Bandas invitadas: Vago Sagrado y Yajaira.
7 de marzo 2024.

Por Rodrigo Guzmán.
Fotografías por Javier Martínez.

El esperado regreso de Brant Bjork a Chile finalmente se concretó. Y de qué manera, pues el legendario músico estadounidense trajo consigo lo mejor de su carrera solista, que se extiende desde su primer disco solista Jalamanta (1999) hasta su más reciente Bougainvillea Suite (2022). Si bien el oriundo de Palm Desert había visitado nuestro país con anterioridad el año 2011 junto a Kyuss Lives! para interpretar de manera impecable el influyente cancionero del conjunto californiano, no fue hasta el octubre del 2019 cuando se programó su primera y fallida visita solista, pues la contingencia octubrista obligó a Bjork a posponer su show hasta anoche, casi un lustro mas tarde.

La visita de Brant Bjork estuvo cargada a un sonido ácido que se movió a caballo entre el blues, el punk y la psicodelia, pero antes de presentar sus credenciales, antecedieron al californiano un par de bandas nacionales bien conocidas ya en el medio local. Los encargados de abrir la jornada fueron Vago Sagrado, que gracias un repertorio cercano al noise, el post rock y el shoegaze, entregaron una dosis de ruido y melodía que no dejó indiferente a nadie. Con un sonido poderoso, estridente y cargado de poesía, sonaron de manera rotunda cortes como «The Scroll», «Centinela», «Deep Into The Shadows», «Ciudad Fantasma» y «Flat Rock». De esta manera, la presentación de los nacionales fue una tormenta eléctrica que luego dio paso a otro número conocido por todos los seguidores del stoner rock y géneros a fines: Yajaira. El mítico conjunto santiaguino encabezado por Samuel Maquieira y Miguel Montenegro dio rienda suelta a su tromba sonora densa, sólida y pesada. Los casi treinta años de trayectoria de la banda fueron escuchados con atención desde «Epopeya» hasta «Las Cruces», cuya recepción en el público fue cálida e inmediata. Entremedio sonó la machacada «Muerte Astral», para luego dar paso a «Hormigas», seguida de «Escombros» y la ya mencionada «Las Cruces». De esta manera, el conjunto capitalino demostró que sigue siendo uno de los créditos del rock pesado nacional a pesar de que, en opinión de este comentarista, se les ha visto mucho mas afiatados y estridentes en otras ocasiones.

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Tras la presentación de Yajaira llegó finalmente la esperada puesta en escena de Brant Bjork y compañía. Todo comenzó a eso de las 22.00 hrs. con la interpretación cadenciosa e impecable de «Buddha Time (Everything Fine)», para luego dar paso a «Bread for Butter», «Stackt», «Mary (You’re Such a Lady)» y «Cleaning Out the Ashtray». Tras esto, vino la interpretación de uno de los cortes insignes del californiano, «Let the Truth Be Known», cuya puesta en escena provocó desde el baile hasta el cabeceo entre los más entusiastas asistentes. Luego de presentar material algo más reciente con «Sunshine», vino la puesta en escena de los clásicos «Low Desert Punk», «Lazy Bones», y «Automatic Fantastic», para finalizar con la interpretación de «Too Many Chiefs… Not Enough Indians», «Daze» y «Mountain». A dichas alturas, el público se había entregado con placer e intensidad a lo propuesto por Bjork. Un punto notable fue la abierta admiración y ovación que los asistentes profesaron por Mario Lalli, considerado por muchos como el padrino del desert rock gracias a su aporte seminal al género en agrupaciones como Across The River, Yawning Man y Fatso Jetson. Lalli se encargó del bajo con precisión y contundencia tocándolo con su dedo índice sin más, demostrando así que su renombre no es un invento de un par de fanáticos.

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De esta manera, la presentación de Brant Bjork en Chile vino a confirmar la plena vigencia de un músico imparable, prolífico y que jamás se echó a dormir una siesta en los laureles ni siquiera en los tiempos de pandemia (donde compuso y grabó sus dos últimas producciones) pues viene haciendo música de manera ininterrumpida desde finales de los ochenta, aportando solidez al género que tan bien interpreta. Si bien la propuesta de Bjork no se destaca ni por su innovación ni por su complejidad estructural, interpretativa o instrumental, no cabe duda de que ha logrado la difícil tarea de trascender la impronta de una banda tan influente como Kyuss a punta de trabajo y devoción por el sonido crudo de un rock & roll que ha dado la vuelta al mundo con potencia, ritmo y sinceridad.

Setlist:
Buddha Time (Everything Fine)
Bread for Butter
Stackt
Mary (You’re Such a Lady)
Cleaning Out the Ashtray.
Let the Truth Be Known
73
Sunshine
You Are Free
Trip on the Wine
Low Desert Punk
Lazy Bones
Automatic Fantastic
Too Many Chiefs… Not Enough Indians
Daze
Mountain

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