Geoff Tate en Club Chocolate: El regreso del emperador
Banda invitada: Hëiligen
26 de enero 2023.

Por Paulo Domic.
Fotografías por Javier Martínez.

Geoff Tate, uno de los tenores más conocidos dentro de la escena del metal, llegó por primera vez a Chile como solista. Una jornada que se dio cita en el Club Chocolate y que contó con la obertura a cargo de Hëiligen. Noche llena de emociones y recuerdos que el norteamericano puso en nuestras mentes al interpretar íntegramente dos de los discos más célebres de su carrera. Junto a él, su joven banda tocó con gran calidad las canciones, permitiendo el lucimiento de su aún vigente voz.

Sólo 21 años tenía Tate cuando ingresó a Queensrÿche. Y un par de años después, cuando EMI los firmó como artistas del sello, comenzó a gestarse la historia de una banda que ha sido considerada como uno de los pilares fundamentales del metal progresivo. Durante los 80s e inicios de los 90s, la voz de Geoff Tate sistemáticamente era ensalzada como una de las mejores del mundo del heavy metal. Junto a Bruce Dickinson de Iron Maiden y Rob Halford de Judas Priest, les llamaban The Three Tremors (Los Tres Temblores), parodiando la trinidad que formaron Luciano Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo bajo el nombre de The Three Tenors, y que por esos años giraban por el mundo. Hasta se rumoreó que harían un disco los tres juntos, tal como los tenores clásicos lo hacían, pero finalmente eso nunca pasó. Lamentablemente, por lo demás, ya que habría sido un lujo.

Sin embargo, las cosas entre Tate y Queensrÿche comenzaron a caminar mal en los albores del nuevo milenio. La inclusión de la familia de Geoff en el management y el fan club, fue desgastando la relación con el resto de los músicos que finalmente terminaron despidiendo a su esposa e hijastra de esos roles, y desembocando en episodios de máxima tensión que incluso terminaron con violencia física previos a un concierto. Como resultado, el cantante fue despedido de la banda y comenzó así una teleserie de problemas legales, dimes y diretes que en algún momento llegó al surrealismo de tener a dos bandas girando y grabando disco en el nombre de Queensrÿche. Situación que finalmente no favoreció a ninguna de las partes, ya que tanto el cantante como el resto de sus compañeros, vieron mermada su popularidad y relevancia en la escena del heavy metal, quedando relegados a planos más secundarios. Algo que años antes, cuando tanto el grupo como su voz eran aclamados y comparados con las estrellas del heavy metal, no se avizoraba. Estaban llamados a ser hasta nuestros días, cabezas de cartel de festivales y arenas importantes. El mundo giró de otra forma.

Geoff Tate regresó después de 15 años a Chile para cantar Rage for Order y Empire completos. Discos clásicos de Queensrÿche lanzados en 1986 y 1990 respectivamente, y que son testimonios de los mejores momentos musicales de la banda y su cantante. Con esa promesa, a las 19:00 comenzó la fiesta con el show de Hëiligen, una banda de heavy metal tradicional que bajo el liderazgo vocal y escénico de Renzo Palomino inició la sinfonía de acero en la calurosa tarde del Barrio Bellavista. Desde el inicio con “The Holy Path to Glory” hasta el cierre con “Return to the Battle”, se entregaron por completo a su actuación, sin importar que al inicio no había tanta gente aún en el Club. Dejaron muy claro que nada apagaría su pasión metalera y brindaron un show macizo e intenso, como habitualmente hacen. Un nuevo triunfo para esta banda ya consolidada como una de las más importantes del heavy chileno de la última década.

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A las 20:00 comenzó la ceremonia de Tate, partiendo inmediatamente con el clásico “Walk in the Shadows” y desatando la locura entre sus fanáticos que, cervezas en mano, alzaron sus puños y corearon junto a él. Así continuó en el orden exacto de Rage for Order, pasando por himnos como “I Dream in Infrared”, “The Whisper” y “The Killing Words”, emocionado profundamente a su público que lo acompañó cantando en todo momento. Si bien al inicio el sonido no acompañó mucho, por fortuna pronto eso mejoró y se pudo captar que Geoff mantiene aún muy bien su voz. Sí, es cierto, todo está un tono más abajo. Pero su timbre único y reconocible ahí está, también su expresividad y carisma. Con “I Will Remember” cerraron la primera parte y anunciaron un receso para luego continuar con el show.

Luego de unos 20 minutos de intermedio, Tate vuelve a escena para la parte de Empire. Y tal como en la primera sección del espectáculo, abrió con la que abre el disco: “Best I Can”. Clásico que sonó muy fuerte en la voz de los asistentes al Chocolate. Para “The Thin Line” sorprendió a todos tomando un saxofón para apoyar los cortes que tiene el coro, y también hizo un muy buen solo, demostrando que su talento va más allá de cantar como un dios del metal. Y el tercer golpe al mentón llegó con “Jet City Woman”, una de las más bienvenidas de la noche, que puso a saltar a todo el mundo. Pero claro, el clímax llegaría con la inmortal “Silent Lucidity”, balada que fue el mayor éxito comercial de Queensrÿche y que de hecho es la canción con más reproducciones de la banda en Spotify. hasta con lágrimas en los ojos vimos a muchos de los fieros metaleros que se convocaron anoche.

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Para cerrar un concierto memorable, Tate interpretó “Eyes of a Stranger”, única canción de otro disco que cantó anoche, en este caso del clásico álbum Operation: Mindcrime. Algo que estaban esperando muchos de los asistentes que venían con la polera de ese disco. Así cerró esta visita a Chile, cerrando una deuda de años con muchos que no lo habían visto nunca antes cantar en vivo, y dejando muy claro que tiene voz y para rato. Tal vez el único sentimiento encontrado fue el de verlo tocando para un público tan selecto, y no en un teatro repleto, como tantas veces hizo en su glorioso pasado. Sin duda, un titán e influencia tan grande para tantos otros, merecía quizás algo distinto para su carrera. Pero las cosas son como son e independiente a todo lo que se pueda decir o pensar, Tate se mantiene haciendo lo que le gusta y le apasiona por más de 40 años. Mientras siga haciéndolo de la forma profesional que lo hace, pues por favor, que nunca se retire.

Setlist Hëiligen:
The Holy Path to Glory
Shadows in the Church
Rage of the Gods
Gladiator
Prisoner of Faith
Return to the Battle

Setlist Geoff Tate:
Walk in the Shadows
I Dream in Infrared
The Whisper
Gonna Get Close to You
The Killing Words
Surgical Strike
Neue Regel
Chemical Youth (We Are Rebellion)
London
Screaming in Digital
I Will Remember
Best I Can
The Thin Line
Jet City Woman
Della Brown
Another Rainy Night (Without You)
Empire
Resistance
Silent Lucidity
Hand on Heart
One and Only
Anybody Listening?
Eyes of a Stranger

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