Como Asesinar a Felipes en Sala Metrónomo: Modelo para armar (y desarmar)
13 de julio 2019.

Por Rodrigo Guzmán.
Fotografías por Felipe Cabrera

Es difícil hablar de Como Asesinar a Felipes y no caer en el lugar común. Todo lo que se pueda decir de CAF termina ligado al adjetivo “experimental” en algún momento. Y esto no es culpa de la pobreza mental del escucha, sino de la destreza de los propios músicos que conforman esta agrupación, quienes procuran una y otra vez interrogar los confines del sonido. Es la marca de estilo de los oriundos de Santiago, marca que se advierte en cada uno de sus álbumes, desde su disco homónimo Como Asesinar a Felipes (2008) hasta su último trabajo de estudio Naturaleza Muerta (2019), cuyo lanzamiento se concretó anoche en el corazón pleno de Bellavista, ubicado en esta ocasión en la Sala Metrónomo.

Todo comenzó a eso de las 22:30, cuando en medio de las luces y sombras proyectadas en el escenario, aparecieron las figuras de algunos bailarines que presentaron una intervención sombría y de inspiración urbana, tal como los Felipes se observan cada vez que se les presta atención. Dicha intervención anunció la tónica de la jornada, pues la densidad de y en el sonido es un elemento transversal en el nuevo disco de CAF. Esto es lo que no cambia, pero hay otras cosas en los Felipes que sí cambian, como por ejemplo la interpretación exclusivamente electrónica de los cuatro primeros cortes: “Formo Parte de un Engaño”, “Ya Llegó”, “Caen”, “Alerta Roja” e “Influencia”, fueron puestos en escena a punta de beats y sintetizadores por parte de los músicos, apostados entre el público bajo el escenario. Un mensaje que pudo leerse como la escenificación más de una idea que de un deseo: el goce de la música nos iguala, nos hace mirarnos como iguales, a la misma altura. Si bien lo electrónico dotó de cierta corriente a lo hecho por CAF, es indiscutible que la conjugación batería-bajo es la columna que todo lo posibilita en este colectivo y, por tanto, lo que el fan de los nacionales espera oír.

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Tras la novedosa revisita en clave electrónica de sus propios temas, vino la interpretación de “Días Oscuros”, corte que cuenta con la participación de Camila Moreno, quien efectivamente subió al escenario para suministrar una lóbrega melancolía articulada a partir de la fragilidad vocal que puso sobre la composición. “Disparan (Fill the skies)” continuó la muestra del nuevo álbum, caracterizado por contener una cantidad ingente de recursos. Colaboraciones, beats, sintetizadores, percusiones, spoken word, a cargo del poeta mapuche David Añiñir y toneladas de delay en voz, bajo y vientos, fueron los elementos que interactuaron lo largo de la jornada. Dicha interacción no fue armónica, elemento secundario en la propuesta de CAF, sino más bien caótica. Todos juntos, cada uno en una métrica propia que mutó constantemente de un momento a otro, fue el elemento desafió una vez más la concepción mainstream y light de la música, que la advierte como un mero objeto de goce y bienestar. El caos montado a ratos por Como Asesinar a Felipes sugirió una lectura clara: ante tanta música ordenada según ciertas armonías y melodías repetidas ad nauseam, los Felipes plantean su visión y oposición de manera radical, con un ruido estructurado de otra manera, con un sonido que fomenta un caos controlado antes que una armonía artificial. Esto se refleja en las palabras de Koala Contreras, quien hace un par de días atrás aseguró en entrevista que “Todos [están] hablando de festejo, de goce. Cosas distractoras hacia la realidad. Estamos escuchando y viendo mierda, y resulta que tenemos la cagá”. Tan enfático como la música de CAF. Y tan incendiario como el corte “Síguela”, que en su versión de estudio contó con Álvaro España para apoyar esos versos tan suspicaces: “Sube la bencina, la micro, no sube el sueldo”. Junto a esta, se incorporaron “Nada más, nada menos” y una versión extra psicodélica de “Ya perdimos la Paciencia”, apoyada en el delay de los vientos y la extensión de las notas, desprovistas ahora de los silencios que en el rhodes de Marcos Meza se sucedían junto a las mismas.

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Hace 8 años atrás tuvimos la oportunidad asistir al lanzamiento de Colores y Cadáveres en Matucana 100. Hoy asistimos al lanzamiento de Naturaleza Muerta y nos quedamos con una sensación cierta. Tal como lo planteó Heráclito de Éfeso hace 2500 años atrás, donde todo fluye y todo cambia, donde nada permanece, los Felipes se hacen parte de un movimiento que busca un constante transitar que, a la vez, define justamente una estética que no cambia y que se mantiene fuera de los círculos de la comodidad musical.

Setlist:
Formo Parte De Un Engaño
Ya Llegó
Caen
Alerta Roja
Influencia
La Verdad Fundamental
Días Oscuros
Adaptarse, Cambiar O Desaparecer
Disparan (Fill The Skies)
Los Misterios De La Naturaleza
Busca La Paz
Nada Existe Aisladamente
Ha Vuelto A Pasar
Pájaros En Contra
Ya Perdimos La Paciencia
Exterior (Parte I)
Síguela
III
Nada Más, Nada Menos

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