Por Diego Calderón.

La última placa de la banda nacional Electrodomésticos se titula Mirar la Luz, lanzada el día 6 de marzo de 2024 y será oficialmente presentada en vivo el día 11 de mayo en el Teatro Oriente. Muestra de una evolución musical coherente, con sonidos limpios y directos en atmósferas electrónicas. Todo esto nos lleva a un viaje catalizador de energía con un mensaje de profunda esperanza.

Con su actual formación liderada como siempre por Carlos Cabezas (voz y guitarras), Edita Rojas (batería), Masiel Reyes (bajo) y Valentín Trujillo (teclados y arreglos), Electrodomésticos nos entrega un material lleno de energía, intrigante y con emocionantes pasajes que se hacen imprescindibles.

Pudimos conversar con Carlos Cabezas, líder de la agrupación. Todo el detalle a continuación:

Carlos, gracias por tu tiempo. Para partir cuéntanos cuáles son tus sensaciones que te ha dejado este nuevo trabajo terminado, el sexto álbum de la banda.

Estamos muy contentos con el disco en general, porque ha refrescado un poco el trabajo que hacemos, que es algo que buscamos. Hace tiempo no publicamos, hace como 6 o 7 años que salió Ex la Humanidad, entonces hay una energía distinta. Está la base de la Edita con la Maciel, que le da una energía distinta también, entonces hay cosas que nos han gustado harto el resultado final del disco.

Además, hay un contexto específico de donde aparecieron las canciones. La pandemia y post estadillo social, que fueron situaciones sociales bien intensas y que naturalmente en todas las reflexiones artísticas aparecieron ideas, emociones y sensaciones que están medias perdidas en términos sociales. En general, uno se va en la ruta personal cuando haces canciones. Sin embargo, este disco tiene un contexto mucho más social, más comunitario en cuanto a las reflexiones. En la pandemia estuvimos enfrentados a la muerte, a perder a seres queridos. Son cosas que te hacen repensar, reflexionar muchas cosas desde términos personales hasta cómo nos organizamos como sociedad, a valorar ciertos trabajos que antes no valorábamos, ciertos oficios y a valorar el hecho de que para que uno esté bien, para que uno le vaya bien, tiene que irle bien al otro también, que es algo que está medio perdido en términos sociales. Estamos educados a ser competitivos, a ser el winner y todo aquel tipo de orientaciones que tenemos desde ciertas culturas del norte o de donde sea.

La cosa es que las reflexiones que aparecieron aquí son distintas y también el hecho que todo esto bajara a canciones súper sencillas, simples, directas, bien al grano, pero manteniendo la curiosidad permanente que tenemos sobre la sonoridad y la mezcla de lenguajes, de sonido. Estamos muy contentos y hemos recibido muy buena retroalimentación, desde las entrevistas, por una parte, desde el público por otra. Hay una buena sensación y se entiende bien la narrativa del disco, han habido comentarios que valoran el hecho que es un disco que dura adecuadamente como para tener esa sensación de escuchar un disco entero, por ejemplo. Estamos muy contentos y muy entusiasmados trabajando para la presentación del disco en el Teatro Oriente en mayo.

Profundicemos un poco respecto al título del álbum, Mirar la luz, este ¿tiene que ver precisamente con lo que decías del período pandemia y post estallido social, o también se relaciona con este sentir colectivo al que hacías referencia?

Tiene que ver con este sentir colectivo. Hay una canción en el disco llamada “Después de muerto”, que, metafóricamente hablando, se trata de entender el momento después de la muerte como un momento de renacimiento, de un remezón, que haya un aprendizaje muy intenso, contundente. El Mirar la Luz aparece desde de un lado esperanzador respecto a todas estas experiencias, que deberían iluminarnos un poco en el camino humano. Estamos súper enredados en muchos aspectos y probablemente el día a día nos dificulta tener perspectiva existencial sobre nuestra sociedad, pero sentimos que hay una luz de esperanza, y que todo esto puede aclarar un poco ciertas cosas y que pueden dejar entrar luz en nuestras vidas.

Al hablar del proceso compositivo de este disco, encuentras alguna diferencia o alguna continuidad en relación a los discos anteriores de Electrodomésticos, o también respecto de tus discos como solista, o incluso de los otros proyectos que has tenido

La manera de componer se mantiene como lo hemos hecho desde siempre. Armo un poco estas maquetas y con Valentín trabajamos la producción musical. Estas maquetas aparecen bien brutas y Valentín les da una guía musical. Por ahí buscamos una narrativa para cada tema, algún relato. También tuvimos ayuda en producción de Andy Abarzúa y Tomás Pérez en la última etapa.

