Por Paulo Domic

Los suecos de Enforcer hace unas semanas liberaron su más reciente single: “Kiss of Death”. El cuarteto, fiel a su estilo, continúa ofreciendo a su público ese heavy metal directo y verdadero a la usanza de los años ochenta. No transan ni un centímetro ese estilo que los ha transformado en importantes exponentes actuales del género, que continúa gozando de popularidad entre el público amante de la vieja escuela del metal.

Conversamos con su líder y cantante Olof Wikstrand para saber cómo les ha ido con este sencillo y cómo han vivido este tiempo tan especialmente difícil para la música. Pudimos conocer su apego hacia la cultura ochentera y su cercanía con el mundo latino que tanto aprecia la propuesta de Enforcer, recordando con mucho cariño las oportunidades en que han visitado nuestro país.

Recientemente lanzaron el single llamado “Kiss of Death”. ¿Cómo ha sido la recepción por parte de sus seguidores?

Creo que ha sido una abrumadoramente fantástica recepción. Estoy muy feliz por eso. De que la gente apoye lo que hacemos de una forma que no había visto en un largo tiempo. Ha sido genial. Tenemos más de 200 mil visualizaciones en Youtube en poco más de una semana, así que estamos muy felices.

¿De qué se trata esta canción?

Hay muchas ideas diferentes detrás de la canción. Por una parte, se inspiró en La Parca, pero también me inspiré mucho en la ópera “Don Giovanni” de Mozart que descubrí hace unos meses.

¿Qué podemos esperar de un próximo disco de Enforcer?

No lo sé, no está listo aún. Nos estamos enfocando en escribir las canciones primero. La diferencia será que antes nos concentrábamos en hacer canciones para un disco, pero ahora nos estamos enfocando en la canción en si misma, sin pensar si realmente puede encajar en un álbum. Queremos que cada una de ellas funcione en sí misma. Porque nos hemos dado cuenta de que la gente ya no escucha los discos de la forma en que quisiéramos. Entonces si ya no los escuchan desde el comienzo hasta el final, entonces tenemos que cambiar la estrategia para seguir siendo relevantes en la música hoy.

¿Cómo han podido componer en este tiempo de pandemia?

 Ha sido realmente inspirador poder crear música sin la presión de estar de gira. Eso me ha dado inspiración constante, nunca había sido más creativo que en este momento. Tenemos ya unas doce canciones que están listas para ser grabadas.

Han estado más de un año y medio sin presentaciones en vivo. ¿Cuán ansiosos están de volver a las giras?

Moderadamente ansiosos. Esta pandemia nos ha abierto los ojos, las cosas han cambiado mucho y me ha mostrado que el ritmo desenfrenado de las giras hace muy difícil ser creativo. Tengo ganas de tocar en grandes festivales y en shows grandes, pero no tanto de tocar en clubes pequeños y cosas así, honestamente.

Ustedes han estado un par de veces en Chile, en 2013 y 2016. ¿Qué recuerdos tienes de esas visitas?

 En las dos oportunidades ha sido absolutamente genial. Las audiencias son super locas y dedicadas. La primera vez siento que fue uno de los espectáculos más salvajes que hayamos tenidos, una locura total.

Entendemos que tienes o tuviste una novia chilena que te ayudó con las letras de la versión en español del disco “Zenith” de 2019.

 Si, estuvimos juntos por un tiempo. Ella realmente reescribió todas las letras, porque no se trata de sólo traducirlas. Ese fue un gran proyecto que hicimos juntos.

¿Qué te motivó a hacer un disco en español?

 Luego de la última gira por Latinoamérica comencé a escuchar mucho heavy metal en español, como Ángeles del Infierno, Hades o Muro de España y otras bandas sudamericanas y eso realmente fue una inspiración.

¿Por qué escogieron tocar este heavy metal de corte más clásico y ochentero, y no otras expresiones más modernas, como el Power Metal o el Djent?

 Yo aún estoy creciendo en los ochenta y el estándar de lo que me gusta lo tengo ahí, en la década de los ochenta. Nunca me gustó el metal moderno, del noventa en adelante. Nunca pude escuchar algo de eso. Para mí es como que no existiera. Así que nunca pienso que lo que hago es “retro”. Es el único camino para mí. El Power Metal, el Djent, o lo que sea, no existe en mi mundo. No existe en mi universo. Ni siquiera estoy consciente de la existencia de esa música, lo que me hace muy feliz. Me gusta todo tipo de rock y metal, no soy estrecho de mente cuando se trata de música, mientras sea verdadera y genuina. ¿Acaso no se detuvo el reloj en 1989?