su formación en 2013, lograron plasmar su primer trabajo discográfico llamado Rite of Consecration en el año 2020. Por lo tanto, su show estará cargado con el material de su EP y también con algunos adelantos de lo que será su nuevo trabajo de larga duración.

Una noche, tres nombres, ningún arrepentimiento

El Teatro Caupolicán ha sido testigo de miles de conciertos, pero pocos con la carga simbólica, sonora y emocional de lo que se vivirá el 2 de octubre. Este no será un show para curiosos ni para turistas del metal. Será una misa negra de tres capítulos, donde la música servirá como vehículo de catarsis, confrontación y belleza retorcida.

Las entradas siguen disponibles por Puntoticket, y el llamado es claro: o entras al templo, o te quedas fuera para siempre. Porque no todos los días se alinean los astros (oscuros) y aparece en tu ciudad una trinidad impía dispuesta a devorarlo todo.

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