El 2020 marca el retorno de Desierto Sonoro, festival itinerante de música y artes, que llevará a cabo su cuarta versión en Playa Brava de Iquique, al extremo norte del país, y de acceso gratuito para todo el pùblico.

Serán dos días de música, culturas y turismo en la desierto de Atacama -una de las más áridas a nivel mundial- con el compromiso de mantener un ambiente apto para todo público en un marco de respeto, tolerancia y cuidado del entorno natural.

Esta IV edición estará separada en dos jornadas: la primera, del 15 de febrero, tendrá su foco en la música fusión de sonidos electrónicos y andinos, la que ya es una marca registrada de los países del sur de América. Esto tendrá lugar en el Escenario Playa, mientras que en el Escenario Parque se harán demostraciones de otras artes escénicas con representaciones de la cultura local, como Circo Teatro en la Cuerda, Saltimbanqui (Teatro de marionetas) entre otros.

Algunos de los nombres para aquel día son Who & Ito Gronemeyer, Animales de Costumbres, Tambobrass, Frente Tunupa, Derrok y muchos más.

Los diferentes estilos de la música electrónica se tomarán Desierto Sonoro durante el domingo 16 de febrero, congregando a artistas de diferentes tendencias y zonas del país, incluyendo por primera vez a una agrupación de Punta Arenas como un gesto a la descentralización, una de las metas de este evento cultural.

Nico Castro, Andrea Paz, Lluvia Acida, Tito Core, Deep Kontrol, Alisú y Bruxista serán los representantes nacionales en un escenario que cerrará Atom TM, músico y productor alemán de gran influencia dentro de la electrónica en el mundo en sus más de 30 años de trayectoria.

Desierto Sonoro es el primer festival experimental de ocupación de Tarapacá cuyo propósito es incentivar la movilidad de grupos humanos, a través del viaje por los diversos pisos ecológicos de la región. Este año, este evento cultural autogestionado, se realizará de manera gratuita y de libre acceso gracias a la colaboración de Sernatur Tarapacá, la Ilustre Municipalidad de Iquique y de la Plataforma Nomadesert organizadores de esta iniciativa.

La primera versión (2014), fue en La Pampa del Tamarugal y el 2015, en Pisagua. De esta forma sus organizadores plantean la educación medioambiental, patrimonial y multicultural que sienta las bases de la ocupación del desierto, único soporte identitario de la región, creando las instancias para habitarlo en su diversidad, potenciando su herencia cultural.