Artista invitada: Valentina Maza.
13 de octubre 2025.

Por Eliseo Muñoz.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

El inicio de semana se iluminó con una visita estelar, un espíritu musical proveniente de un continente lejano. Nos referimos a la presentación que ofreció Tigran Hamasyan este lunes 13 de octubre en el Teatro Nescafé de las Artes. Fue una cita muy esperada, con grandes expectativas: una oportunidad única para presenciar el vuelo sin límites de la imaginación del pianista armenio, con sus ritmos complejos, melodías encantadoras e improvisación desenfrenada.

En esta ocasión, Tigran presentó su último trabajo, The Bird of Thousand Voices, publicado en agosto de 2024. Este aclamado disco doble expande su universo más allá de lo musical, incorporando un videojuego interactivo y una obra teatral. Estas piezas narran la historia del príncipe Areg, encargado de la importante misión de encontrar un ave capaz de salvar el reino de su padre, un rey benevolente de la mitología armenia. Con estas presentaciones en Sudamérica, el artista también se prepara para el lanzamiento de su anticipado próximo disco, Manifeste, que se estrenará en febrero de 2026.

La velada comenzó puntual a las 20 horas. Las luces del escenario se atenuaron para dar la bienvenida a Valentina Maza, la artista nacional ganadora del Premio Pulsar 2025. Equipada con su violín, comenzó a secuenciar melodías que dieron forma a un sonido hipnótico y oscuro. En una breve pero cálida presentación, la violinista ofreció una antesala idónea para una noche cargada de emociones.

Pocos minutos después de la emotiva presentación de Valentina, hicieron su ingreso Marc Karapetian (bajo), Arman Mnatsakanyan (batería), Yassai Karapetian (teclados) y Tigran Hamasyan, recibidos con una fuerte ovación del público. Sin mayores preámbulos, los músicos iniciaron con “The Curse – Blood of an Innocent Is Spilled”. La pieza, marcada por una melodía emotiva pero intensa, exhibió la tonalidad de la presentación desde el primer instante: ritmos rápidos, pasajes tenues y una atmósfera casi indescriptible.

Resulta complejo categorizar el sonido de Tigran, pues este fluctúa entre rock, jazz, progresivo y electrónica, sin pertenecer realmente a un solo género. Se manifiesta como un ente individual que circula y pasea libremente entre diversos ritmos y pasajes sonoros. A pesar de comunicarse poco con palabras, el artista agradeció la simpatía y el respeto de los asistentes, quienes no dudaron en aplaudir en cada pausa entre los temas. Fue una gran sorpresa cuando Tigran anunció que tocarían “War Time Poem”, un debut en vivo de una parte de su próximo disco, Manifeste.

El periplo del príncipe Areg continuó con “The Quest Begins” y “Prophecy of a Sacrifice”. Esta última otorgó el ambiente más íntimo y emocional, culminando en “Postlude”, donde los asistentes silbaron la melodía junto al piano. Con su delicado tacto, Tigran emitía sonidos que imitaban gotas de agua al caer, similares a las lágrimas que corrían por el rostro de algunos espectadores, incapaces de contener la emoción.

La presentación parecía haber finalizado tras “Only the One Who Brought the Bird Can Make It Sing”. Los músicos se despidieron y se retiraron, pero el clamor del público, con el alma llena y el corazón ardiendo, logró regresarlos al escenario. La noche cerró con “Red, White and Black Worlds”.

Lo vivido esa noche, más allá de ser un simple número musical, fue la oportunidad de conectar con el imaginario de un artista empeñado en transmitir un mito, en mostrar que hay mucho más allá de nuestro horizonte, e invitarnos a redescubrir lo que la existencia tiene para ofrecer. La música, en este contexto, sirvió como un vehículo para conectar con esa dimensión espiritual que reside en cada uno, una instancia sanadora y muy necesaria para afrontar los desafíos de la vida. Sin duda, ningún espectador se retiró indiferente, ni con el mismo corazón, al cruzar el umbral del teatro aquella noche.

Setlist:
The Curse – Blood of an Innocent Is Spilled
The Quest Begins
War Time Poem
Prophecy of a Sacrifice
Forty Days in Realm of Bottomless Eyes – He Brings Light Into the Soil of Evil
Postlude (After Seven Winters)
The Kingdom
Only the One Who Brought the Bird Can Make It Sing
Red, White and Black Worlds

>>> REVISA NUESTRA RESEÑA FOTOGRÁFICA PINCHANDO EN ESTE TEXTO <<<