Exodus en Festival Trash Old True: Masacre sonora desde el panteón del thrash metal
Teatro Caupolicán, 27 de Noviembre 2022.

Por Carlos Barahona.
Fotografías por Javier Martínez.

Es sabido que la relación entre el metal como estilo musical y nuestro país es de larga data y con una receptividad a sus diversas variantes que roza el fanatismo y el sin razón. No por nada presentaciones de bandas como Iron Maiden o Slayer son reconocidas como legendarias a nivel global. Y lo que sucedió anoche en el Teatro Caupolicán reafirma esta tesis. Exodus, pilar fundamental de la escena thrash metal volvía a pisar escenarios locales luego del parón pandémico. Valparaíso, Puerto Montt y la capital fueron los lugares escogidos.

A eso de las 6 de la tarde hordas de fanáticos empezaron a merodear el reducto de calle San Diego dispuestos a darlo todo, cual ritual de reafirmación de ese vínculo con el metal. Era visible el cruce de generaciones, de quienes cargan casi cuatro décadas esta maldición, versus aquellos novatos que están dispuestos a darlo todo con el afán de sentirse vivos.

Inicialmente un centenar de personas con poleras negras, tachas y zapatillas caña alta como uniforme oficial se encontraron en el escenario con Cabrío, banda nacional quienes hace larga data vienen propiciando el mosh pit a punta de riffs filosos. La recepción fue total y la camaradería se notaba en el ambiente. Gran actuación de la banda, que se resume en las palabras finales de su vocalista: “El metal es nuestra religión cabros”.

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Luego fue el turno de Slavery, quienes con su tecnicismo y pulcritud hicieron vibrar al público. Mención aparte al medley que hicieron de “After the war” el mítico demo del año 1994.

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Por si fuera poco, faltaba un telonero más que de telonero no tiene nada. Si Exodus era el plato de fondo del menú, Criminal, la banda formada por la leyenda local Anton Reisenegger, fue el bocado inicial que tenía como misión dejar hambriento al público. Dicho y hecho. La presentación realizada por el cuarteto se resume en un adjetivo: brutalidad. Un paseo por la destrucción que han ido sembrando en cada uno de sus discos cosechó el caos en el Teatro, circle pits por doquier, gritos guturales desde la cancha, el palco y la platea remecieron todo. Absolutamente todo. Partieron con “Sistema criminal”, parte de su última placa Sacrificio y con un setlist de 16 canciones, demostraron una vez más porque son una de las bandas más reconocidas a nivel internacional. Pulcritud y sonido bestial, una combinación perfecta. Mención aparte a canciones como “Collide”, “Hijos de la miseria” y “New disorder”.

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Los comensales, lejos de quedar saciados, requerían más y más sonidos para devorar. Exodus trajo el plato de fondo y les satisfizo, con creces. Luces apagadas y de intro “We will rock you” de Queen, hicieron de previa para que la banda compuesta por Gary Holt, Lee Altus, Tom Hunting, Steve “Zetro” Souza y Jack Gibson se subiera al escenario. Micrófono e instrumentos en mano, la masacre comenzó con “The beatings will continue (until morale improves)” de su última placa, Persona non grata y el teatro nunca más se detuvo. En una combinación de canciones divididas en tres partes, fuimos maldecidos por el sonido surgido en la Bay Area estadounidense. “Body harvest”, “Deathamphetamine”, “Blacklist” y “Piranha” nos golpearon con su velocidad. Zetro Souza, vocalista, entre canción y canción se dedicó a endulzar nuestros oídos con frases como que somos la mejor audiencia del orbe, que la banda y nuestro país tienen un amorío de nunca acabar, entre otras. Y vaya que tiene razón. “Bonded by blood” confirmó este pacto y luego “The Toxic Waltz”, con una intro de «Raining Blood» de Slayer, azotaron todo, al punto que Holt se bajó del escenario y fue a la reja a tocarle a la fanaticada. Ver a un referente de la escena mundial y de la historia del género, así tan cerca, no tiene precio. En “Strike of the beast”, subieron a un niño del público a tocar. La locura nos gobernó.

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Para finalizar, “Metal command” y “War is my shepherd” confirmaron todo lo dicho anteriormente. Holt y compañía soltaron los instrumentos y se fueron con “We are the champions” de fondo. La tarea estaba hecha, los comensales fueron saciados, la destrucción fue total.

Setlist Slavery:
Medley After the war
Demon´s sons
60 seconds
Outrage cage
Genocide
No more

Setlist Criminal:
Sistema criminal
Self Destruction
Rise and Fall
Time Bomb
Stillborn
Live on Your Knees
Caged
Slave Master
Collide
Scapegoat
Cancer
Zona de sacrificio
Por la fuerza de la razón
Hijos de la miseria
Worse
New Disorder

Setlist Exodus:
The Beatings Will Continue (Until Morale Improves)
A Lesson in Violence
Blood In, Blood Out
And Then There Were None
Body Harvest
The Years of Death and Dying
Deathamphetamine
Blacklist
Piranha
Prescribing Horror
Bonded by Blood
The Toxic Waltz (intro Raining Blood)
Strike of the Beast
Metal Command
War Is My Shepherd

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