Diego Lorenzini en Matucana 100: Ante mi gente
19 de diciembre 2019.

Por Jaime Farfán.
Fotografías por Agustín León.

Intimidad y unión. Esa es la bencina que mantiene en movimiento a Diego Lorenzini, el multifacético músico quién, con la seguridad de un androide y ejecución humana, se presentó durante la noche de ayer en el cálido teatro de Matucana 100. Rodeado por amigos, familiares y los talentosos artistas que componen el colectivo del sello Uva Robot, dio rienda suelta a la magia de la nueva placa del cantautor, De algo que hay que morir.

Lanzado a mediados de este año, el álbum es el tercero de la carrera solista del músico talquino, viniendo a reafirmar su nombre dentro de los mejores compositores en la escena alternativa actual. Una producción personal, sembrada de detalles, letras cuidadosamente construidas y giros repentinos que han formado parte de la idiosincrasia de Lorenzini desde sus primeros emprendimientos sonoros. Aventuras que le han permitido abrir nuevas perspectivas, ya sea junto a los electrificantes Tus Amigos Nuevos, los anticonvencionales VariosArtistas o produciendo para sus propios Ángeles de Charlie, Niña Tormenta, Chini.png y Rosario Alfonso.

Dar vida a la trova cotidiana que compone De algo hay que morir, era una tarea pendiente, pospuesta por la revuelta social que aún mantiene corazones en vela. Un oasis es la tranquilidad transmitida por los acordes del letrista, canciones tibias de versos que rápidamente se pegan a las orejas del público, resecas por la brisa caliente primaveral que perfunde por Matucana. Desde que ingresas al recinto, te sientes invitado a una celebración de conocidos, o a una íntima sesión radial cobijada bajo un viejo letrero de Al Aire. La iluminación, ligera, brota de delicadas lámparas repartidas por el escenario, esparciendo colores crepusculares por sobre las principales piezas de escenografía: gente, un montón de espíritus cercanos, que sentados en mullidos cojines tienen los asientos privilegiados de la jornada y colaboraron con un par de coreografías.

Partiendo con «Spoiler», los cálidos tonos de Diego se impregnan de la resonancia del teatro, una minimalista introducción que el público absorbe con ávida atención. Silencios repentinos, garabatos que quedan entre las muelas son los efectos especiales que usa el autor haciéndote bajar las defensas, para luego sumergirte en el Chile oculto que invoca en sus historias. Una nueva canción chilena, acurrucada en las redes digitales y criada por el streaming.

Como artista, el maulino es un mago lleno de trucos. Sin embargo, los revela paulatinamente, bien en los agudos aullidos de «Sonría, lo estamos grabando» que explotaron en el recinto, o en el final abrupto de «Dos noticias». El ritmo se acelera en «Pony», un corte cumbianchero que convoca a chocar las palmas entre sí. La versión propia de «Color esperanza» esparce optimismo, un mantra que el público corea con pasión, mientras el cantautor le pone ñeque al mensaje de superación al que apelan los versos.

El trabajo de Lorenzini es un esfuerzo conjunto, y junto a sus amigos logra una alquimia que amplía los colores del arcoíris que se asoma entre los acordes. La primera invitada de la noche fue la delicada figura de Niña Tormenta, quien ukelele en mano, acompañó el lamento ansioso de «Chao mi niño» en una onírica mezcla. La cueca histórica de «Viva Chillán, una crueldad innecesaria» se fue de bis, encendida por el zapateo que sacude las butacas.

Chini Ayarza, conocida actualmente como Chini.png, se sumó a una dramática versión de «Mierda», cuya parte final golpeó con fuerza atizada por los colores neón de la voz de la technician. Otros de los recursos de Lorenzini, los chilenismos y trozos de cultura nacional que atentamente ha ido cultivando con los años, brilla en «Si po'», en una interpretación rápida, dinámica, siendo uno de los temas representativos de De algo hay que morir.

Contenida en tan solo un par de horas, en Matucana se presentó un ejemplo símbolo de una escena alternativa nacional vital y pujante, con un espíritu colaborativo nutritivo que ha producido algunos de los álbumes más interesantes hacia final de década. Representantes de aquello son Simón Campusano, vocalista de Niños del Cerro que se unió en «Brillo» y «Serotonina», y Diego Ridolfi, que ayudó a cerrar la noche con una sensual versión de «Sexo Amateur» lubricada por los tonos seductores de su voz.

«Este es el concierto más importante en el que he tocado nunca» declara el talquino, poco antes de terminar su show. Grandes palabras, considerando que el autor viene llegando de su gira en México con Fármacos, o las presentaciones en Alemania junto a La Comitiva de Erlend Øye. Es que otra cosa es en casa, rodeado por un amor que termina desbordando el teatro de Quinta Normal. La familia se completa cuando suben al escenario la revelación serenense, Rosario Alfonso, y la interpretación del académico Javier Bobbert, quienes sumados a Niña Tormenta conforman La Matiné Uva Robot.

El conjunto conjura dentro de su delicada disposición todos los aires porteños en «Me voy para Valparaíso», y los populares singles «Tiempos Mozos» y «Tutorial» reflejan nuevos colores en la voz de Alfonso y las resonantes cuerdas de Bobbert. El centro sigue siendo Lorenzini, quien ayer esgrimió su ingenio imparable, empapándonos con pegadizos versos y aquellas ideas absurdas que quiere contagiar. Son múltiples las inspiraciones, pero hoy el músico emerge con personalidad propia. Ahora la guitarra es la caja de pinturas, la paleta con la que revela las realidades de este país en crisis.

Setlist:
Spoiler
Sonría, lo estamos grabando
Juana
Dos noticias
Plan maestro
Motivo de alarma
Pony
Chao mi niño (con Niña Tormenta)
Cuatro estrellas (con Niña Tormenta)
Viva Chillán, una crueldad innecesaria (con Niña Tormenta)
Felipe Camiroaga
Soy un corpóreo y dentro de mí hay una actriz recién titulada llorando
Billete de luca
Mierda (con Chini.png)
Caca (con Chini.png)
Si po’
Brillo (con Simón Campusano)
Serotonina (con Simón Campusano)
Estamos fritos (con Simón Campusano y Niña Tormenta)
Tiempos Mozos (con La Matiné Uva Robot)
Sin otro particular se despide (con La Matiné Uva Robot)
PF (con La Matiné Uva Robot)
Me voy a Valparaíso (con La Matiné Uva Robot)
Tutorial (con La Matiné Uva Robot)
Sexo Amateur (con Diego Ridolfi)

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