Por Victor Santibañez.

Cars. ¿Habrá alguien que no conozca esta historia de vehículos animados y humanizados con sus propias ciudades y costumbres? Creo que no. Dicho esto, siento que no hace falta mayor introducción sobre la ahora trilogía de Pixar que partió en el año 2006 y que tuvo su secuela el 2011. Quizás, hay que decir, que es una de las sagas más exitosas del estudio que dio vida a Buscando a Nemo, Wall-e, Ratatouille y muchas más. Estudio que con su sutileza y estilo propio ha sabido reinventar clásicos infantiles de la cultura moderna.

Para comenzar hablaré sobre el ya acostumbrado corto que nos presenta Pixar en cada una de sus películas, una muestra de que el tiempo no es excusa para hacer una gran historia. Trata sobre un personaje llamado Lou (mismo nombre que literalmente da vida a esta animación) que ayuda a los niños de una guardería a encontrar sus “objetos perdidos” y que, en esta ocasión, es el encargado de darle un poco de resistencia al abusador del lugar, un niño llamado J.J. que se la pasa quitando juguetes y haciendo bromas a sus amigos. Definitivamente una gran forma de comenzar esta experiencia que otorga cada película de Pixar antes de comenzar con el plato fuerte.

Cars 3 nos lleva a los inicios. Da una curva en la historia que nos acerca cada vez más a la meta de esta carrera que cumple 11 años, se reinventa y vuelve al ruedo de una forma sencilla y llena de nostalgia. Es una manera de llevar al cine a generaciones distintas, entregando mensajes importantes y entretención en todo momento. Como cuando fuimos niños y vimos Toy Story por primera vez el 1995, hasta que, 15 años después el 2010 presenciamos como se cerraba un ciclo, como se pasaba la batuta a las siguientes generaciones, pero compartiendo la magia, la diversión y el estilo característico de estas películas. Es imposible pensar otra manera de continuar con estas cintas sin esa especie de abrazo y ternura que causan, esa conexión que provocan al irse al centro de sus personajes, haciéndolos entender y crecer de tal forma que vencen lo que sea, de la forma que sea.

Cars 3 es una carrera, un viaje, una pista de 110 min que te quitará las ganas de parpadear, con extremos entre la velocidad y pausas que te robaran el aliento, nos presentan a un Rayo McQueen, obviamente de más edad, disfrutando de lo que mejor sabe hacer: Correr y correr bien, hasta que lo inevitable ocurre, así como en algún momento él fue un novato exitoso, es tiempo de que nuevos competidores aparezcan en la pista. Es así, como nos muestran al novato del año y por así decirlo al rival de esta entrega, Jackson Storm, quién es un corredor de nueva generación que gracias a la ayuda de nuevas tecnologías le hace pasar más de un mal rato a nuestro Rayo favorito, quien debe recurrir a nuevas y viejas compañías para poder seguir avanzando y superarse en este entretenido y difícil camino para su carrera.