Airbourne en Chile: Fervor que no emerge sólo de la comparación
Blondie, 30 de agosto 2017.

Por Jorge Fernández.
Fotografías por Felipe Morales.

Era la noche del miércoles 30 de agosto y todos los gatos seguían siendo negros en Santiago de Chile. El lugar escogido para una alta dosis de lo mejor del heavy metal fue la Blondie. En dicho espacio, se presentaron los australianos Airbourne entregándonos, en poco más de una hora, lo mejor de su novel carrera musical.

El año 2003 fue el punto de partida de esta banda liderada por los hermanos Joel y Ryan O´Keeffe, seres prodigios que iniciaron su relación con la música desde que eran muy pequeños. Airbourne tiene claras influencias de sus coterráneos AC/DC. Guardando las proporciones, parecen haber tomado la posta de su estilo y estética y así lo dejaron demostrado en su primer concierto en tierras nacionales.

Antes de que los oceánicos subieran al escenario, se presentaron dos importantes bandas locales, quienes desbordaron vitalidad rockera, lo que fue retribuido por un público entusiasta y absolutamente respetuoso. A las 20:00 hrs. hizo su aparición Priapo, los que, con temas como “Mujer de Fuego” y “Quiero Rock” encendieron la llamarada de lo que sería una buena dosis de la mejor música. La agrupación terminó su presentación con un cover de “El Aparecido” de Víctor Jara, donde, además, brilló la figura de un muñeco rockero tocando bajo. Inmediatamente a continuación, a eso de las 21:00 hrs. le correspondió el turno a Catoni, quien hizo lo propio con canciones altisonantes de buena factura, donde destacaron “Lejos”, “Todo Tiene Solución” y “La Vida es Rock” por mencionar algunas.

El reloj ya había pasado del momento en que los australianos colmarían con su presencia el escenario. La ansiedad se respiraba en los fanáticos que se habían reunidos en este mítico centro de eventos. Las guitarras estaban afiladas y el sonido aumentado a su máxima expresión. De pronto, se apaga la música ambiente, las luces se vuelven débiles y el ambiente mortecino se hace presente. Los músicos inician su salida magistral, se cuelgan los instrumentos y la explosión comienza a tomar forma. Joel O´Keeffe, como es habitual, aparece con su torso desnudo y la primera ovación del público surge en el primer momento en que su voz y su imagen hacen eco de la innegable influencia de Brian Johnson y Angus Young.

Una a una, van desfilando las canciones que han ido cosechando en estos casi 15 años de carrera. Desde temas de su último disco tales como “It´s All for Rock N´Roll” y “Breakin´ Outta Hell” hasta sus ya reconocidos emblemas, entre los que siempre destacan “Too Much, Too Young, Too Fast”, “Live It Up” y la que da término a sus presentaciones por medio de una catarsis constante: “Runnin´ Wild”.

En el escenario, el concierto se vive a la mejor manera del rock. Las melenas al aire de sus integrantes se mueven al unísono con los rápidos acordes característicos del hard rock. Joel rompe latas de cerveza en su cabeza, las que explotan en el aire y se derraman sobre la fanaticada que desata su euforia con las manos en el aire y gritos ensordecedores, tras cada interpretación.

Airbourne vino para desordenar el gallinero y lo consiguió con creces. No son una banda tributo, sólo se cuelgan la corbata del rock e intentan hacer lo que saben a partir de las influencias que han marcado su vida musical. Todos los que asistieron ese miércoles por la noche quedaron con la sensación de un espectáculo cargado del rock más duro y potente, lo que los catapulta como forjadores acérrimos de una eterna gratitud y una espera anhelante para verlos una vez más.

Setlist
Ready To Rock
Too Much, Too Young, Too Fast
Down On You
Rivalry
Girls In Black
Cheap Wine & Cheaper Women
It’s All For Rock N’ Roll
Breakin’ Outta Hell
Stand Up For Rock N’ Roll
Live It Up
Runnin’ Wild

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