Juanito Ayala en Bar Remolienda: La mejor mezcla entre música y buen humor
12 de abril 2017.

Por Nicolás Morán.
Fotografías por Gabriel Padilla.

Ubicado en pleno corazón del barrio bohemio y fiestero que es Bellavista, se erige entre las calles, el Bar Remolienda, un espacio en el que la música y la buena comida se mezclan para darle a la gente un trocito de alegría.

Enmarcado dentro de la seguidilla de conciertos que se titulan “Después de la pega”, cuya idea es que se vayan abriendo espacios de socialización dentro de los días de semana, para que, de esa manera, vayamos poniéndole sabor a lo que viene posterior a la jornada laboral.

Anoche tuvimos la oportunidad de ver a Juanito Ayala, quién con un show de cerca de 2 horas, mantuvo al público lleno de energía. Pocas veces me he reído tanto como el día de ayer. Sin lugar a dudas, Juan tiene un sentido del humor que cualquier comediante envidiaría, porque además de hacer gala de sus dotes musicales, nos tuvo a carcajadas entre canción y canción. Y es que, entre medio de sus temas, nos iba contando historias o anécdotas sobre ellas, lo cual hizo que muchos lograran conectar con el artista a otro nivel.

Su espectáculo partió con una mezcla de Santo y Seña, que precisamente es el nombre de su disco del año 2014 y luego siguió con “Me agarro de la guitarra”, de Juana Fe, cosa que obviamente motivó mucho a los asistentes, porque era una de las canciones que más pegan, junto a otros clásicos que se dieron en la banda y que hoy por hoy, interpreta Ayala.

Si tuviera que elegir 3 temas que representen el concierto, elegiría «Chiquitita», que es una de las favoritas de la gente, y debo decir que me sumo, porque pucha que es bonito dedicarse a alguien que uno quiere y aunque la persona ya no esté, recordar los buenos momentos. En ese instante, la gente cantaba a todo pulmón. Como segunda patita, me inclinaría por una de las canciones que casi hizo explotar el local, de hecho, me parece que “Drogadicto”, que está dentro de los Hits de Juana Fe, además, es un himno para un asunto que a estas alturas del partido, no debería causarnos el escozor que nos provoca como sociedad, porque comprar, consumir o plantar marihuana, no te hace un drogadicto, pero igual se «ve feo», así que para cerrar, con la canción que, como espectadores, nos sentimos identificados por diversas razones, fue “Lo que sucede”, que nos habla de que luego de hacer el amor, viene otro tipo de amor, ese regaloneo que se produce luego del acto carnal, y que termina siendo más significativo, como lo puede ser, el «dormir cucharita».

Obviamente, temas como “Callejero” o “Yo soy aquél”, se han convertido en canciones que logran llevarnos desde el éxtasis de la fiesta, hasta el final emotivo que también se vuelve necesario.

Conversar con Juanito, es como conversar con un viejo amigo, de esos que te invitan a la casa a guitarrear o tomar una cerveza. Siendo por lo mismo, uno de los mejores conciertos en los que he estado, partiendo por la música, pero quedándome por la buena onda.

Es bien sabido que Ayala es de izquierda y eso lo hace notar en las letras de sus composiciones, pero se nota más cuando escuchamos temas como “Yankieman”, “Bala Loca” o el sequísimo cover de “El León”, de los Fabulosos Cadillacs, dejándonos en claro que hay valentía y sangre combativa en la música latinoamericana.

Luego de un pequeño break de 15 minutos, volvió, hizo un pequeño sorteo por una tocata en la casa del ganador, cosa que volvió el concierto en una reunión de amigos, gracias a la simpatía y sencillez de Ayala. Luego de eso, terminó tocando unas canciones nuevas de su próxima entrega y finalizó con “Me muero de Frío”, cerrando una noche inolvidable, en la que cantamos y reímos hasta entrada la noche, sintiendo que darse un pequeño relajo a media semana, no hace para nada mal.

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