Lucyfer es el primer single del cuarto y nuevo álbum de Dani Ride, una pieza en la que el músico aborda la liberación de su sensualidad y sexualidad como parte central de la temática de su disco.

Dani Ride es un destacado cantante y compositor chileno que se dio a conocer al comienzo de su carrera a través de la televisión, para posteriormente desarrollarse en el ámbito de la música pop. Es también un destacado activista contra la discriminación, que lucha por los derechos de la comunidad LGBTIQ+.

Lucyfer es el nuevo single de Dani Ride, un tema que hace referencia a un antiguo vínculo romántico y sexual “tóxico”, una relación que lo afectó en lo emocional, pero que cada tanto volvía a caer, por la intensa química en el plano erótico que se generaba.

Aunque el título hace referencia a Satanás, la lírica no tiene una connotación religiosa, sino que recurre a la manera en que muchas personas Millenial y Gen Z se refieren a sus ex parejas con quienes tuvieron feeling sexual, llamándolos “el diablo” (como en la canción “Tu diablo” de Ithan NY).

Como a este ser religioso & mitológico se le adjudican los títulos del ángel de la maldad y la tentación, es una figura que funde un origen positivo con características negativas. Dani utiliza este concepto para describir la dualidad que existe con un hombre que le hace tan mal, pero que a la vez “se lo hace tan bien”. Lucyfer es una canción juguetona, sexy y directa, con notorias referencias al pop de los años 90 y 2000.

El guión del videoclip está inspirado en el concepto de “sex tape” filtrado, como el de Paris Hilton o el de Kim Kardashian. En las imágenes se aprecia a Dani con un hombre en un hotel, mostrando fragmentos de momentos “íntimos», dando la idea al espectador de que está teniendo acceso a imágenes privadas.

Este lanzamiento muestra una nueva etapa en la carrera del músico, en la que como artista desea expresar abiertamente su erotismo, dentro de los parámetros estéticos y musicales albergados por el pop. Un single que habla de valentía, auto aceptación, orgullo, crecimiento personal y artístico, donde su voz e imagen brillan con solidez.