Lollapalooza Chile 2022, día 1: Volver a disfrutar
Parque Bicentenario Cerrillos, 18 de marzo.

Por Sebastián Allende.
Fotografías por Lotus Producciones / Javier Martínez / Francisco Aguilar

Este viernes 18 de marzo, se dio inicio a la 10º versión del festival Lollapalooza Chile, evento que por primera vez se lleva a cabo en el Parque Bicentenario Cerrillos y que vuelve tras un receso de dos años por la pandemia del coronavirus.

Desde temprano los alrededores del Parque se vieron con más vida y mucho más concurridos de lo normal y, como era de esperarse, la multitud de personas que se haría presente para este reencuentro con los escenarios del festival llenaría de colores todo el entorno alrededor, llevándonos a ser parte de una verdadera pasarela improvisada animada por cada uno de los fanáticos, quienes arropados con sus mejores looks intentarían dejar su huella en Cerrillos.

Los fuegos de esta versión 2022 de Lolla los abriría Flor de Rap, quien se subió a la tarima del Banco de Chile Stage con la misión de volver a conectar a los presentes con este festival y fue así y gracias a un público que coreaba y bailaba cada uno de sus temas, lograría con creces calentar los motores de la extensa jornada.

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Tras el primer envión, las guitarras harían su estreno en el VTR Stage gracias a la presentación de los norteamericanos de The Alive. Este trio de adolescentes demostraría, que, a pesar de los años, llevan muy presente el adn de rock en sus venas con una banda que maneja los códigos con una clara influencia sonora de Nirvana, logrando así, gracias a la interpretación de los liderados por Bastian Evans generar los primeros aplausos cerrados de la velada.

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Si hay algo que distingue a Lollapalooza de otros festivales, es esa onda de integración y de querer que nadie se quede fuera de la gran fiesta que es este evento. Una muestra es el escenario de Kidzapalooza, que tomaría vida en este viernes, con Cuenta Cartón, Banda Porota y los Hi Fi, para que nadie se sienta afuera de esta fiesta, entregando un momento ameno para los más pequeños. El sector Aldea Verde sería tomado por los sonidos nacional que abarcarían desde el indie de Antónima, el rock de Temple Agents, el pop de Francisco Victoria y los hits radiales a cargo de los consagrados de Saiko.

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Cabe destacar que no solo de rock se vive en Lollapalooza y los sonidos urbanos y la electrónica son un punto aparte en Lolla. Tintes sonores que nos hacen apreciar cómo el público se moviliza al Perry´s Stage y al MixStage, para no quedar fuera de ninguna de las presentaciones que se harían presente en la jornada. Kidd Tetoon, Harry Nach, Trueno, DVGT, Altofondo Mocho y Channel Tres, por nombrar a algunos, desatarían una verdadera euforia, fiesta y goce entre los presentes, par así, volver a demostrarnos, una vez más, que no solo de rock y guitarras se vive en nuestro país.

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La tarde sigue y The Wombats seguiría sumando guitarras a la tarde, las que serían reafirmadas en la presentación de Marky Ramone, una verdadera leyenda viviente. Con un set de un poco más de una hora y con una solida banda de apoyo, Marky sería el dueño de los primeros mosh de la tarde hit tras hit, en un repertorio dedicado a su banda madre, The Ramones, canciones que fácilmente deberían transformarse en patrimonio de la humanidad. Entretenido y potente show de Marky y sus secuaces.

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La energía seguiría a tope con una de las presentaciones (quizás la más) más eclécticas de la jornada. Idles debutaría en nuestras tierras con un show lleno de rock y actitud. “Mother” y “Danny Nedelko”, entre otras, sonarían punzantes, afiladas, punkeras, logrando el desenfreno de los presentes quienes disfrutarían a más no dar de esta banda que se entregó a tal nivel, que incluso Mark Bowen (uno de sus guitarristas) terminó entremedio del publico disfrutando de los sonidos de este grupo británico.

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Tras Idles, seriamos testigos de uno de los primeros shows en abarcar la mayor cantidad de gente. Los dueños de este reconocimiento serían los puertorriqueños de Cultura Profética, quienes con su característico sonido de reggae entregarían un show compacto con una batería de éxitos como “Nadie se atreve” y “Saca, prende y sorprende” los que llenarían de energía y buena vibra para seguir la jornada.

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El reguetón de la vieja escuela de Jhay Cortez sería otra muestra de la buena salud que vive este genero musical en nuestro país, con otro show bien concurrido que haría perrear hasta el suelo en el VTR Stage. En contraste al show del puertoriqueño, en el Axe Stage viviríamos otro debut junto a los canadienses de Alexisonfire. Con un show potente y lleno de hits como “This Could Be Anywhere in the World”, “Accidents” y “Young Cardinals”, pagarían la deuda con los cientos de fanáticos que se aglutinaron a disfrutar del post-hardcore de los candienses, en uno de los shows más logrados técnicamente y esperados de este viernes.

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Tras la potencia de Alexisonfire, la electrónica transformaría al Parque Bicentenario en un gran club de baile de la mano de Martin Garrix, haciendo vibrar a los miles de fanáticos que disfrutarían a tope del baile y los fuegos artificiales que le darían más vida a los beats que nos entregaría el neerlandés. Paralelamente, Camila Moreno nos presentaría parte de su cuarto álbum de estudio, Rey, en el Lotus Stage, escenario que vio la vida durante la velada del viernes con los sonidos de Delic, Dulce y Agraz y Paula Cendejas, entre otros.

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Ya la noche caía por si sola y el fin de la primera jornada, la que contaría con más de 75 mil personas, sería a gran manera junto a Foo Fighters. Un show contundente y armado para arrasar en grandes estadios fue lo entregado por los liderados por Dave Grohl, el que, de seguro, fue el cierre preciso para el regreso de Lollapalooza, que incluso contó con la presencia de Perry Farrell, para cantar “Been caugh stealing” de sus Janes Addiction.

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El reencuentro con Lollapalooza Chile fue una muestra de que si es posible la realización de grandes eventos artísticos post era Covid. Estos son eventos necesarios y variopintos, que nos entregan una parrilla equilibrada en estilos y gustos que se transforman en una oportunidad perfecta para conocer otros sonidos, para abrir la mente de las personas y para simplemente disfrutar de la música en el aire libre de un festival que ya se encuentra arraigado y es parte necesaria de nuestra cultura.