Lollapalooza Chile 2022, día 3: Música urbana con final rockero
Parque Bicentenario Cerrillos, 20 de marzo

Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Lotus Producciones / Javier Martínez / Francisco Aguilar A.

La tercera jornada de Lollapalooza Chile tuvo un inicio notoriamente más concurrido que los del viernes y el sábado. Desde las 12:30 la estación de metro Cerrillos expulsaba un mar de gente que se dirigía con premura a ver los primeros shows del día. No se puede negar que en esta ocasión la música urbana fue la que primó y movió más gente dentro del Parque Bicentenario Cerrillos. Sin embargo, Lollapalooza siempre tiene música para todos los gustos y nunca deja de sorprender.

Desde temprano Micro TDH tenía el escenario Banco de Chile repleto de jóvenes coreando sus canciones. El rapero y trapero venezolano fue un excelente comienzo para el festival por la energía transmitida en el escenario y su capacidad de animar con juegos con el público, como hacerles agacharse para luego saltar y mensajes de hermandad entre Chile y Venezuela. Una vez terminado su show, el mismo público corrió a posicionarse para ver al rapero nacional DrefQuila en VTR stage. Ya había gente esperando el inicio de su show cuando se sumó el resto de la euforia por la música urbana, proporcionando un escenario repleto para el inicio del concierto de este joven productor musical, diseñador y cantante. DrefQuila dió un show impecable y se mostró muy emocionado por la energía y el cariño del público. Contó con la presencia de Killua97, Ceaese, con quien interpretó la exitosa canción “Dámelo”, y de Marlon Breeze, uno de los precursores del género del trap en Chile, a quién agradeció y rindió un pequeño homenaje. La música urbana siguió su camino de vuelta al escenario del Banco de Chile donde otra representante nacional, Mariel Mariel, deleitó a los asistentes con su flow latino y pop urbano.

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A muchos les llamó la atención la presencia de Kramer en un festival como Lollapalooza. No olvidemos, sin embargo, que Stefan también es músico y en esta ocasión salió al escenario a cumplir uno de sus sueños convertido en decenas de artistas a quienes imitó como solo él sabe hacerlo. Desde Eddie Vedder a Bad Bunny, la gente rió con su humor único e incluso hizo una imitación de uno de los presentes, el mismísimo Marcianeke, con quien luego se encontró tras bambalinas para compartir una foto en redes sociales.

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Si Kramer sorprendió por ser un comediante que ahora canta, lo mismo ocurrió con Power Peralta, a quienes asociábamos con la danza y que se pararon en el Perry’s Stage de Lollapalooza a cantar. Por supuesto la danza estuvo presente y un grupo de aproximadamente 10 bailarines los acompañaron a lo largo del show que hizo bailar también al público. Ya cerca de las 2 de la tarde se había trasladado gran parte del público a Perry’s Stage para poder ver a tanto a Princesa Alba como al rapero más escuchado del momento, Marcianeke. Ambos afines al mismo público, adolescente, veinteañero e incluso de treinta y tantos, que repletó el sector sur del parque como no se vió en las jornadas previas. Y no es para menos, Princesa Alba es una de las artistas más esperadas del evento, lo que quedó en evidencia con los gritos previos del público que la llamaba sin parar, mientras el espacio se volvía cada vez más reducido. Con bailarines y banda en vivo, Trinidad Riveros -su nombre real- mostró algo de su último material, el disco besitos, cuídate estrenado en 2021, como “pinky promise”, “acelero” y “nasty”. No dejó de lado sus clásicos como “Mi culpa”, “Summer love” o “Convéncete”, tema con el que le dejó el escenario a su colega Marcianeke, no sin antes llamar al público a disfrutar del show de Doja Cat. Así, el joven rapero de 20 años salió al escenario con la petición de parte de la organización de que el público diera unos pasos atrás para descomprimir un poco las primeras filas, reflejo del arrastre que ha logrado Marcianeke en menos de dos años. Con fuegos artificiales el rapero talquino salió al escenario entre miles de gritos y celulares registrando su tan esperada llegada. En contra de toda suspicacia, el intérprete de “Dímelo ma” dio un espectáculo, con bailarines, pirotecnia y auténtico talento en el rap y en el canto. Un show de alta calidad que evidenció preparación y profesionalismo por parte de él y su equipo. Un 7 para Marcianeke.

