Por Paulo Domic.

Paul Gilbert habla con la guitarra. Lejos de ser una metáfora, es una realidad. Con las seis cuerdas entre sus manos, explica con sus sonidos mucho mejor sus ideas cuando se trata de hablar del arte que desde pequeño le apasiona y que lo llevaron a transformarse en un referente de la guitarra eléctrica gracias a su trabajo en Racer X y Mr. Big. Y esa elocuencia tanto verbal como musical, también lo han consolidado como un codiciado orador en clínicas y videos instruccionales de guitarra eléctrica. Su habilidad para enseñar a tocar el instrumento, hoy también lo tienen con una alta reputación como educador de música, rol en el que se ha mantenido muy ocupado especialmente en este tiempo de pandemia.

A sus 54 años y acreditado en unas tres decenas de discos y en otras tantas más como invitado especial, su nombre tal vez no es tan célebre como el de otros guitarristas solistas de su generación. Y eso realmente no parece preocuparle. Su camino ha sido más el de la música que el del culto a la propia personalidad. Y su carácter cordial, más su profesionalismo impresionante y total ausencia de escándalos y excesos, si bien no lo han puesto en el ojo del gran mundo, sí le han valido el reconocimiento, respeto y confianza musical de músicos de primer nivel que sí le han permitido cumplir muchos de sus sueños artísticos.

De todas formas, Paul igualmente probó el sabor de las mieles del éxito cuando la canción “To be With You” de Mr. Big llegó al primero lugar del Billboard estadounidense en 1992, manteniéndose ahí por 3 semanas. Éxito que también logró en todo el mundo a través de una canción de espíritu “de fogata” en guitarra acústica que a estas alturas es un clásico del rock.

Ya lo hizo el 2014 en forma presencial, en Valparaíso, y este año volverá a hacerlo en forma virtual. Este sábado 5 de junio, Paul Gilbert será el invitado estelar en la decimotercera versión del Guitarfest Chile. En ese contexto, pudimos hablar con el músico de cómo se ha desenvuelto en estos tiempos difíciles, de su rol como maestro de guitarra, de su próximo disco a lanzarse el próximo mes y de lo que podrán ver sus fanáticos chilenos en esta experiencia virtual.

Este último año ha sido distinto para todos. ¿Cómo ha sido para ti?

Obviamente ha habido un montón de cosas difíciles, pero creo que lo que me ayuda es tener mi escuela de guitarra en línea, así que aunque no haya podido hacer giras y shows en vivo, igual pude comunicarme con mis estudiantes y conectar con la gente y la música cada día. Lo he estado haciendo por años, desde 2012 cuando abrió, pero se hizo mucho más popular porque también había mucha gente encerrada en sus casas. Mi escuela se hizo el doble de popular. Pero de todas formas yo disfruto enseñando y hablando de música con la gente. No importa qué más esté pasando, si tengo cómo aferrarme a eso, yo me siento bien.

¿Has aprendido alguna lección en este tiempo?

Soy experto en música, esa es el área que conozco más. E hice muchos descubrimientos musicales, hice un álbum donde yo mismo toqué todos los instrumentos. Yo no quería hacer eso, quería tener una banda con gente, tocar en vivo e interactuar con otros músicos, pero no puede hacer eso esta vez así que toqué todos los instrumentos y uno de los descubrimientos que hice fue que ¡oh, me encanta tocar batería! Es realmente entretenido tocar los tambores, me divertí mucho haciendo eso.

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¿Qué tan importante es el profesor de guitarra para el guitarrista futuro? Sabemos que tu Tío Jimi fue muy importante cuando comenzaste.

Con Jimi, lo más importante fue que podía escucharlo tocar desde cerca. Por supuesto que tenía discos, tenía a The Beatles, Hendrix, Rolling Stone, Led Zeppelin, etc. Pero mi tío se sentaba a mi lado, tomaba la guitarra y se ponía a hacer los bends, los rasgueos de blues y todo eso lo hacía con mi guitarra. Yo sabía lo que yo podía hacer, pero cuando él la tomaba yo pensaba “guau, él toma mi instrumento y logra mucho más y mejor sonido”. Pude ver que él practicaba mucho y que sabía hacia donde estaba apuntando y eso me dio muchas metas particulares. Cuando él hacia los bends y el vibrato, realmente me encantaba ese sonido. E incluso cuando me hice conocido como un virtuoso, de todas formas, lo que más me gustaba era “doblar” las cuerdas y eso viene de escuchar a mi Tío Jimi.

