Por Juan Pablo Ibarra.

Just (We Are Not Just Human Beings) es el último álbum de esta banda chilena siempre cruzada por el gótico, el post-punk, el shoegaze y el dream pop. Intimate Stranger nos brinda una preciosa consolidación nuevamente en su carrera discográfica. Una vasta trayectoria los posiciona como una banda siempre relevante en el circuito nacional, aunque un juicio como tal, presenta de forma invisible la limitación del alcance de bandas que conozcamos.

El disco marca una celebración implícita: 10 años de trayectoria como banda y la publicación consecutiva e ininterrumpida de varios discos. Su primer trabajo está fechado en el 2007 y titulado Life Jacket, le sigue Under en el 2010, luego viene White Streets, Dark Fields en el 2012, Above en el 2013, Conversación Imaginaria en el 2014, Further en el 2015, hasta llegar finalmente al que nos convoca. En tan solo 30 rockeros minutos, los nacionales logran revitalizar su propuesta artística y, de paso, reavivar por completo el extenso catálogo discográfico que los antecede.

Es notoria ‘la calle’ que tienen estos músicos, los años de trayectoria que anteceden al disco son un indicador absolutamente necesario para cualquier consideración existente en torno a este lanzamiento. Desde el sonido propio del álbum a la carátula que empapa su nuevo imaginario, siempre supimos que nos enfrentaríamos a algo distinto que lo plasmado en sus trabajos anteriores.

El álbum abre con “One Again”, una lenta y poderosa canción más rockera que indie, más indie que dreampopera. La densidad propia de esta deja sola la voz de Tessie por un instante y la guitarra vuelve, poco a poco, a repletar los espacios que deja en silencio por un instante. Ambas, voz y guitarra llevan a cabo un melódico diálogo a lo largo de los primeros minutos, acompañadas por una excelente batería -en su ejecución y sonido-, lo mismo el bajo y el sintetizador. En sus varios «Ooohhh Ooohh…» la fuerza del team va y viene y expulsa su riff más característico varias veces. Es una canción hecha para la noche, para salir, para rockear.

El disco continua con “Sombras”, un interludio acústico tocado por una guitarra que, al parecer, es de 12 cuerdas. Breve y melódica, esto precede a algo poderoso podemos intuir, y es así, pues es el turno del tercer track, “Stories” una canción de corte más indie que rockero, pero con el límite justo entre la suavidad y el rigor propio del carácter del rock. Más aún cuando desde los 15 segundos en adelante entra un arreglo de guitarra acústica que calza perfectamente. Esto es un auténtico trance experimental, aspecto algo impresionante siendo una banda de rock indie. Con fuerza y suavidad, todo logra avanzar consagrando el sonido de Intimate Stranger y mereciendo todas nuestras destartaladas alabanzas.

“1982” es otro interludio instrumental de duración de poco más de dos minutos, con sintetizador y guitarra que te vuelan la cabeza sin requerir destrozar los instrumentos, sino tan solo desplegando armonías bellamente oscuras. Esto confluye con la saturación sonora más shoegazing, lo que nos recuerda el uso común que bandas como My Bloody Valentine hicieron de aquello en su tiempo.

Luego de esos dos minutos de pura ensoñación onírica, volvemos con el track que le da título al álbum. Tenemos con nosotros a la tremenda “Just”, más pausada y con el carácter propio de las canciones que la anteceden en este mismo álbum. Otra auténtica canción para el disfrute de los oyentes de la banda. Todo lo que suena está absolutamente sincronizado y compactado, ese riff que Lautaro toca con una sola cuerda, ese hi-hat cerrado que suena en la batería, el grosor propio del sonido del bajo y la voz de Tessie nos presentan una consolidación total del sonido que por años han trabajado y reinventado tantas veces.

Comienza la glamorosa “A Long Way From Here” y, sin ningún tipo de presentación especial, la banda nos interpreta una de las canciones más rockeras de este trabajo. Todas las anteriores rozan y/o traspasan las barreras del indie. Con este track corriendo, es material suficiente para comentar la destacada ejecución instrumental de las canciones. Todo es limpio, sobrio, soberbio y tocado para complementar la idea de las canciones. No para sobresalir individualmente. Esto es una comunidad de músicos desatando el rockero caudal sonoro de Intimate Stranger en este disco.

Rápida y movediza, retorna la vertiente más indie con “You Mean A Lot Of Me”. La primera vocalización está a cargo de Lautaro, siguiéndole el feedback inagotable de Tessie. Y así sucede en toda la canción. Amigable y de trote constante, avanza la canción repitiendo el diálogo entre ambos, algo fenomenal. Otra vez es destacable la ejecución en batería y guitarra. Notable es el desplante del baterista en platillos y bombos y en todo su instrumento, del cual se nota que es conocedor a cabalidad. El solo de guitarra al final de la canción se encarga de dejar al máximo nivel el disfrute del álbum. ¿Qué más puede venir ahora?

“Extraño Íntimo”, otro track de un transparente indie cantando en español, lo que nos recuerda que no estamos escuchando algo extranjero, sino nacido en las tierras que pisamos, algo que por sí mismo le da status y rigor a la escena chilena. Onírica y rockera al mismo tiempo, Intimate Stranger, sigue consolidándose en su último trabajo discográfico. “Perdidos más allá… perdidos más allá… perdidos más allá… perdidos más allá…” canta Tessie y cierra la canción.

Es el turno para las dos canciones finales. “Constellation” y “Cisnes”. La primera a través de suaves y melódicas estructuras de guitarra fundamentalmente, nos presenta una calmada manifestación de la banda, donde el uso que Tessie hace de su espléndida y característica voz, es para algo así como una narración, una recitación de unas palabras pronunciadas en perfecto inglés. El álbum acaba repentinamente con la otra canción nombrada, la que es un breve epílogo tenuemente ruidoso para dejarnos expectantes y más que satisfechos con esta nueva entrega.

Entregando los matices propios de la banda, la que tiene su marco de oscilación entre la suavidad del indie (entre el shoegaze y el dream-pop) y la fuerza poderosa del rock (entre lo gótico y lo post-punk). Y es justamente música para ser algo más de lo que somos. Estamos seguro que los amantes de un álbum como este, han crecido en algún aspecto de sus vidas, pero cómo no, si es este un repertorio totalmente adecuado para ir rompiendo los prejuicios canónicos que la sociedad establece limitando nuestras vidas, pero para eso y más, tenemos obras como estas, para ampliar nuestro carácter y con esto poder sonorizar la actitud necesaria para ser algo más de lo que ya somos, y así ser justamente lo que realmente quieres y tener el trampolín necesario para cualquier transformación, sea de la índole que sea.