Bandas invitadas: Tenemos Explosivos y Poppy.
2 de noviembre 2025.

Por Sebastián Allende.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

El Estadio Nacional se convirtió anoche en el epicentro de la nostalgia y la reinvención. Tras casi una década sin pisar suelo chileno, Linkin Park regresó a Santiago este domingo 2 de noviembre con su gira From Zero World Tour, ofreciendo un espectáculo que mezcló la energía de sus clásicos con la fuerza de su nueva etapa liderada por Emily Armstrong.

En una jornada donde más de 50 mil fanáticos vibraron con un show cargado de emociones, gracias a una puesta en escena que reafirmó por qué la banda sigue siendo un referente y que las segundas partes también pueden convertirse en grandes historias, la expectación se sentía desde temprano. Bajo una tarde soleada, miles comenzaron a agolparse frente a las rejas del Estadio Nacional, ansiosos por asegurar las mejores ubicaciones para vivir la experiencia sonora y visual que promete la gira From Zero World Tour. Antes del plato principal, la jornada ofrecía un aperitivo de lujo con dos exponentes que marcaron la previa: la potencia del post-hardcore chileno de Tenemos Explosivos y la propuesta vanguardista de la artista estadounidense Poppy.

La música arrancó con Tenemos Explosivos, quienes se plantaron con toda su discursiva y colores sonoros característicos del género. Con letras cargadas de memoria y crítica social, la banda abrió la velada con una descarga intensa que incluyó temas como “Uróboros”, “San Borja” y “Cueca sola”, himnos que forman parte de su repertorio más celebrado en discos como Cortacalles y La Virgen de los Mataderos, tal como caracteriza a la banda capitalina, cada acorde fue una invitación a la reflexión y al movimiento, preparando el terreno para lo que sería una noche histórica en el Estadio Nacional.

Luego fue el turno de Poppy, la artista estadounidense que ha sabido romper los límites entre géneros con una propuesta que fusiona metal, pop y electrónica. Con una estética tan enigmática como poderosa, la cantante llegó al Estadio Nacional para presentar parte de su más reciente álbum Negative Spaces (2024). Sobre el escenario la artista desplegó un show intenso y visualmente impactante, donde temas como “BLOODMONEY”, “V.A.N” y “Scary Mask” se mezclaron con sus clásicos, creando una atmósfera hipnótica que contrastó con la crudeza de Tenemos Explosivos y preparó el ánimo para la entrada triunfal de Linkin Park.

Cuando las luces se apagaron y terminó la cuenta regresiva, el Estadio Nacional quedó envuelto en una atmósfera de expectación, el rugido de más de 50 mil voces marcó la velada. Linkin Park apareció en escena como una fuerza arrolladora, abriendo con “Somewhere I Belong” tras una introducción que dejó en claro que la gira From Zero World Tour no solo es un regreso, sino también una reinvención. “Points of Authority” y “Up From the Bottom” mantuvieron a los presentes en lo más alto, para dar paso al primer himno de la noche: “Crawling”, coreado por todo el estadio en un coro gigante que acompañó a Emily Armstrong, quien a esas alturas ya tenía en el bolsillo a la multitud.

Un detalle que no es menor: además de la música, la puesta en escena fue otro protagonista. Pantallas gigantes, visuales inmersivas y un juego de luces que acompañó cada transición elevaron la experiencia a un nivel cinematográfico. Rock and roll para estadios en su máxima expresión, dejando claro el porqué de las sonrisas que se lograban apreciar en los miles de presentes.

La música no se detuvo y con “The Emptiness Machine” y “Over Each Other” llegaron dos de las piezas más comentadas del álbum From Zero, que resonaron con una intensidad que dejó claro el rumbo evolutivo de Linkin Park. Sin embargo, la nostalgia no tardó en aparecer: “The Catalyst” y “Burn It Down” encendieron el Estadio Nacional con una energía desbordante, mientras Mike Shinoda recorría el escenario de extremo a extremo para agradecer el apoyo incondicional del público.

El show nos regaló más de 20 canciones, donde los clásicos se hicieron presentes con “One Step Closer”, que contó con la participación especial de Poppy en el escenario, y sumó a más himnos como “What I’ve Done”, “Numb” y “Bleed It Out”, que se conjugaron de manera natural con nuevas composiciones como “Two Faced” y “Up From the Bottom”. Una secuencia que, en esencia, representó la mejor síntesis del concierto: pasado, presente y futuro entrelazados gracias a una banda en plena forma.

Tras casi dos horas, para el cierre, Linkin Park entregó lo mejor de su repertorio con canciones que hicieron explotar a las más de 50 mil almas que repletaron el Estadio Nacional: “Papercut”, “In the End” y “Faint”, las que sonaron filosas, precisas, únicas, desatando la euforia final y sellando una jornada que confirmó que las segundas partes pueden ser tan grandes como las primeras.

Setlist:
Somewhere I Belong
Points of Authority
Up From the Bottom
Crawling
The Emptiness Machine
The Catalyst
Burn It Down
Over Each Other
Where’d You Go
Waiting for the End
Lies Greed Misery
Two Faced
When They Come for Me / Remember the Name
IGYEIH
One Step Closer
Lost
Stained
What I’ve Done
Overflow
Numb
From the Inside
Heavy Is the Crown
Bleed It Out
Papercut
In the End
Faint

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Sobre El Autor

Periodista a ratos, Papá a miles, Cruzado y ClashCityRocker por millones.

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