Aterciopelados en Chile: Música para el alma y los pies
Club Chocolate, 23 de noviembre 2017.

Por Johanna Dagnino.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

Club Chocolate volvió a llenarse de vida este jueves para llenar su espacio con flores, luces y música que abriga el alma. Estaba de visita Aterciopelados, la icónica banda colombiana que carga casi 25 años de historia y que nos visitó con su Reluciente y Rechinante Tour. El ambiente estaba listo, preparado por una cálida ambientación en el escenario, el cual desplegaba guirnaldas de luces pasteles, flores y enredaderas. Diversas banderas colombianas ya se dejaban ver esparcidas por el club, se trata de una cita con la identidad, con el sentirse parte de algo que se escapa a los patrones fijados por la cultura occidentalizada y que abraza lo propio.

Son poco más de las 22:30, sube la banda al escenario, Buitrago toma su lugar y comienza la melodía. Andrea Echeverri aparece a los segundos, con una nube gris en su cabeza, con un rayo y con un corazón que ilumina su figura desde el pecho. Es fácil distinguir la estética de los Atercios, tiene el mismo aire único y distintivo que su música, es un proyecto unificado, un todo que permite hacer calzar cada pieza, cada mostacilla, cada instrumento, cada color en el conjunto de sensaciones que genera ver a esta banda en vivo. La noche se abre con “Maligno”, del mismo pecho en el que un corazón brilla se enarbola entre la melodía un saludo a Santiago y la gente reacciona con euforia entre gritos y cantos.

Continúa la noche y los motores quedan a mil cuando presentan una amalgama de ritmos y corporeidad con “Baracunatana”, “El Estuche” y “El Álbum”. Lo de Aterciopelados es música para los pies y la mente, los colores y los brillos se apoderan del escenario: es el brillo especial de la banda. Así se arma el “Rompecabezas” y Andrea Echeverri hace llegar besitos aterciopelados para todos. Con una cámara que juega a ser real, ella saca fotos a una audiencia que sigue el mismo pacto de verosimilitud y posa feliz. Así, llega el momento de recordar la relación profunda entre las culturas colombiana y mexicana, celebrar los puntos compartidos con “He venido a pedirte perdón”, tema de Juan Gabriel que aparece en su última producción, su Reluciente, Rechinante y Aterciopelado (2016).

Es momento de sembrar, y así aparece “Soy la semilla nativa”, tema con el que Buitrago aprovecha de hablarnos de la unión y su importancia: porque nuestros pueblos son muy ricos, hay que unirse para levantar la semilla nativa contra la corrupción. Cada palabra es secundada y celebrada por un público que entiende que estos colombianos no son solo un ritmo pegajoso: son una verdadera declaración de principios y un llamado a cuidar nuestra identidad. Continuamos con “Cosita seria”, se abre una nueva oportunidad para saludar al público que salta y festeja con cada intervención de los colombianos. No sé muy bien si es por su carisma natural o por ese carácter acompasado, esa sensación de energía vital o el melodioso acento colombiano, pero todos nos dejamos invadir por ese mismo estado. Echeverri dice “Colombia rock aquí en Santiago” y la respuesta nace de ese mismo estado: los pies se despegan del suelo en saltos que siguen el ritmo con manos alzadas mientras se corea “cosita, cosita, cosita”

Lo que sigue es, en palabras de su autora, una verdadera terapia. Ella misma plantea que es la primera en necesitar terapia en un mundo donde los likes determinan tu autoestima y donde todos nos exponemos a la vitrina digital. El combo es poderoso: “Yo” y “Yo amo mis piernas”. Se trata de temas de amor de uno a uno mismo, como dice Echeverri, “de mí por mí”, porque “ser mujer no es ninguna broma” pero ella no juega “esa vaina de ser la más sexy” sino que se concentra en aceptarse y en quererse. La consigna es tan clara que es inevitable la celebración del público, quienes ríen y corean cada palabra que saben o que pueden intuir. Para prender la fiesta latinoamericana viene “Re”, tema que estrenó en su Reluciente, Rechinante y Aterciopelado y que está pensado como una suerte de homenaje a Café Tacvba y al disco del mismo título, lanzado en 1994 y que marcó gran parte del proceso que los Aterciopelados vivieron en la grabación de su disco El Dorado (1995). Así, no solo el tema se llama como el disco de los mexicanos, sino que, además, está compuesta en re y posee muchas palabras que inicias, a su vez, con re.

Para despedir la noche, suenan aquellas canciones que son parte del inconsciente colectivo y que forjan los recuerdos de toda una generación: “Bolero falaz”, “Luz azul” y “Florecita rockera”. Es una triada potente que desata la algarabía de un público que ya estaba extasiado. El público es otro integrante, así de fuerte suenan, como si fueran parte de la amplificación. Andrea Echeverri reconoce inmediatamente esta reacción: «Gracias, Santiago, feliz con ustedes de risa me cago”.

Andrea Echeverri tiene un carisma único que te pasa por encima y te deja rendido a sus pies. Entona “Luz azul” con una corona de luces en medio de una ovación. Conversa constantemente con su equipo, con el sonidista que se encuentra en las alturas de las escaleras que hacen de gradería en el club, con sus músicos y con su público. Agradece a la producción porque se nota que “le pusieron cariño a la cosa”. En medio de esta locura dos fanáticos se suben al escenario, uno con la bandera colombiana en su cuello, quien hace la invertida y mantiene la postura en el mismo escenario mientras el otro fanático le declaraba amor infinito a Echeverri. Ella los saluda sin entender con una calidez auténtica. Luego, reparte y proyecta dulces para los asistentes. “Florecita rockera” cierra este momento, mientras resuena en el espacio como manifiesto: “La tolerancia y la justicia espero”.

La banda se retira, pero son ellos mismos quienes llaman a aplaudir: Son de aquellos que solo refleja amor por el escenario, amor por la música, amor por presentarse. Para el encore solo podía reflejarse las ganas de permanecer en el escenario de los colombianos: “Candela”, “A Eme O” y “La Estaca” fueron los temas seleccionados para cerrar una velada única que transitó entre la intimidad que potencia el recinto y la energía latinoamericana que entrega el baile y el sabor colombiano auténtico, no aquél que empaquetan y comercializan, sino el verdadero contacto con nuestras raíces, nuestros ritmos, nuestra esencia. Así puede haber pasado la presentación de anoche; sin embargo, seguimos bailando al ritmo de los Aterciopelados, porque te dejan el ritmo pegado en el pecho, en la mente y en los pies.

Setlist
Maligno
Baracunatana/ El Estuche/ El Álbum
Rompecabezas
He venido a pedirte perdón (Juan Gabriel)
Soy la semilla nativa
Cosita seria
Yo
Yo amo mis piernas
Re
Bolera falaz
Luz azul
Florecita rockera

Encore:
Candela
A Eme O
La Estaca

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