Por Francisca Neira.

En la previa de la realización del Festival Sudamerican Rockers, entrevistamos a Jorge Martínez, vocalista y compositor de Ilegales, banda que llega a Chile como cabeza de cartel del festival y como parte de la gira con la que, por estos días, recorren América Latina.

Hola Jorge, gracias por conversar con nosotros. Queríamos partir preguntando cómo fue la experiencia de grabar “La lucha por la vida”, el último disco de Ilegales en el que colaboraron con artistas de renombre como Enrique Bunbury, Evaristo Páramos, Kutxi Rumero, Luz Casal y otros. Cuéntanos cómo fue trabajar con ellos y cómo fue el proceso de grabación.

Bueno, el plan de grabación fue un proceso ambicioso: se trató de incorporar como componentes de Ilegales a otros artistas a los que valoramos y que nos parecen francamente buenos. Lo que hicimos fue seleccionar un grupo de canciones no muy conocidas de Ilegales, incluso algunas nuevas a estrenar, como “Lucha por la vida” y queríamos que cada canción la hiciese un artista. Entonces, había un tema que era como un tango-rock y pensamos de inmediato “hay que llamar a Andrés Calamaro”, que es un verdadero Argentino; y luego, bueno, pues “Enrique podría hacer una canción mas antigua”, de hecho es la única canción antigua que aparece en el disco. Mucha gente estrenó canción en este trabajo, Loquillo, por ejemplo. De hecho, más de la mitad de los temas son nuevos, mientras que otras eran canciones no muy rodadas.

Ahora, el proceso se desarrolló en plena pandemia, cuando las cosas no eran fáciles, entonces algunos pudieron grabar en nuestro estudio o grabamos juntos en Madrid, pero, por ejemplo, Enrique Búnbury tuvo que grabar en Los Ángeles, Evaristo en un estudio en el País Vasco, Carlos Tarque desde un estudio en Alicante, es decir, tuvimos problemas, pero conseguimos el disco y conseguimos además que superara las expectativas artísticas así que el final, fue un final feliz.

¿Y cómo fue el recibimiento de este trabajo?

Tuvimos un gran recibimiento, se dieron 70 y tantos conciertos en la gira que se inició para presentar el disco y con una afluencia de público sold out. El último concierto lo dimos en DF, en México. Y ahora estamos agendando los conciertos que le debemos a Sudamérica.

Pasa que el español es un vehículo perfecto, no sólo para rock sino que para cualquier tipo de mensaje cultural, incluso se está imponiendo en algunas partes de Estados Unidos de manera muy contundente, entonces es momento de ampliar el mapa y dirigirnos a Sudamérica: haremos dos conciertos en Chile, en Santiago y Valparaíso y luego nos vamos a Colombia.

En Valparaíso tocarán con Fiskales Ad-Hok, la misma banda que los acompañó en su primera visita a Chile en 2002 ¿Tienes algún recuerdo de esa experiencia?

Pues sí. Tengo el recuerdo de que puse tan alta la guitarra que cuando salí al escenario igualé la guitarra con la voz y resultaba imposible, así que reventé la voz y estuve como dos semanas totalmente fuera de combate (risas).

Después de ese primer concierto de Ilegales en Santiago de Chile, en el Estadio Chile, ahora Estadio Víctor Jara ¿no?, me cuido mucho más. A veces uno se cree Superman, tipo “puedo hacerlo todo”, pero después me salía una especie de maullido de gato en celo muy poco musical (risas). Al menos la guitarra sonaba tremenda, muy combativa, de estas que taladran los oídos, tal como a mí me gusta que suene.

Jorge, nos decías recién que vienen a saldar la deuda que tienen con Sudamérica, pero en el último tiempo Ilegales ha tocado varias veces en Chile: la última vez que vinieron tocaron en el teatro Coliseo donde incluso mucha gente entró en una “avalancha”, sin tener entrada. Y la vez anterior a eso, estuvieron en la discoteque Blondie, que estaba a tope, no cabia nadie más en ese recinto ¿Qué esperan ahora, en esta nueva visita?

Bueno, intentamos ir a Chile sobre todo para que el baterista, que es chileno, visite a su familia. Él es de Valparaíso, aunque lleva muchos años viviendo en España, entonces aprovecha el viaje.

¿Sabes? El rock and roll tiene una cosa, tiene una capacidad de entusiasmar, es un electrizante poderoso, probablemente porque tiene conexión con sonidos ancentrales, muy antiguos que, quizá, es lo que oían los chamanes, hombres primitivos en las noches de luna. Tiene esa cosa, ese ritmo que se parece tanto al ritmo del corazón. Es un euforizante.

Ilegales a veces hace estas giras con el lema “viva la insalud”, pero creo que somos un poco terapéuticos: más que enfermar, curamos. Por eso el rock mueve a tanta gente, es como una vía de escape, pero que permite cambiar las cosas.

Cambiando un poco el tema, ¿qué nos puedes contar del nuevo disco de Ilegales?

Casi todo es una mirada hacia adelante y a veces me da un poco de miedo porque predigo cosas que van a pasar. Por ejemplo, una de las canciones escritas hace poco menos de un año describe con gran precisión lo que está pasando en Palestina en este momento, en la franja de Gaza, sobre todo.

A veces me doy un poco de miedo porque los profetas siempre me han dado mala espina, pero casi todo es una mirada hacia adelante; aunque hay una canción que tiene una mirada un poco retrospectiva, que dice “yo era joven y arrogante, con escasas cicatrices y la vida por delante”. La escribí en uno de esos momentos en los que nos permitimos un montón de alegrías, probablemente por ignorancia o por desconocimiento.

