Cler Canifru y su disco “K9”: un prodigioso rock

Por Guillermo Ziem.

Cuando oímos rock nacional, rock de verdad, con fundamentos y fibra, es difícil escudriñar músicos que puedan ser transversales a la escena melómana. Este es el caso de la nacional Cler Canifru, quien con formación musical profesional y en su ADN, literalmente se ha paseado por diversas colaboraciones musicales de diversas tendencias, a nivel nacional e internacional, con grandes músicos que no es preciso sindicar en esta nota, pero que gracias a las redes virtuales pueden ser rastreados.

K9 es el segundo trabajo en solitario de Cler, su primer material titulado Posavasos de 2014 fue un álbum promocional que contenía algunas de las canciones que en la actualidad son parte de su disco K9. Es un disco con 8 canciones, en las que se evidencia una amplia variedad de armonías y diversidad en estilos de rock, un álbum perfectamente armado, que nos relata vivencias, emociones, historias de vida. Fácil de digerir y quedar con más de algún ritmo o coro pegado al oído por harto rato.

En su desarrollo vemos que parte con la canción “Buzo”, que con un frenético riff de inicio y acompasada batería y coros, nos cuenta el reflejo de la vida y la comodidad de la languidez diaria de la vorágine en la que generalmente se puede caer.

El segundo corte es “Chaquetero” que, en una mezcla un poco más lenta, no pierde pulcritud en su ejecución, una vez más nos refleja parte de la zoología humana que es muy frecuente y que se ve en el chilenismo. Una canción que inevitablemente es para cabecear al son del rock.

“West Point” es el tercer tema, que es parte también de K9 lo que en algún momento histórico fue llamado Power Ballad, pero en este caso es hecho en Chile y con muy buena factura de elaboración. Un tema fácil de entender, con una historia de esperanzas y reencuentros, Cler nos contó, además, que West Point fue una ciudad imaginaria que su papá les creo a ella y su hermano, en la cual mediante juegos se transfería formas valóricas de vivir.

El cuarto corte del álbum es “Nuestra Imperfección”, un tema cargado de armonías y ejecución instrumental de instrumentos de cuerda, con un final quizás poco previsto pero preciso para la canción, habla de decisiones en conjunto, transversales en las personas.

“Valle de Profetas” es también parte de Posavasos, y en si es una declaración de principios sobre el hacer música y poder mostrarse en el medio. Cuenta cómo “se supone” lleva en lo diario el poder contar con una plataforma que te permita ser y la frivolidad mediática.

En “Bandurrias” encontramos una canción llena de colores de amanecer otoñal y nobles sonidos que nos muestra un reencuentro hacia la naturaleza y el merecido renacer al que todos podemos acceder en la reconexión con uno mismo.

“Escorpiones” es el último track de Posavasos que tenemos en K9, en este caso nos cuenta el desencanto de transformarse en algo que a lo que uno no está habituado, así mismo el cómo aceptamos el mundo en el que nos toca interactuar.

“Of the lights” cierra este misceláneo disco que nos muestra la nobleza de aceptarse como somos y de qué forma nos adaptamos y reconocemos como personas en una sociedad, la mentira y el engaño que son parte de una sociedad en la que simplemente podemos intentar hacer mejor las cosas.

Tuvimos la posibilidad de hablar con Cler sobre su música e inquietudes, esto es parte de lo que nos contó.

¿Cuáles son tus influencias nacionales o internacionales?
CC: Mi principal influencia es todo el rock alternativo de los 90’s (Pearl Jam, Nirvana, Sweed, Oasis), creo que al final las influencias de uno es lo que te marca cuando chico, y yo crecí en esa época. Después le agarré el gustito al 70’s (Pink Floyd, Led Zeppelin, Jimmy Hendrix) y también lo empecé a incorporar. Nacionales, Los Prisioneros, quizás no tanto por la música en sí, pero el hecho que siempre dijeron lo que quisieron y que todo les importara una raja es un poco mi lema a seguir, jajajajaja. También destaco a Kuervos del Sur, de las mejores bandas nacionales que he escuchado en el último tiempo.