¿Y cómo afecta un mal profesor en la educación musical de un guitarrista?

Mi tío Jimi me enseñó solo un poco, él vivía en otra ciudad, no lo veía tan seguido. Así que terminé consiguiendo un profesor en mi zona al veía una vez a la semana. Pero me comenzó a enseñar a leer partituras y yo tenía 6 años, no tenía tanta paciencia así que renuncié. Yo sentía que podía tocar guitarra, pero eso me parecía muy aburrido.

Mi segundo profesor, cuando tenía unos 11 años, no era un gran ejecutante, pero era un muy buen profesor. Me mostró como tocar escalas y me enseñó un par de punteos, y también me mostró mucha música que no había escuchado. Nunca había escuchado a Black Sabbath y me dijo “yo creo que esto te gustará” y pone Iron Man. ¡Me encantó! Me enseñó acordes, cosas básicas que necesitas saber y que no necesitas ser un virtuoso para tocarlas, pero que es información necesaria. Él podía comunicar esas cosas muy bien.

Y con otro profesor que tuve, que era un mucho mejor ejecutante, lo que hacíamos era jammear. Pasábamos casi la lección completa tocando. Y eso era genial, porque era un guitarrista más avanzado y yo podía escuchar como él manejaba ese groove. Recuerdo que cuando salió el primer disco de Van Halen, no tenía idea de cómo Eddie (Van Halen) tocaba así y yo le preguntaba a mi profesor cómo lo hacía y él no sabía exactamente cómo, pero intentábamos descifrarlo juntos.

¿Como se te ocurrió tu escuela en línea?

Existe una compañía que se lama ArtisWorks, tienen muchos profesores diferentes y yo soy el de rock. Comenzamos en 2012 y la forma en que funciona es un “intercambio de videos”. No es a través de Skype. Y eso hace que funcione mucho mejor. El estudiante hace un video tocando o haciendo una pregunta, yo lo veo y después hago una respuesta en video la cual después juntan en un solo video y se pone en bibliotecas, de forma que todos pueden aprender desde ese intercambio. Lo bueno de eso es que me da tiempo para pensar en las respuestas, entonces mis respuestas son mejores y son más claras. En una sesión en vivo, la respuesta automática que puedo dar seguramente estará bien, pero si tengo 5 minutos o más para pensar cómo puedo ayudar mucho más. Y también puedo pensar en cómo explicar. Y así la persona puede rebobinar y volver a mirar. El resultado que he obtenido con mis estudiantes es el mejor que el de cualquier otra docencia que haya hecho. Y eso también me ha hecho un mejor profesor, porque a veces en un minuto sé lo que puedo responder, pero a veces estoy todo el día pensando en la respuesta. Y eso me enseña mucho a mí, porque tengo que resolver un problema que quizás nunca había resuelto antes.

Enseñar guitarra o grabar discos e ir de gira. ¿Qué te gusta más en este momento?

Son cosas distintas. Cuando tocas en vivo hay un nivel de energía. Sacas cosas afuere de ti. Cuando toco en vivo siento que soy mejor que mí mismo. Cuando toco para mis estudiantes, tiendo a simplificar las cosas. No es una competición, no es un “mira esto que puedo hacer y que tú no”. Nunca hago eso como profesor. Como intérprete puedo mostrar lo mejor y lo más dramático de mí mismo musicalmente. Como profesor es más del cómo podemos resolver problemas y encontrar cosas interesantes sobre el instrumento.

¿Cuál es el valor agregado que un guitarrista puede dar hoy en 2021?

Lo deseable es olvidarse de la técnica lo antes posible. Cuando le hablas a alguien, no quieres ir y volver a leer el diccionario a cada rato. Sólo hablas. La técnica es algo que necesitas un poquito al inicio, pero después te quieres olvidar de eso y sólo quieres tocar. Lo importante es escuchar la música dentro de la propia cabeza. Saber qué hay ahí. Es mejor si puedo escuchar lo que hay en mi cabeza y sacarlo afuera. Si practicas muchas escalas, sí, te vuelves bueno en las escalas, pero es como un callejón sin salida. Es mejor explorar las melodías, eso intento inculcar en mis alumnos y desearía haber comenzado antes a hacerlo.