Luego de armar estas maquetas empieza el trabajo de la batería y el bajo. En esta oportunidad, hay algo distinto a los discos anteriores, en el sentido que Evita y Maciel se lo tomaron muy a pecho el desafío y se encerraron un par de semanas con las maquetas, buscando el detalle, el lenguaje. Fue un trabajo muy interesante que hicieron ellas. Maciel viene desde un lado más punky y se prestaba bien con estas canciones más directas. Y nada, se armó esta base que le da una contundencia a la fundación de los temas en el disco.

Fue un proceso creativo bien entretenido. Sentíamos que el lado tan intenso desde donde salieron las reflexiones, las letras, las canciones, necesitaban un trabajo creativo en la producción musical contundente. Escuchar estas maquetas te llevaba un trabajo muy motivante. Dimos hartas vueltas con algunas cosas, nos entretuvimos harto buscando distintas maneras en algunos temas, buscando lenguaje. Al final creemos que está la base de los Electrodomésticos en términos de lo que han sido ciertas características sonoras y ciertas búsquedas sonoras. Creo que mantiene el nivel de energía que es una preocupación que siempre hemos tenido, de no ir decayendo en energía en el tiempo, no ponernos melancólicos, y que sea muy actual y que estemos conectados con lo que sentimos ahora y no auto condescendernos con algunas cosas que hemos hecho antes o que la gente puede esperar. En general, no hay estrategia en lo que hacemos, tratamos de producir un espacio para que la música parezca bien honesta, bien visceral y bien intuitiva. Por eso las letras aparecen al final, a partir de las melodías que aparecen dentro de estas maquetas, dentro de estos espacios musicales que son las canciones. Hay canciones que al ratito ya se mandan solas, y te van indicando más o menos por dónde ir, y es algo bueno porque vas descubriendo, va de la mano con el asombro, la curiosidad, con todas esas características que son fundamentales. Tiene mucho que ver con estas sensaciones que tenemos como cabros chicos cuando estamos jugando, que está el asombro, la curiosidad, en investigar y meter las manos por todos lados, porque al final tiene mucho de juego esto, y es el juego el que permite que salga una expresión musical bien honesta. Tratamos de dejar todas las astucias y la estrategia de lado para que salga algo que comunique muy directamente. Ese es el lenguaje que hemos desarrollado en todo nuestro trabajo, buscando aprovechar al máximo eso que tiene la música de conectar emociones y sentimientos como ninguna otra cosa la hace entre los seres humanos. Es como bien curioso. Estamos todos en un recital, no nos conocemos, pero estamos todos re conectados, porque todos sentimos lo mismo y eso es un espacio increíble en el que puedes confiar mucho como expresión humana. Nos conecta de otra manera. Y nada, mucho de juego en todo el proceso.

Precisamente respecto a este lenguaje sonoro de algunas de las canciones del disco, específicamente en la canción “OH!”, el segundo tema del álbum, que tiene unos sonidos al inicio y al final de la canción que emulan esta onomatopeya y que le da el nombre a la canción. Nos gustaría saber de dónde viene eso, si hay alguna influencia específica o de dónde surgió esta idea.

De acuerdo con lo que te hablaba recién, yo no me acuerdo de dónde salió eso. Salió ahí en el juego, cachai. No es que venga la idea de un lado. No recuerdo cómo salió. Cuando se trabaja así, el punto incómodo para uno es cuando te preguntan, porque uno realmente no sabe. Uno entra como en catarsis cuando estás tirando cosas, buscando por distintos lados, y de repente aparece algo, te entusiasmas y sigues, pero no viene de ningún lado especial, salió ahí en la incandescencia del trance.

Hablabas también de no ponerse melancólicos o quizás auto condescendientes con lo que ustedes hicieron anteriormente como banda, pero también existen en este disco justamente dos baladas, «Pies descalzos» y «Los niños buscando el pan», que son precisamente los únicos temas del disco que no tienen instrumentos de cuerda, sino que todos provienen de la electrónica. No sé si tiene algún mensaje adicional o propósito que justo estas canciones que son menos energéticas tienen este lenguaje particular, a diferencia de las otras que como tú bien decías, el bajo y la batería están bien presentes.