¿Qué te llevó a hacer música?
CC: Creo que venía por genética. Mis padres se dedicaron a la música en su juventud, después siguieron otros caminos pero yo seguí. Desde que tengo uso de razón, ellos siempre me inculcaron el amor por este arte, y yo prendí. En general soy una persona bien dispersa, y muchas veces dejo cosas sin terminar porque me entusiasmo rápido con otra cosa. Pero en la música es todo lo contrario. Es la única certeza que siempre he tenido, que quería hacer esto 24/7.

¿Has sentido de alguna forma diferencias por género en el mundo del rock?
CC: Claro, muchas veces. Y no es algo que me pase a mí no más, si no que a todas las chicas que conozco que nos dedicamos al rock particularmente. Si te fijas, en las radios por ejemplo, tarde mal y nunca ponen bandas de rock lideradas por mujeres, y no creo que sea porque son malas. En festivales de rock pasa lo mismo. Siento que si una no compone baladas rosadas de amor, lo más complacientes posibles, entonces no vale. Pero todo esto creo que ocurre a un nivel inconsciente. No es algo que se haga pensado, simplemente es así y nadie se lo cuestiona. El otro día me fijaba en unos post con respecto a un artículo mío, que mucha gente me tiraba mala onda de que yo tocaba mal porque no hago barridos, ni tapping, ni cosas muy técnicas. A mí me gusta Jimmy Hendrix y Gilmour jajajaaja, pero insisten en meterme al saco de guitarristas progresivos.

¿Cuáles son tus planes musicales a futuro?
CC: Este año fue de mucha promoción para el K9, y quedé muy feliz con el resultado y el sentir que la gente quería tenerlo, comprarlo, que fueron a verlo a las tocatas. Ahora estoy empezando a componer para un segundo disco, el cual espero lanzar a mediados del próximo año. Este primer disco, el K9, es un poco ácido en cuanto a sus letras, es bien sarcástico, con hartas observaciones de ciertas conductas sociales. El segundo disco creo que será más “íntimo” jajajaja, quizás sea un poco ás retrospectivo y que hasta incluso, haya alguna power balada de amor.

Cuéntanos del nuevo single de K9, y dónde podemos conseguir tu material.
CC: El single se llama “Valle de Profetas”, será el tercer y último single del disco. Habla un poco acerca de los curas gaticas y de la gente que intenta sobreponer su moral como superior a la tuya. Al final todo el mundo se siente con derecho a darte lecciones de vida, incluso hasta yo misma lo he hecho, y es una crítica a eso. El disco está disponible en Bigstore, tienda The Knife en el Eurocentro, y Portaldisc. Y próximamente estará toda disponible en las plataformas de música como Spotify, Itunes, etc. De hecho, el lanzamiento de este nuevo single va de la mano junto al lanzamiento del disco por estas plataformas.

¿Quienes colaboraron en tu disco? Cuéntanos de tu banda.
Tuve el honor de contar con dos tremendos bateros, Cristóbal Orozco, que grabó la mitad del disco, y la segunda mitad la grabó Nacho Almarza, que es mi batero actual. Los bajos fueron grabados por Carlos Cid (bajista de FHT), que también produjo el disco y compusimos juntos algunas canciones. Nacho Burgos en guitarras, y, actualmente en bajo está Juan Francisco Meza, más conocido como Pipilco. Una parte del disco fue grabada en estudios Stipicic, junto a Pablo Stipicic quien también produjo el disco, y la segunda mitad en Estudios Agartha, junto a José Jara.

¿Qué más quieres hacer musicalmente?
CC: Seguir haciendo canciones y no cerrarme a nada, es decir, si quizás en algún momento encuentro que sonaría bien una ocarina en alguna parte, o si me dan ganas de experimentar algo más electrónico a lo Radiohead, o a lo Dynamo de Soda, todo bien. Me gusta explorar distintas cosas.

Puedes encontrar el disco de Clear Canifru en Portaldisc, en el siguiente enlace: http://www.portaldisc.com/disco.php?id=12474