Por Jaime Farfán.
Hablar de Foster the People es hablar de un sabor fundamental dentro de la paleta que marcó la explosión del indie pop en la década de 2010. Después de todo, varias de las canciones de su álbum debut, Torches (2011), son prácticamente himnos del género. “Pumped Up Kicks”, “Houdini”, “Helena Beat” y “Call It What You Want” no solo los definieron en su identidad sonora, sino que también dejaron su huella en toda una generación. Con una carrera prolífica que sigue produciendo hits, su show en Lollapalooza Chile 2025 es otro de esos que no se pueden dejar pasar.
El grupo, liderado por el carismático Mark Foster, se formó en Los Ángeles, California. A inicios del milenio, Foster dejó su natal Cleveland para perseguir una carrera musical en la tierra de la fama. Trabajó en diversos puestos, compuso jingles comerciales y se abrió paso en fiestas en Hollywood para hacer conexiones. Su meta era clara, pero el camino, incierto. Durante años, intentó capturar su ecléctica inspiración sin encontrar un rumbo definitivo, hasta que en 2009, junto al baterista Mark Pontius, nació Foster the People.
El momento clave llegó en una tarde que parecía perdida. Sin ganas de escribir, Foster consideró irse a la playa, pero decidió quedarse en su casa, masticando una idea vaga y sin forma. En tan solo unas horas, improvisó en Logic Pro el demo de “Pumped Up Kicks”, una canción de contrastes, entre una letra sombría de un adolescente aproblemado con ideas homicidas y una melodía pegajosa. La subieron como descarga gratuita y, en cuestión de semanas, se convirtió en un fenómeno viral. Poco después, un EP homónimo dio paso a Torches, el tremendo debut que antes de su lanzamiento ya tenía varios temas reservados para promocionar series, películas y comerciales. El mundo necesitaba bailar y Foster the People tenía los singles perfectos para eso.
Si Torches los catapultó al estrellato, el siguiente paso sería el más desafiante. En 2014, en medio del auge de las redes sociales y el culto a la fama digital, Foster lanzó Supermodel, un álbum conceptual donde retrató su crítica al consumismo, la obsesión con la validación externa y el lado oscuro del capitalismo. El disco fue más crudo, orgánico y ambicioso, fusionando folk, rock y elementos acústicos con su característica base pop. Canciones como «Coming of Age», «Best Friend» y «Pseudologia Fantastica» lo consolidaron como un compositor que no temía desafiar su zona de confort.
Para 2017, en plena era del streaming, el grupo siguió experimentando con nuevas influencias. Su tercer álbum, Sacred Hearts Club, integró toques de hip hop, soul y psicodelia. «Doing It for the Money» y «Loyal Like Sid & Nancy» lo mostraban en una nueva faceta, pero no lograron generar el mismo impacto inmediato. Sin embargo, como una revancha silenciosa, meses después «Sit Next to Me» escaló en popularidad y terminó siendo una victoria inesperada que se cocinó a fuego lento.
En los años siguientes decidieron retomar el control total de su carrera. Se separaron de su sello discográfico, lanzaron el EP In the Darkest of Nights, Let the Birds Sing, en una temporada donde el cantante enfrentó una crisis personal y artística, marcada por la partida de Pontius y Sean Cimino de la formación oficial. Durante un tiempo, parecía que el grupo se desvanecía en la incertidumbre. Pero Foster nunca fue de los que se rinden.
Después de casi tres años de silencio en un hiatus inadvertido, en mayo de 2024, los músicos reaparecieron con Paradise State of Mind, un álbum vibrante que marcó su regreso a la pista de baile y a los escenarios. Con un sonido fresco y renovado, sencillos como «Lost in Space» y «Chasing Low Vibrations» los encontraron en su versión más cercana y honesta. Foster se reconectó con su arte dejando atrás la presión de complacer a críticos o perseguir la siempre esquiva fama. Aprendió a enamorarse del proceso, más que de los resultados.
Más despiertos, enfocados y transparentes que nunca, este año llegan a Lollapalooza con un arsenal de hits recargado para lanzar a la pista a toda una generación que creció con su música. Es el momento de revivir los mejores años del indie pop y comprobar que, cuando una canción te marcó, nunca dejará de sonar en tu cabeza. No te pierdas a Foster the People el sábado 22 de marzo, desde las 20:00 hrs en el Cenco Stage, para demostrar, una vez más, que la música puede cambiarlo todo.