Festival Fauna Otoño 2022: Animales urbanos y fauna gitana
Movistar Arena, 23 de marzo 2022.

Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Javier Martínez.

El festival conocido hoy como “Fauna” en sus versiones estacionales tiene un pasado complejo, pero también reconocible. Complejo por los problemas que ha sobrellevado la productora, la que encontró su mayor obstáculo en 2019, año en el que, aparentemente por no poder encontrar un artista cabeza de cartel, se suspendió el evento. Reconocible porque, para quienes gozan de los diversos festivales que aloja nuestro país a lo largo del año, identifican inmediatamente el tono y el calibre de indie rock que acarrea el nombre de este evento. Para quienes iban a asistir a Fauna Primavera 2019, fue un dolor similar al del cierre de la radio Horizonte, porque claro, ese es su público. Por suerte para sus adeptos, la instancia salió a flote y, como tantos otros eventos masivos, hoy vuelve a existir en un mundo donde hasta hace poco parecía imposible volver a juntar miles de personas en un recinto lleno de música, canto y luces.

Sin embargo, este festival se ha reinventado y parece ser que su versión otoñal trae algunos animalillos más citadinos, a lo mejor caseros, tal vez callejeros, pero siempre urbanos. Con esto nos referimos a la irrupción de representantes del trap, hip hop y, de vez en cuando, el reggaetón, pero siempre en el tono de Fauna, suave, meditado y con tintes electropop. Si antes veíamos la fauna más hipster de la región, anoche hombres vestidos como C. Tangana -con camisas estampadas y con dos botones desabrochados- se multiplicaban entre el público, esperando la salida del número principal. Durante la tarde, desde el neo soul destacaron la chilena Soulfia y la argentina Clara Cava. Pero tanto como Clara Cava rapea, Soulfia avanza hacia lo bailable a gran velocidad, con singles como “Pantera” que es derechamente un reggaetón y que los asistentes al primer show dentro del Movistar Arena pudieron bailar hasta abajo. Mientras esto ocurría, en el Outdoor Stage la banda santiaguina Chicarica entregaba una atmósfera más tranquila de pop ambiental y otoñal, con “Papayas” y algo de “Té”, dejaban en evidencia que se acababa el verano.

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No por mucho trasnochar oscurece más temprano, pero como es otoño, ya era de noche a las ocho y media cuando la colombiana Ela Minus puso sus sintetizadores hardware análogos sobre el escenario para aportar con el show electrónico más purista del evento. Sin medias tintas, solo con su voz, sus letras en inglés y español y sus máquinas, hizo bailar a su público con canciones como “megapunk” o “they told us it was hard, but they were wrong”.

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A quien no habríamos esperado ver en otras ediciones de este festival, es a Sen Senra, el gallego que trajo lo último de la movida urbana española al Movistar Arena y le cambió el traje de “indie” al festival. Sen Senra fue trap y fue pop, tuvo al público coreando sus canciones como “Me valdrá la pena”, “Ya no te hago falta” y “Te va a ser mejor” por una hora, terminando con un mensaje para los asistentes: “ama tu imperfección, no te compares”.

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Ahora bien, sin afán de hacer comparaciones, si vamos a hablar de la movida urbana española, debemos guardar silencio y escuchar los redoblantes que se acercan anunciando la llegada de El Madrileño, Puchito, el señor Antón Álvarez Alfaro: C. Tangana, el dueño indiscutido del line up otoñal de Fauna y, desde anoche, uno de los mejores espectáculos vistos desde el regreso de los conciertos a nuestras vidas.

Si bien el rapero de Madrid ya había pisado un escenario nacional durante la novena versión de Lollapalooza Chile en 2019, ese momento aún no contaba con el nacimiento de su disco El Madrileño, apenas su tercer álbum de estudio, pero sin duda, su obra maestra. Solo por aportar con algunos datos, El Madrileño, lanzado como disco completo el 2021, fue el primer disco español en alcanzar el número 1 en las listas de Spotify al momento de su lanzamiento. Fue el disco más vendido en España en 2021 y logró tres Latin Grammy. Pero más allá de cifras que podrían no ser tan importantes en otros contextos, el disco que C. Tangana vino a presentar a Chile este miércoles, es enorme por su calidad musical, por lo significativo de sus colaboraciones (como Andrés Calamaro, José Feliciano, Jorge Drexler o Eliades Ochoa) y por el homenaje que, de principio a fin, hace a la música gitana con la compañía de grandes exponentes de esta cultura como La Húngara, Niño de Elche, Nicolás Reyes, Tonino Baliardo y Kiko Veneno.