Desde “Detrás del alma” o “Canción Azul”, hay un espacio como que flotas en la electrónica, que se ha ido desarrollando en el tiempo y que estas dos canciones van por ese lado. Es un espacio en el que uno se siente cómodo. Ahí aparecen otras cosas, como que las palabras se entienden más y las ideas que aparecen como que se dibujan mejor. Creo que es un espacio que se ha ido desarrollando, que es parte de nuestro trabajo y quizás tiene que ver con este cariño por la electrónica que hemos tenido desde el inicio, de buscar esas sensaciones, pero en una electrónica más flotante. Este disco es como más simple en muchas de sus características, versus los discos anteriores, que tienen mucha información, y estos temas específicos tienen atmósferas más sencillas, como que se dibujan más claramente creo yo, y que ayudan a relatar. Quizás tienen algo de cinematográfico. Uno entiende que los distintos lenguajes se entrecruzan sin que uno se dé cuenta, y esa es la gracia. Tengo la sensación de que los lenguajes narrativos de la música para películas o para series, de alguna manera se entrecruzan con lo que hacemos con los Electrodomésticos. Me gustan esos cruces, sobre todo cuando no te das cuenta cuando aparecen. Entonces puede que tenga que ver con estos dos aspectos, que intuitivamente buscas un camino que tenga un relato, que tenga una narrativa por una parte, y por otra parte, este disfrutar de las texturas electrónicas y de las atmósferas electrónicas, que producen una sensación en el cuerpo que te mete en un estado de escucha especial como para ciertas reflexiones, ciertas líricas, ciertos textos que aparecen ahí.

Y en relación a eso mismo, al lenguaje sonoro de este disco, queríamos saber que piensas de que habitualmente se cataloga a Electrodomésticos como una banda de rock industrial o alternativo o medio electrónico. No sé si te gusta esa clasificación o si te sientes cómodo con eso, y si este disco también calza con esa descripción.

En general uno entiende la necesidad del hashtag hoy en día, de etiquetar todo porque así las búsquedas funcionan más rápido y la gente puede llegar más rápido a ti, eventualmente, dentro de la cantidad de información que anda dando vuelta. Por ejemplo, Spotify, que es como el destino de muchos músicos para exponer su trabajo, finalmente estás en un lugar donde hay millones de músicos y entonces ahí funcionan los hashtags. En general estamos lejanos de interesarnos en definirnos desde un estilo específico. Eh… sí, rock industrial puede ser, que sé yo. Pero en general todas estas clasificaciones, que uno las entiende en términos comunicacionales, no están para nada dentro de la atención sobre lo que hacemos. A lo mejor lo hacemos a propósito para poner en problema a los periodistas (risas). No es interesante para uno buscar un hashtag específico que sea muy ingenioso. Más de alguna persona, algunos músicos, nos han dicho la suerte que tenemos, en el sentido que podemos hacer lo que queramos, y que precisamente eso es lo interesante. Hay lenguajes muy distintos que se cruzan, que vienen de distintos lados. Incluso, hay otros temas que han aparecido desde las películas como “Has sabido sufrir”. Entonces, lo que nos interesa es salirnos de toda esa clasificación, aunque eventualmente el trabajo que haces sí puede ser clasificado desde ciertos ángulos. No sabría cómo describirte, ir más dentro, esto es esto con esto, el hashtag sería demasiado largo.

Respecto al estilo musical de Electrodomésticos, si bien es difícil catalogarlo, podrías hacer una descripción de la evolución que ha tenido el sonido de la banda desde sus inicios en los ochentas hasta el día de hoy. Puede ser a nivel compositivo o también de producción, porque, por ejemplo, no es lo mismo el sonido de la caja de la batería en los años ochenta, que la caja de la batería que escuchamos ahora en 2024. La producción misma es distinta, el sonido es distinto. ¿Cómo ves tú la evolución del sonido de la banda?

