Por Ignacia Gutiérrez.
Un imprescindible de la música chilena de la última década y un nombre obligado para la escena de la música alternativa chilena es Cristóbal Briceño, quien se ha ganado su lugar en la música como fruto de su incansable trabajo tanto en solitario como en formato grupal, y es que Ases Falsos, Fother Muckers, Dúo Niágara, entre otros son parte del vasto repertorio del multifacético músico cuyos orígenes viajan desde el sur del país, en la región de Aysén hasta el Valle de Colchagua, y que lo han llevado a abrir puertas a las nuevas generaciones con sus producciones en grandes festivales y recurrentes sold out.
La música de Briceño es un mosaico de estilos explotan los límites creativos, consolidándolo como uno de los músicos más influyentes de su generación. Hoy, con 40 años, y cerca de medio millar de canciones grabadas tenemos la posibilidad de repasar lo que ha sido construir una historia en la música chilena y su formación actual de solista acompañado con el grupo Crisis. En entrevista con nosotros, hablamos sobre su presente, próximos lanzamientos, tocatas, su trabajo cinematográfico y su versión de fanático.
¿En qué está Cristóbal Briceño? ¿Cuál es su presente? ¿Qué trama?
El presente, ahora evadir la enfermedad lo más posible por alguna razón en invierno recibo mucho más pega que en verano y se me está dando toda la gente enferma, entonces estoy como medio modo Matrix, evitando los resfríos, las enfermedades respiratorias, principalmente tengo a mi hija enferma ahora, mi señora que es un roble pero justo ahora está con otro tema de salud que no es respiratorio. Entonces el presente es una lucha por la salud que también es lo más importante, lejos lo más importante en la vida es la salud, uno, dos, el tiempo, tres el dinero, no por una razón afectiva sino como un medio para sustentar las otras dos cosas que están por sobre el que son el tiempo y la salud, o sea, entonces, a veces cuando yo digo esto me preguntan y el amor yo digo, bueno, el amor llega solito cuando están esas otras tres cosas funcionando.
Hace poco estuviste tocando como solista con el Grupo Crisis. ¿Qué se te viene con el proyecto? Sabemos que estás por salir a México, Chillán, Conce en las próximas semanas
Así es. Con los Crisis específicamente tenemos en el corto plazo, ya en el 8 de agosto en Chillan, que es un lugar, no sé cómo decirlo, pero es difícil, siempre es difícil, al final me termina yendo bien, pero a un costo emocional para poder vender la entradita. Además voy mucho porque tengo una ligazón sentimental en la zona, tengo muchos amigos, pero la gente es durísima.
Como te digo, al final siempre se termina llenando el boliche, pero no es de manera natural como en otras ciudades como Puerto Montt o Temuco, donde me va bien altiro, pero a donde voy poco por una cuestión logística, nomás que me queda muy lejos.
A Chillán meto a los monos en el auto y yo en el auto como un papá. El viaje es de 4 horas, entonces completamente abarcable, abordable. Concepción bueno es otro tema porque al ser una ciudad tan grande, el concierto también es más grande y bueno, también supone un esfuerzo de promoción y logístico importante, aunque con eso me está ayudando motor que es una oficina con la que estoy trabajando y en términos discográficos estoy un poco atrapado porque uno más de los muchos clichés en los que he caído a lo largo de 20 años de música estoy con un problema contractual con la agencia que manejaba mis derechos. Entonces estoy tratando de zafarme de este contrato, un contrato que ya ha sido violentado muchas veces y entonces no he podido sacar cosas nuevas en varios meses y eso para mí es nuevo, es raro, es incómodo. Y me parece a mí que no es muy justo, tampoco con todo lo que yo le he dado a esa agencia.
Le pasó a todo el mundo y me está pasando a mí ahora. Y no bien resuelva ese problema voy a poder sacar cosas que están ahí, esperando principalmente la que me da más pena que no salga todavía es un una antología, se podría decir, que armé por mis 40 años, yo cumplí 40 años este año.
Una antología que se llama 40 mejores grabaciones. Que funciona como un compilado, pero en realidad no, bueno si, un compilado de mi, de mis discos, de mi trabajo solista, pero está todo remezclado, remasterizado también obviamente, e incluye también material inédito.
Diferentes tomas de los temas, nuevas versiones de un par de ocasiones y también dos canciones que son nuevas, entonces tengo ese ese disco preparado con un disco doble, obviamente que son 20 y 20 temas. Lo hicimos con Diego Peralta, con mucho, mucho amor y con mucha conciencia. Y estoy esperando que se resuelva lo contractual, tengo también una canción en la que participé con un proyecto de heavy metal acá en Limache que se llama Vortice un tema hermoso que también quedó ahí esperando resolución de terceros. Eso es lo que da lata que al final lo que supuestamente es más noble que son las canciones queda supeditado a las voluntades y a la falta de voluntad de usureros weon y este ha sido 1 año en el que he juntado mucho resentimiento contra todo esa raza de gente que corta la cola, que vive de cortar la cola. Yo te paso esto de acá lo voy a poner acá y después esta wea y en realidad qué mierda están haciendo ellos, entonces yo intento de verdad no rivalizar con ese mundo porque sé que es un mundo necesario el mundo de la gestión y de la comercialización, pero yo les exijo a ellos, yo se lo digo siempre, ustedes también tienen que ser creativos.
Porque yo creo que distribuir, vender, exponer al mercado también puede ser un acto de creación. Los gringos lo tenían muy claro y así fue como nosotros recibimos particularmente en la década de los 60, el mundo recibió material de tan buena calidad porque está bien promovido también, pero bueno, vivimos en épocas muy, muy oscuras para la no solamente la música, sino la industria del entretenimiento en general es cosa de ir al cine y no encontrar nada que ver o bueno el scroleo eterno por plataformas para tratar de ver algo decente y está cada vez más difícil.