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Tu próximo disco a lanzarse el 4 de junio se llama Warewolves of Portland. ¿Por qué escogiste ese nombre?

El título viene de una canción famosa llamada “Warewolves of London” de Warren Zevon. Y yo vivo en Portland, así que junté ambas cosas. Ya tenía el título antes de que Portland se volviera loca el año pasado (Portland ha sido un importante epicentro de las protestas luego de la muerte de George Floyd), casi que quería cambiarle el título, pero finalmente me quedé con él.

¿Y cómo fue el proceso creativo en este contexto?

El proceso creativo realmente cambió, porque mi plan original era tocar con una banda en vivo, grabar en vivo en el estudio. Pero vino la cuarentena y ya no pude hacerlo. Así que decidí tocar yo todos los instrumentos. La única persona con que trabajé fue el ingeniero de sonido (Kevin Hahn). Él fue muy importante para ayudarme, para tener una persona como audiencia y que te de comentarios. No soy perfecto en la batería, así que me ayudó a arreglarla un poquito. También me ayudó con las algunas líneas de bajo. Fue muy bueno tenerlo como ingeniero y coproductor.

¿Qué recuerdos tienes de tus visitas a Chile?

Recuerdo una de mis primeras clínicas, creo que fue una de Ibanez. E invité a algunos guitarristas chilenos a jammear y recuerdo que ¡todos eran excelentes! Hay guitarristas realmente buenos en Chile. He hecho clínicas por todo el mundo, y si invito a cinco tipos, tal vez 2 de ellos tocan bien, pero en Chile todos eran geniales. Principalmente recuerdo a los músicos. Me alegro poder hacer eso, porque cuando solo das un concierto, no puedes tocar con otra gente. Pero en las clínicas sí lo puedo hacer, así que alegra poder hacerlas.

¿Qué podemos esperar de tu presentación en el Guitarfest Chile 2021?

A veces cuando estoy solo sin la banda, es tentador tocar con pistas. Pero una de las cosas que quiero mostrar es como puedes sobrevivir con sólo una guitarra y pisando con el pie para marcar el ritmo. Hago que todos mis alumnos mientras tocan, mantengan el ritmo con el pie. Puedes pensar que ese es el trabajo del baterista. Pero por qué dejar que le baterista se lleve toda la diversión. Lo primero es tocar una melodía a tiempo. Mantener el tiempo y tocar algo que tenga una real estructura rítmica. Y una restructura armónica también. Cuando era adolescente, pensaba que necesitaba que necesitaba al baterista porque él lleva el tiempo, al bajista que muestra en qué clave está y yo me vuelvo loco encima. Pero últimamente estoy tratando mucho más de hacer ambas cosas, tratar de mantener el tiempo con mi pie y con mi ejecución. Ese tipo de cosas: seguir los cambios, tocar a tiempo, y manejar las cosas que un baterista y un bajista harían, pero todo en tu guitarra. Es mucho trabajo y tienes que practicarlo, pero es mucho más gratificante que estar tocando en MI para siempre. Y bueno, eso y otras cosas más técnicas que he descubierto y que pienso que son importantes de mostrar, pero esas las guardaré como sorpresas para el show.

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¿Extrañas tocar en vivo?

Extraño los shows, obviamente, pero he estado en giras de alguna forma por los últimos 30 años, así que estoy realmente muy feliz de dormir en mi propia cama en lugar de tener que dormir en un bus o en la silla de un aeropuerto. Aunque esté un poco forzado a estar en casa, estoy sacándole provecho a eso.

Durante toda la entrevista Paul sostuvo su guitarra en sus prodigiosas manos. Generosamente nos regaló melodías, riffs y ejemplos de su técnica, pasiones e influencias musicales. Cuando generalmente los guitarristas suelen ser divos del rock, muy por el contrario, su simpatía y cordialidad saltan a la vista y lo hacen aún más grande, puesto que no tiene ningún interés en esconder para sí mismo los secretos de su arte. Lo cual hace que la palabra “maestro” se extienda mucho más allá de su acepción de la cualidad de experto en algo. Su maestría está en la ejecución y también en su capacidad de inspirar y educar a nuevas generaciones de guitarristas. Algo que difícilmente se puede lograr sin una vocación docente y la total ausencia de avaricia para abrir el cofre del tesoro de su magia.