Bueno, el primer disco Viva Chile partió con estas primeras incursiones en la electrónica, con estas baterías, se usaban unas cajas de ritmos al principio, después las programables, las sequiential circuits. El segundo disco fue el primero donde hubo una especie de producción musical externa, que fue Hernán Rojas. Ahí se articuló con un sentido más musical. El primer disco fue más ejercicio te diría yo, era un juego básicamente, era poner lo que tú escuchabas en tu banda sonora diaria sobre estas bases. Creo que se fue haciendo un poco más complejo el sonido a medida que íbamos aprendiendo a jugar con estas herramientas que iban apareciendo, que fueron las que nos posibilitaron hacer el trabajo. Nosotros no estudiamos música, nos aprovechamos de estas tecnologías que iban apareciendo en el momento que éramos adolescentes y podíamos desarrollar todo ese ímpetu en estos nuevos sonidos que eran muy novedosos, eran sonidos que primera vez sonaban en el planeta. Fuimos aprendiendo a cantar, a escribir. En La Nueva Canción Chilena aparecieron canciones de películas. Veníamos de harto tiempo de no sacar un disco. En Se Caiga el Cielo y en Ex la Humanidad creo que nos entusiasmamos mucho, demasiado quizás, con ciertas sonoridades industriales. Bueno, esto de la energía que comentábamos antes, fue haciendo más energético el sonido, más estridente quizás en algunos casos, más bien agresivo en algunas oportunidades, quizás con mucha energía. Dentro de todo esto hay un aprendizaje musical en términos de lenguaje, entonces se han ido limpiando un poco ciertas atmósferas en las que nos metíamos con demasiado entusiasmo en la energía sonora. En este último disco, que tiene toda esta energía, creo que hay una articulación más limpia, más sencilla, más clara y me gusta eso, más cercana a la canción. Quizás se ha limpiado un poco esa energía que puede tener la misma intensidad pero que es un poco más limpia y con una articulación, una arquitectura más clara. Pero todas estas preguntas debería estar haciéndolas yo a ti, cómo ves tú la cosa, porque uno tiene mil puntos ciegos respecto a lo que uno hace y es como defensa propia creo yo. Es bueno para uno tener opiniones desde afuera, porque los puntos ciegos te protegen de no entrar en un auto análisis sobre lo que haces porque uno tiene susto que se vaya a ensuciar la cosa creativa.

Es interesante saber el punto de vista del compositor. Cuando uno ya tiene el resultado hecho, ver cómo fue el proceso, cuáles fueron las influencias o de qué se alimenta uno para poder hacer estas canciones y estos discos finalmente.

Uno se alimenta de todo lo que absorbe. Por eso a mí me gusta estar en la calle, ando en metro, creo que estar con gente hace muy bien para que aparezcan estas reflexiones. Ser muy curioso con lo que sucede, me leo todas las noticias, trato de saber todo lo que sucede. Uno tiene un interés en el humano que te hace estar atento a todo lo que sucede. En el proceso creativo todo eso aparece de manera fantasmal, pero aparece. Dentro de las articulaciones internas que cada uno tiene para expresar artísticamente algo, algún tipo de reflexión. Entonces, cuando te pones en modo de componer y te dejas un período para eso y te metes en ese trance, ahí aparece todo lo que absorbiste antes. No es que las ideas se te ocurran ahí. No es que viste un titular y quieres hacer algo sobre ese titular. No. Es la acumulación de todo lo que absorbes, de todo lo que viste, si fuiste al cine y viste alguna película o si fuiste al teatro. También cómo nos comportamos como humanos aquí en nuestra ciudad. Creo que esa es la manera cómo suceden las cosas en términos del proceso creativo.

Para ir cerrando, ¿cuáles son los planes para la banda? Háblanos de la promoción del disco

Tenemos esta presentación el 11 de mayo en el Teatro Oriente, que es la presentación oficial del disco. Estamos trabajando en eso. Normalmente el recital de lanzamiento de un disco es algo que nos entusiasma mucho, intentamos hacer una buena puesta en escena. Queremos tener invitados para compartir un poco el escenario. Estamos viendo si podemos hacer algún tipo de sonoridad distinta, indagando en estos sonidos inmersivos que andan dando vuelta ahora. Tenemos un equipo de gente con el que desarrollamos una especie de guion para que sea una buena experiencia, con un componente visual bien fuerte. Trabajamos con los Trimex hace mucho tiempo en eso. Con Rodrigo Sepúlveda, que es director de cine, hacemos un diseño de puesta en escena, que haga una buena experiencia. El 8 de junio es en el Teatro Municipal de Quilpué y el 14 de junio en el Teatro del Bío-Bío en Concepción. Hay ganas de tocar en otros lados también, nos gusta salir a regiones a tocar, a mostrar lo que hacemos.

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