El show de C. Tangana fue una combinación de música, cine y teatro, cada uno de estos componentes ejecutados a la perfección. Una pantalla horizontal gigante puesta sobre el escenario no solo servía como amplificadora de imagen, sino que abrió el show con el sonido de los tres redoblantes de “Demasiadas mujeres” (aunque no la interpretó en ese momento) y con el título de la película en letras amarillas: “Sin cantar ni afinar”. La cámara que rondaba el escenario no perseguía al músico, sino que grababa escenas con distintos estados de ánimo, caracteres y velocidades. Todo milimétricamente pensado. La puesta en escena era un bar con mesas para todos los músicos invitados a la fiesta del Pucho, quien salió al escenario con una chaqueta de doble botonadura y un pañuelo blanco al cuello, entre cafiche y mafioso, con lentes de sol entre luces que lo iluminaban desde abajo para proyectar un verdadero video de rap en la pantalla.

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“El Madrileño” empezó inmediatamente después, con “Te olvidaste” y “Cambia!”, la que cantó solo, sin la ayuda de Carin León y Adriel Favela como en el disco. Con los acordes de bachata entró “Ateo”, una de las canciones más exitosas del año pasado, estrenada junto a Nathy Peluso, a quien en esta ocasión reemplazó Lucía Fernanda, cantante española, hija de Antonio Carmona. De pronto, entre las mesas, la figura de una monja tomó un trago y fumó un cigarro, tomándose muy en serio la palabra “ateo” y consagrando el carácter de obra teatral que sumaría a este concierto-película. Esta herejía dió paso a las canciones más oscuras y agresivas de El Madrileño: “Comerte entera”, “Párteme la cara” y “Demasiadas mujeres”, con la que los hombres de camisas estampadas del recinto gozaron más que nunca.

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Al centro del escenario, se puso la mesa grande, donde cabían todos y donde brotó la costumbre que nos heredaron estos españoles: la sobremesa. Con vasos, guitarras y palmas comenzó la fiesta flamenca en el Movistar, con “Me maten”, canción estrenada en el marco del Tiny Desk de C. Tangana, que habla de la camaradería y lealtad con la familia y los amigos de confianza. “Ingobernable” y “Los tontos”, dos canciones con los mismos guiños andaluces, sonaron con el canto y las palmas de todas las personas sentadas a la mesa, con el Puchito en el centro con una sonrisa de oreja a oreja.

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Acercándose al clímax de la película, el escenario se oscureció para dar paso al rebelde C. Tangana rapero, que se subió arriba de la mesa sin importarle nada a cantar “Tranquilisimo” y “Llorando en la limo”. El trap se adueñó nuevamente del personaje y del escenario, y hasta eso resultaba creíble de un segundo a otro. La fiesta se volvió más latina con “Muriendo de envidia” y los pasos de salsa que le sacaron el público. Y Antón quiso terminar el show con las más conocidas “Tú me dejaste de querer” y “Antes de morirme”. Pero como este no era un concierto solamente, sino que una celebración de las raíces, el verdadero final vino con el cante, un tablao flamenco en pleno Movistar Arena. La potencia de un tablao es tanta, que no requiere más que la presencia del cantaor -en este caso, Ismael El Bola– , el guitarrista y quienes los acompañan con las palmas y las animaciones de “ole”, “toma que toma”, “eso e’”. Sin nada más que una luz alumbrando al grupo, presenciamos el momento más sencillo, que robó toda la energía de lo anterior con la potencia gitana y la soltó para terminar con la fuerza contenida de “Un veneno”, acompañada por los mismos grandes músicos y amigos del Puchito. “Dios bendiga el reggaetón, Dios bendiga a Daddy”, reza la letra de “Llorando en la limo”. Después del espectáculo dado por C. Tangana en Fauna Otoño, solo podemos decir “Dios bendiga la música, Dios bendiga al Madrileño”.

Setlist:
El Milagro
Te olvidaste
Cambia!
Ateo
Comerte entera
Párteme la cara
Demasiadas mujeres
Me maten
Ingobernable
Los tontos
Tranquilísimo
Llorando en la limo
Muriendo de envidia
Nunca estoy
Tú me dejaste de querer
Antes de morirme
Un veneno

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