La canción del cuarteto es un relato desgarrado de la problemática migratoria que se vive en Chile y en el resto de Latinoamérica.

La agrupación se bautiza inspirada en el clásico literario de Manuel Rojas, Hijo de Ladrón. Y al igual que el protagonista de esta novela, pretende intervenir en el mapa social a través de canciones cargadas de crítica, demanda y empatía por la herencia histórica. Su primer single, Aurora, es un relato desgarrado de la problemática migratoria que se vive en Chile y en el resto de Latinoamérica.

Aurora es el nombre de una mujer que debe abandonar su tierra natal y sus afectos para cruzar el desierto y lograr llegar a su destino. Con un estilo que fusiona los sonidos andinos con el rock y el folk, su vocalista y guitarra, Fabián Araya, interpreta la nostalgia que provoca a esta mujer el abandonar a sus seres queridos y su pueblo originario.

Grabada y producida por Sebastián Rehbein, la canción es un viaje tal como el de Aurora, con distintos cambios de intensidad en el sonido que reflejan los diversos estados. De acuerdo a su autor, Fabián Araya, la letra y la música nació después de escuchar en primera persona variados testimonios de extranjeros que debieron cruzar el desierto de Atacama para finalmente llegar a Santiago de Chile. “Mi interés por escribir sobre esta temática, nació de las ganas de crear algo actual, algo que realmente refleje el presente de Latinoamérica y darle espacio literario a todas estas experiencias que casi siempre, se queman en el anonimato y se olvidan”, señala.

El resto de la banda lo componen Vicente Blaschke en batería y coros, Nicolás Nazar en bajo y El Mulu en guitarra acústica y coros.