Pensando en esta idea que señalas, de mirar hacia adelante, porque pareciera que “Ilegales 82”, el documental que se estrenó hace un tiempo, hace todo lo contrario: mirar hacia atrás.

Sí, es que parece ser que Ilegales somos un grupo muy documentable. Primero nos hicieron un video que se llamaba “Mi vida entre las hormigas” para el que nos interrogaron un poco con sistemas casi policiales y nosotros contestamos de manera sincera, con la caradura y el desparpajo que siempre nos ha caracterizado y bueno, fue un documental exitoso.

Pero quedaron un montón de cosas que desataron una gran ola de curiosidad, entonces el siguiente documental se llamó “Ilegales 82” y fue muy retrospectivo. En realidad no es un documental acerca de Ilegales sino acerca de un disco (“Ilegales”) que fue detonante en España de todo un movimiento. Es una contestación a la movida madrileña, cambió mucho las cosas y por eso existía una gran curiosidad, incluso un poco de morbo respecto de ese disco y bueno, al ser de 1982 ha tenido que ser retrospectivo el documental.

Además tiene algo muy interesante ese trabajo porque no sale gente famosa, casi todos son desconocidos y, sin embargo, el documental sigue teniendo interés porque esa manera de enfocar la vida, tan arriesgada, un poco suicida, eso de puro resbalar nos ha ido bien.

Y además para gente como nosotros, que no vivimos la experiencia española de la época es un contexto para entender el trabajo de Ilegales.

Sí, nos habla del medio en el que se crea este disco. Es que se quiere describir a los años 80 en España como todo muy lúdico, muy buen rollo, muy “jajaja”, pero no era así. Era un momento en que se ocupaba un eufemismo denominado “reconversión”, para referirse a cómo se desmantelaban todas las industrias en la zona norte. Se cierran las radios libres, emisoras insobornables aficionadas a la música y que hablaban de literatura también, cosa que era muy poco creíble, ese era el clima, un clima de amordazamiento de la explosión cultural que se había producido en esos años.

Entonces los años 70 llegaron a España en 1977-78. Fue una explosión cultural desbordante en la que estábamos inmersos nosotros y otras bandas. Algunos tiraban por lo intrascendente, la tontería y lo lúdico; mientras que otros reflejábamos la realidad circundante o, incluso nos atrevíamos a ir a lo más profundo buscando respuestas, encontrando más preguntas que respuestas, claro.

Y a partir de este aparente cambio de contexto social que ha ocurrido ¿cómo se reubica o cómo se reformula el mensaje de Ilegales?

A veces digo que hemos trazado un círculo completo y que estamos justo donde estábamos al principio porque los movimientos en el arte son pendulares, siempre están yendo y volviendo, se produce un cierto avance y luego un retroceso. Creo que también influye el camino vital que recorre un hombre en la Tierra porque al principio tus convicciones no son tan sólidas, no son tan fuertes y luego llega el momento en que todo cristaliza y eres una persona madura con las cosas claras y luchas por ellas, pero ahora llega un momento en que te pareces más a lo que fuiste en esa época juvenil, vuelves a cuestionarte todo, desconfías incluso de ti mismo y esto requiere más valor que en la época juvenil, hay que atreverse a hacerlo.

Ahora tengo mucho que perder: lo más valioso que es la vida, a la que amo infinitamente porque he conseguido que la vida sea digna de ser vivida porque la he enfocado hacia los primeros sueños, los primeros deseos, los juveniles, que son los que realmente valen. Por ejemplo el rock and roll, que escucho desde que tenía 12 años, es arte supremo para mí. Otros deseos como el reconocimiento o el dinero no son tan primitivos y terminan decepcionado.

Jorge, tu discurso es cercano al del punk rock, género con el que muchas veces los asocian ¿Tú consideras que Ilegales pertenece a ese estilo?

ilegales abarca muchos estilos. Desde el principio la crítica no tenía dónde colocarnos porque tenemos canciones tan diferentes como “La casa del misterio” y “Tengo un problema sexual”. Y es así porque nos habíamos preparado desde desde la infancia para abordar muchos tipos de música diferentes, hemos sido muy exigentes con nosotros mismos. Quiero que la paleta artística sea lo más amplia posible. Ese raquitismo que se estilaba en los 80, eso de ser un indigente musical, no saber tocar, donde brille la personalidad porque todas las canciones se parecen, todas son punk o todas son rockabilly, no va mas. Vamos a acceder a todos los géneros y lo conseguiremos estudiando 8 horas diarias y si no alcanza serán 12, vamos a dormir poco.

¿Conoces a alguna de las bandas con las que van a tocar en el Festival Sudamerican Rockers?

Conozco a Fiskales que es una banda sólida con una gran trayectoria. Esa capacidad de resistencia merece un aplauso. A todas las otras bandas las voy a repasar antes de llegar al festival que es lo que hacemos cuando vamos de gira. Estoy interesado en conocer bandas, siempre vuelvo de las giras con muchos discos.

Gracias por tu tiempo, Jorge. ¡Les esperamos!

El festival Sudamerican Rockers se realizará el próximo 13 de enero en el Teatro Caupolicán. En esa oportunidad, además de Ilegales, se presentarán las bandas nacionales Los Miserables, Los Morton y Machuca.

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