En relación con eso mismo, tu último estreno, tu debut cinematográfico con Bremen. ¿Has planificado algo también en esta área para los próximos años, el futuro próximo?
Nos demoramos cuatro años en hacer «Bremen». Yo creo que, de alguna manera, esa obra marcó el final de Ases Falsos y también de mi relación laboral con Leo Osorio, un amigo que trabajó conmigo durante 15 años, codo a codo. La verdad es que «Bremen» nos mató, fue demasiado trabajo. Creo que él se pregunta si valió la pena. Yo no me pregunto esas cosas; yo solo las hago. Pienso que quien se arrepiente es dos veces miserable. Hay que aceptar las cosas como son, no como no son.
Claro, fue mucho trabajo para que después la vieran solo un mes en diferentes cines alternativos. Luego me dijeron que nadie sabía qué hacer con la película. Yo les dije a los chicos —refiriéndome a la producción, a Leo Osorio y a Nicole Bonilla— que en cuanto terminara de editar la película, quería desligarme de esto. «Ustedes encárguense de distribuirla y vean si pueden recuperar algo de dinero», les dije.
Aunque para ser una película fue de muy bajo presupuesto, para nuestras finanzas particulares, ya que es una producción completamente independiente, fue carísima. Creo que ni siquiera todos los discos de Ases Falsos sumados fueron tan caros como Bremen, que nos costó alrededor de 30 millones de pesos. Si bien para una película ese monto no es nada, para nosotros sí lo fue. Por eso yo les decía que ojalá vieran la forma de recuperar el dinero de alguna manera. Pero no, no lo logramos; no conseguimos hacer funcionar un modelo de negocio que recuperara la inversión. Así que, por ahora, Bremen está ahí, guardada.
Y estoy seguro yo que con los años va a encontrar su lugar, segurísimo de eso una película cuyo valor va mucho más allá de su calidad, su discutible calidad cinematográfica. Pero bueno, yo estoy acostumbrado a eso desde siempre Ignacia, desde los mismos Fother Muckers me costó más de 10 años que se transformara en lo que yo visualizaba.
Ahora los Fother Muckers les va bien y llenan el lugar que se les ponga por delante, pero hubieron muchos años que eso no fue así y la banda se acabó siendo una banda muy modesta en términos de impacto público, pero bueno por suerte el tiempo es un factor que puede redimirte así como puede sepultarte también cierto, hay canciones que la rompen, pasa 1 año y nadie ni se acuerda de ella. También está el efecto contrario que, no le voy a decir coincidencia porque yo no creo mucho en las coincidencias, pero resulta que es también la mayoría de música que yo escucho trabaja con ese mismo patrón, de música que quizás no fue tan valorada en su momento y , sin embargo, resiste el paso de las décadas como si nada.
No quiero decir que lo que Bremen o mi trabajo vayan a tener la misma suerte pero eso es lo que me gustaría, quizás. Y para eso es lo que trabajo. Para que las cosas duren , cuando voy al estudio, cuando estoy en mi casa con mi guitarra, cuando estoy acá frente al computador, trabajando en mis cositas, trato de que estén hechas lo mejor posible. El otro día caminaba por el centro con mi hija, por el centro de Santiago, nosotros no vivimos en Santiago, pero cuando vamos lo caminamos y nos entramos a una iglesia. Estuvimos en la misa, no somos católicos, era experiencia y tú ves las iglesias como la cantidad de siglos que tienen, esa debe haber tenido un par de siglos, por lo menos, impecable. Después caminamos por Huérfanos por Agustinas y entramos a las diferentes galerías que deben tener al menos 100 años, impecable. Y yo decía, esta misma casa donde vivo yo, tú crees que en 100 años va a estar impecable, esta wea va a durar 20 años más y e va a deshacer porque las cosas están hechas cada vez con una caducidad a propósito, las cosas están hechas para autodestruirse y a la música también las películas qué hablar.
Pero entonces yo me identifico mucho más con eso otro, con entregar un producto que te dure toda la vida. Y no con ese miedo del productor que le teme a la durabilidad, porque piensa que después no le van a comprar más. Es casi como que las canciones ahora estuvieran, la música estuviera hecha para que se autodestruya, porque así después la gente tiene necesidad de que le des algo nuevo. En fin. El tema filosófico casi que quizás no, no entra en una entrevista de este.
De todas formas, viene al caso, por ejemplo el homenaje a Zalo Reyes del que fuiste parte ¿Qué otro músico crees tú que merece homenaje? Tanto nacional o internacional. ¿O a quién tú le rendirías homenaje?
Hay tanto acá en Chile. Por ejemplo, partiendo por la banda más grande que ha parido este país, para mí, que son Los Ángeles Negros. A pesar de que hay un conocimiento general de su música, se sabe poco de la vida personal de cada uno de sus músicos. Algunos de ellos ya fallecieron, pero por ejemplo, Germaín de la Fuente todavía está, y nunca se le ve. Yo pienso que, a pesar de todo su éxito, ellos son seres humanos. También hay que pensarlo así porque, si uno quiere encontrar en ellos a paladines de la justicia, ídolos morales, o gente perfecta, está siendo muy inocente.
Si ellos entregaron un retrato del dolor tan vívido es porque son personas que sufrieron. Generalmente, la gente que sufre, de una u otra manera, hace sufrir, aunque no creo que sea intencionalmente; es parte de ser humano. Pero bueno, Germaín de la Fuente, para mí, no sabes lo que significa. Pienso que, sin querer meterme en su vida personal ni tampoco caer en el discurso de que está en el abandono, es cierto que él merece un estatus que esté a años luz del que aparentemente ostenta hoy.