Nathy Peluso en Teatro Caupolicán: Noche de euforia en la capital
5 de mayo 2022.

Por Amaranta Cartes.
Fotografías por Francisco Aguilar A.

En unas pocas horas se agotaron las entradas para ver a Nathy Peluso en el Teatro Caupolicán. Lo mismo ocurrió con la segunda fecha programada en Santiago para el 20 de noviembre de 2022, esta vez en el Movistar Arena. La cantante argentina desata la locura entre sus fanáticos y fanáticas y anoche entendimos, de primera mano, por qué.

El fenómeno Nathy Peluso es objetivamente colosal. La compositora, radicada en España desde 2004, se encuentra en el mejor momento de su carrera, de gira con su último disco, Calambre (2020), ganador del Grammy Latino como mejor álbum de música alternativa, sumando otras 5 nominaciones, además de diversos premios internacionales. Este año estuvo nominada a los Premios Grammy por primera vez, demostrando que sus composiciones están alcanzando orejas de latitudes lejanas que reconocen que Peluso trae una receta original y sabrosa que seguirá cocinando en todas las paradas de su gira mundial. Pero más allá de lo objetivo, lo que esta mujerona de 27 años hace cuando sube al escenario es enamorar sin remedio ni piedad a quien la tiene enfrente. Más allá de su capacidad vocal y de su coreográfico desplante, hay algo intangible que provoca el grito que sale de miles de bocas y que ensordece por su volumen en un espacio como el Caupolicán que no alcanza a canalizarlo.

El inicio de la noche estuvo a cargo de Mariana Montenegro, ex integrante de la banda Dënver, quien también es compositora, cantante, tecladista, DJ y productora. Ella tuvo la misión de comenzar la fiesta y lo logró. En compañía de bailarines y teclados, encendió al público rápidamente con canciones como “Reprimiendo”, “Música” y “Suave” (el “reggaetón kawaii”), todas canciones de su primer disco solista, La mar. Ya con la energía arriba, la partida de Mariana derivó en gritos del público llamando a Nathy mientras, en el escenario, técnicos corrían montando los últimos detalles para su llegada. Una tarima de considerable altura se situaba en la parte central del escenario, justo debajo de la pantalla gigante que ocupaba toda la parte trasera. Pequeñas tarimas ubicarían a los músicos alrededor de un pedestal de micrófono blanco donde sonaría la voz de la cantante. La expectativa era demasiada.

Natalia salió de detrás de una cortina que marcaba su silueta iluminada desde atrás, antecedida por la música introductoria de tensión cinematográfica. Por supuesto, lo primero en sonar fue la obertura del disco que lleva por delante la gira, la canción “CELEBRÉ”, en una versión más oscura que combinaba con el outfit de su compositora, negro y ceñido, como sacado del vestuario de Matrix. En menos de un minuto, Nathy ya tenía a todo el teatro saltando. “¿A quién le gusta el hip hop?”, preguntó antes de soltar el sonido campeón de “SANA SANA”, tercer single que dió a conocer el disco. Y siguió con el segundo, “BUENOS AIRES”, canción que marcó la cuarentena de muchos y muchas durante 2020, dando como resultado cerca de 24 millones de reproducciones en YouTube y más de 40 millones en Spotify. Es por ello que la voz eufórica del público cantando “Me empieza a molestar que haga frío en la ciudad…” se escuchaba más fuerte que la de su intérprete.

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Como los cantantes más antiguos y grandes, Nathy Peluso entrega un delivery descomunal de presencia escénica. Como Luis Miguel, cada movimiento en el escenario es calculado, cada transición es una pose perfecta, pero como Celia Cruz, el desplante es auténtico, poco empaquetado y alegre. Así se dió inicio a la sección más sabrosona del show, con ritmos latinos como la salsa de “PURO VENENO”, trasladada en parte al sonido más funky de “SUGGA”. El R&B de “LLAMAME” se convierte en bachata cuando Nathy sube a la tarima para interpretar “Ateo”, sencillo de 2021 lanzado en colaboración con C-Tangana, y de vuelta a la salsa con “MAFIOSA”, canción que marcó, con el frenesí del público, el final de la división bailable del show.

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Una pausa, “ARRORRÓ”, canción de Calambre que permite bajar la locura por un momento, permitió que el público pudiera recuperar el aliento, para dar paso a una realidad nueva, pasando de un concierto de música latina a uno de rap en minutos. Por un momento sonaron algunas canciones clásicas del hip hop mundial, que claramente estaban anunciando la sesión Vol. 36 de Bzrp Music Sessions, la de la «Nasty Girl», la sensación de TikTok, la sesión de grabación con Bizarrap más escuchada de todas. Vimos salir a Nathy nuevamente desde la cortina, esta vez con una cámara en el micrófono apuntando a su cara que, proyectada en la pantalla gigante, daba la sensación de inmersión en la canción, en la furia y la pachorra de esta “perra sorprendente, curvilínea y elocuente”. Desde entonces no paró de subir la energía. Pasó por “DELITO” y “BUSINESS WOMAN”, cantadas completas por la gente que llevó el beat con los brazos arriba. Y como si se hubiera movido poco, al final de la canción, Nathy sacó una cuerda y se puso a saltar hasta que los músicos pararon de tocar. Le trajeron una toalla y una silla, para descansar, pero también para empezar la performance de “EMERGENCIA”, uno de sus últimos sencillos, inspirado en el juego de Play Station Horizon Forbidden West y que fue el momento cúlmine del concierto en que la gente saltó hasta casi botar el Caupolicán.

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Para un final espectacular, dos paneles de luces fueron colocados detrás de la cantante en el centro del escenario, generando la sensación de estar en un lugar más pequeño y, por cierto, intimidante, desde el que la jefa cantó “Corashe” para cerrar con furia feminista. La vuelta vino con el cover de Camilo Sesto, “Vivir así es morir de amor” y la despedida fue larga. Agradeció a su banda y recibió por última vez los aplausos (y gritos, más que nada gritos) del público que espera con más ganas aún su regreso en noviembre.

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Nathy Peluso encandila, ataca, persuade, interpela y emociona con su energía desbordante. No se podría soportar la desproporción de su show y su persona en una instancia más pequeña. Natalia nació para estar frente a miles de personas. Su despilfarro de talento solo puede ser recibido por una masa, y aún así sigue sin caber en cada cuerpo que lo da todo saltando, gritando y cantando. Por eso se nos hizo chico el Caupolicán, que casi se derrumba con la euforia del público y de la artista, cantante, compositora, bailarina, dueña, presidenta y reina – fantastic, no plastic – del lugar.

Setlist:
CELEBRÉ
SANA SANA
BUENOS AIRES
PURO VENENO
SUGGA
LLAMAME
Ateo
MAFIOSA
ARRORRÓ
Nasty Girl (Bzrp Music Sessions, Vol. 36)
AGARRATE
DELITO
BUSINESS WOMAN
EMERGENCIA
Corashe
Vivir así es morir de amor

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