Por Guillermo Ziem.

Max e Igor Cavalera son los ex miembros fundadores de la banda brasilera Sepultura, formada en 1984 junto a Andreas Kisser en la guitarra y Paulo Pinto Jr. en el bajo, trabajaron duramente para hacerse un espacio en la escena musical carioca y que luego se desparramó hacia el resto del mundo.

Sepultura trascendió al thrash metal con sus placas más brutales, Bestial Devastation y Morbid Visions, de 1985 y 1986, luego darían paso a Schizophrenia y Beneath The Remains, entre 1987 y 1990, para alcanzar la gloria mundial del rock thrash con sus álbumes Arise y Chaos A.D. de 1990 y 1992.

Sin embargo, no todo estaba dicho con Sepultura y su creatividad, hacia 1995 la banda ya estaba en condiciones de crear su próxima producción, que ya era esperada a nivel mundial, pero los hermanos Cavalera traían una carta bajo la manga, la veta creativa para este álbum nació literalmente de las raíces de los aborígenes del amazonas, de sus vivencias con el mundo moderno, del como la brutalidad del rock puede plasmar el sentimiento de los pueblos más resistentes del Amazona, y que, en voz de Max Cavalera, transmiten sus creencias y esperanzas en las alas del rock.

La historia cuenta que los miembros de Sepultura se internaron en la selva guiados por expedicionarios conocedores de estos pueblos, precisamente en la reserva de indígenas Xavantes, en el Matto Grosso, acompañados de algunos instrumentos musicales y tecnología de grabación portátil para guardar registro de lo que decidieron compartir en la placa que estaban creando, allí, en la selva, la banda realizó viajes chamánicos, vivió necesidades del mundo que conocían por abstinencia, en un mundo en el que lo básico es todo, y llena todo el espacio.

De ese proceso nació la sabia y materia prima, que permitió que Sepultura creara el que es quizás su álbum más vendido de su carrera, con casi dos millones de copias a la fecha, el disco Roots, transformó el giro del thrash que había esculpido la dureza de la banda y cambió su visión del mundo del rock, provocando el parto definitivo hacia la fusión del agro metal, de la mano en parte de la composición del disco, la banda contó con la colaboración de Carlinhos Brown, DJ Lethal de Limp Biskit, Mike Patton de Faith No More y Jonathan Davis de Korn.

Si bien, es cierto que Roots además de ser un álbum de Sepultura que detonó el nacimiento definitivo de Agro Metal, también fue la gota que rebalsó el vaso creativo de Max Cavalera, siendo su último disco en Sepultura como vocalista y principal compositor de la banda, quien miró con reticencia que el resto de la banda cambiaba su rumbo de vuelta al thrash metal, en vez de fusionarlo con el nuevo estilo, generando que a fines de 1997, y por múltiples diferencias que ya no eran exclusivamente musicales, provocaron que Max Cavalera decidiera dejar voluntariamente Sepultura, en este proceso comienza a tomar forma Soulfy, más cercano a lo creado en Roots, al parecer fue el estilo que más acomodo a Max Cavalera en los últimos 18 años.

En el proceso Sepultura ha reformado la banda en varias ocasiones, manteniendo en la actualidad solo como miembros originales a Andreas Kisser y Paulo Pinto Jr., sin desmerecer a Sepultura, y su contribución al rock de Sudamérica, hecho en inglés con raíces propias, la banda sigue girando, y por su parte los hermanos Cavalera nos traen a recordar Roots, el disco que es quizás piedra angular del rock y formal nacimiento de un nuevo estilo.

Con 15 temas, Roots, que fue considerado en 2001 como uno de los discos más duros del Metal, es traído a nuestro país por los hermanos Cavalera, quienes acompañados por el guitarrista Marc Rizzo y el bajista Johny Chow, presentan en vivo el álbum de manera íntegra repasando el material más trascendental de la banda.

Igor y Max Cavalera, Roots, se presentan este domingo 18 de Diciembre en Teatro Caupolicán, conmemorando 20 años del que es quizás el disco más influyente de los últimos años en el mundo del rock.