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Otro de los números más esperados era el de LP, la cantautora estadounidense que, habiendo visitado nuestro país en 2019, este domingo estaba destinada a repletar el VTR stage. Y así fue. Durante una hora, la cantante, cuyo nombre real es Laura Pergolizzi, dio muestras de su sobrenatural rango vocal con miles de espectadores que esperaban con ansias la interpretación de “Lost on you”, una de sus canciones más conocidas e impactantes por el dolor contenido en sus letras, así como por la interpretación llena de emoción que realiza la artista. Con agradecimiento, LP interpretó su gran hit al final de la presentación y se despidió con una sonrisa del Lollapalooza Chile.

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La tarde siguió con el show de Nicki Nicole, la cantante argentina que desde el Banco de Chile Stage convirtió la explanada central del evento en una fiesta de pop, trap, R&B, incluso cumbia, subiendo a dos espectadores a bailar con ella. Su primera vez en Lollapalooza fue éxito tras éxito hasta su máximo single “Wapo traketero” con la que se despidió emocionada por el calor del público chileno.

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En VTR stage se preparaba Machine Gun Kelly, rapero y actor estadounidense que entregó un show dominado por su llamativa personalidad que se manifestó en diversas conductas escandalosas como fumar marihuana en el escenario o subirse a la carpa de sonido. Dos momentos de su show que generó gran aprobación del público fueron la interpretación de un cover de Paramore, “Misery Business” y, por supuesto, el cierre con su éxito “Bloody Valentine”. Como dato curioso, se vio a Megan Fox en el costado del escenario sacando fotos de su pololo y sus locuras. Todo pasando en Lolla 2022.

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Siguiendo con artistas chilenos, una de las sorpresas de la tarde fue Lucybell, quienes se presentaron en el escenario Lotus y repletaron el lugar como no se vio en los días anteriores. Miles de millenials corearon sus canciones, sin glitter en la cara y con la nostalgia de toda una generación. A puros clásicos como “Mataz”, “Mil caminos” o “Cuando respiro en tu boca”, encantaron a sus fieles fanáticos que los echaban de menos.

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Los números principales de la noche empezaron con Doja Cat, quien arrasó con el escenario Banco de Chile como pocas veces se ha visto en Lollapalooza Chile. Su presencia escénica, su voz y baile, además de su fanaticada, derrocharon energía y vitalidad durante una hora que en realidad daba para más. No hubo canción no cantada por más difícil que sea rapear como Doja. Su personalidad fue parte de lo llamativo del show, desenvuelta y auténtica, se quejó todo el tiempo acerca de lo incómodo que eran sus diminutos shorts, se le vió emocionada con el recibimiento del público y se rió en varias ocasiones con sus propios chistes. Diecisiete fueron las canciones interpretadas entre las que se cuentan sus más poderosas creaciones, “Woman”, “Kiss me more”, “Get into it” y “Boss bitch”. Doja Cat destruyó -en buen sentido- uno de los escenarios principales y dejó vibrando los cuerpos de los asistentes quienes todavía deben estar procesando lo que vivieron.

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Como en 2017, los neoyorquinos The Strokes volvieron a cerrar una noche en Lollapalooza Chile. Esta vez con canciones pandémicas que no habían visto la luz de un escenario en Chile, como “Bad decisions” o “The adults are talking” del álbum The New Abnormal, de 2020, además de sus clásicos de siempre. De todas formas, fue un show para fanáticos. Terminar con “Take it or leave it” no es para dar en el gusto a quienes los conocen solo por sus singles, aunque el encore fue, por supuesto, “Someday”. Con un locuaz Julian Casablancas, se vivió un concierto a todo volúmen, pero con bastantes errores de parte del vocalista, quien equivocó la letra muchas veces e incluso arruinó el final de una canción y quedó cantando solo. Sin embargo, al momento de improvisar con el canto de “olé, olé, olé” del público, demostraron que no han dejado de ser buenos músicos y que tienen la capacidad de jugar con su talento.

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Después del 2 años de ausencia y celebrando una década, el festival de los festivales volvió en gloria y majestad y esperamos que no vuelva a desaparecer. Aunque si pasa de nuevo, contamos con que siempre regresará para que lo volvamos a vivir.