Parque Bicentenario de Cerrillos
15 de marzo 2024.

Por Jaime Farfán.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

El cielo del viernes brillaba despejado y caluroso, por lo que el día de ayer, el primero de la nueva versión del festival Lollapalooza Chile, estaba perfecto para ir a refugiarse bajo el amplio techo del Alternative Stage. Después de presentaciones repletas de buenas vibras, como la de Muerdo y «Lejos de la ciudad» a inicios de la tarde, o ardientes tocatas como en Pierce the Veil, a las 19:00 horas era el turno de un visitante habitual del Parque Cerrillos, en otra vuelta triunfal de los medallistas del indie rock argentino El Mató a un Policía Motorizado. Aunque no han pasado muchos meses desde su última presentación, ante un desbordante Teatro Caupolicán el pasado noviembre, la banda vuelve segura y victoriosa, satisfecha con el éxito que ha significado el último disco, Súper Terror.

Hacia el fondo sonaban los intrincados cortes de electrónica, con los que Overmono saturaba el vecino Perry Stage. Atardecía. Los aplausos no se hicieron esperar cuando los seis músicos tomaron posición, abriendo el set con “El Magnetismo», como ha sido la constante en las últimas fechas del tour. El breve tema es la introducción ideal para los shows de El Mató, que luego se lanzaron con potencia al interpretar “La noche eterna”, una de las canciones notables de La síntesis O’konor. El punteo de guitarra resonaba amplio y se esparció bajo el techo del Alternative Stage, mientras el sol, escondiéndose, iba tiñendo progresivamente todo de dorado.

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Haciendo gala de la buena química que logran sobre el escenario, lo que alguna vez fue la joven promesa del rock alternativo trasandino ahora está en su mejor momento, recolectando éxitos y saltando a escenarios cada vez más grandes. El público chileno los ama, y repiten sagradamente cada verso de las poéticas letras de los transandinos, levantando un canto, que en un suave murmullo eleva la experiencia cercana del show. El bombo retumba con seguridad bajo la firme mano de Guillermo Ruiz. El baterista, mejor conocido como Doctora muerte, escala con habilidad por los intrincados ritmos de Un segundo plan, tema que también abre el último disco.

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En un festival con tantas posibilidades y estímulos como Lollapalooza, resulta difícil lograr un segundo de paz. Pero la profunda voz de Santiago Motorizado, a medida que respalda los vibrantes riffs de “El Perro” con sus gruesos acordes de bajo, va sumergiendo el Alternative Stage en una suave atmósfera de calma. Uno de los puntos culminantes sigue siendo “Más o menos bien”, que a estas alturas se ha transformado en un himno generacional, invocando aires de melancólica esperanza. Luego vinieron las coloridas visuales con luchadores mexicanos de “Diamante Roto”, que parece ser una de las canciones más populares de Súper Miedo, como lo demuestran la cantidad de celulares tratando de capturar el coro.

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“El mundo extraño” fue otro momento emocionante, mientras los últimos rayos de sol brillaban perpendiculares a un costado, la banda destelló en sus mejores aspectos. Una letra pegajosa que se queda en la mente de los oyentes, una guitarra distorsionada con delicadeza, percusiones filosas y una brillante capa de sintetizadores. Todos bailan en los últimos minutos del show, cuando El Mató recorre el último lapso de la carrera triunfal que dieron por sus mejores éxitos, terminando la hora de presentación con el poderoso trío conformado por “Ahora imagino cosas”, “Chica de Oro” y “Mi próximo movimiento”. Cada una testimonio de las etapas de una banda que ha madurado su sonido, y que se regocija otra vez con el cariño local, en una fecha más de la historia de amor de los argentinos y nuestro país.

Setlist:
El magnetismo
La noche eterna
Un segundo plan
El perro
Más o menos bien
Tantas cosas buenas
Medallón de oro
Diamante Roto
El tesoro
El mundo extraño
Ahora imagino cosas
Chica de oro
Mi próximo movimiento