Por Rocío Belen.

Nile vuelve a Chile para presentarse por cuarta vez en nuestro país, tras 5 años sin pisar tierras latinas, concretando finalmente este 2023 una explosiva aparición en el continente, abarcando países como México, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, Ecuador, Colombia, Brasil, Perú, Argentina y por supuesto, Chile. Su último paso por nuestro país tuvo lugar en el Teatro Caupolicán un 24 de Agosto de 2017 donde compartieron escenario con los californianos TestamenT.

El tour comenzó el 9 de Junio en México y concluirá en Honduras el domingo 25 de Junio, abarcando gran parte del cono sur occidental de nuestro planeta. Con un extenso repertorio, los representantes del Technical Death Metal entregarán una poderosa y temeraria presentación en cada uno de los países a visitar.

Nile es una banda norteamericana de Death Metal fundada en 1993 en Greenville, California. Adoptan temáticas que abarcan la mitología egipcia, el misticismo, la historia antigua, las religiones pre-cristianas y una contundente masa de arte y cultura oscura que influencia tanto su música como sus líricas. También se les relaciona fuertemente con H.P. Lovecraft en artes visuales, pero principalmente la mayor característica que infunda su creación es el uso de la escala egipcia, también conocida como escala pentatónica de suspensión o segundo modo de escala pentatónica mayor, con juegos diatónicos y de ¾ de tono, para lograr esa tensión disonante que nos transporta a los más remotos tiempos faraónicos.

La agrupación, conformada por el líder y fundador Karl Sanders en voces y guitarras, además cuenta con la participación oficial de George Kollias en batería y Scott Eames en guitarra y voces. También podemos ver la presencia de Brian Kingsland en guitarras y Julian Guillen en bajo, como músicos de sesión en vivo. A lo largo de su historia, han lanzado nada más y nada menos que nueve álbumes de estudio y han girado en reiteradas ocasiones a lo largo y ancho del globo terráqueo.

Su primer LP Amongst the Catacombs of Nephren-Ka lanzado en Abril de 1998 fue el puntapié que les permitió firmar con el sello Relapse Records, contando la historia del faraón Nephren-Ka quien fue maldecido por los dioses, plasmando la leyenda a través de una construcción técnica y melódica que implementó una nueva lluvia de ideas dentro del género, otorgando a Nile su primer gran paso hacia el éxito internacional.

El segundo álbum, Black Seeds of Vengeance lanzado en Septiembre del 2000 es una epítome asombrosa, pues cada canción es un ejercicio de brutalidad magistralmente elaborada, con nulos momentos débiles y una impecable producción musical, convirtiendo esta pieza en un imprescindible para cualquier aficionado al death metal.

El tercer disco de Nile, In Their Darkness Shrines, lanzado en Agosto del 2002, es fácilmente una de las mejores piezas de la agrupación por decisión general de la fanaticada, abarcando desde momentos apoteósicamente explosivos, hasta abultados valles sonoros que acaparan la atmósfera en cuerpo y alma, con niveles de precisión inhumanos y una técnica vocal que eriza los pelos. Definitivamente un triunfo campal para la nueva ola del Death Metal que lucha con uña y dientes por mantenerse vigente a la fecha.

Para el disco Annihilation of the Wicked ya podemos escuchar a un Nile mucho más asentado y firmes en su esencia, con una identidad totalmente identificable a leguas de distancia, manteniendo siempre la alta factura musical, con niveles de precisión casi inalcanzables y una brutalidad arrasadora llena de growls, blast-beats, riffs infernales y arriesgadas composiciones que bordean la incomprensión humana, repitiendo patrones que podremos escuchar en discos como Ithyphallic de 2007 y Those Whom the Gods Detest de 2009, donde la capacidad compositiva sólo se sobreexplota incansablemente placa tras placa, de manera creciente y exponencial.

En At the Gate of Sethu de 2012 volvemos a una atmósfera totalmente egipcia y con creces abrasadora en ambientación, catalogado también como uno de los más brutales y conceptuales de Nile hasta el momento, teniendo una de las instrumentalizaciones más ambiciosas que posee la agrupación, ejecutado de principio a fin de forma metódica y matemática, con oscilaciones agresivas entre lo brutal y lo sereno, sin escatimar en calidad sonora y post-producción musical, aprovechando los máximos recursos que la tecnología entrega.

Uno de los más esperados fue What Should not be Unearthed de 2015, teniendo una excelente recepción de los fans y de la crítica tanto por su maestría musical como por el avasallador trabajo en el arte general del disco, llevando el concepto a un escenario mucho más integral en cuanto a propuesta artística, siendo tan brutales como siempre, pero con un gran valor agregado a nivel gráfico.

Su último disco Vile Nilotic Rites, estrenada como la más reciente placa, fue lanzada en 2019 y no sólo trajo grandes sorpresas, si no que además es la primera pieza lanzada desde los cuarteles de Nuclear Blast Records. Con altas expectativas y sin piedad alguna, esta pieza es una patada en la cabeza de principio a fin, construyendo este logro sobre vestigios de más de dos décadas de historia, con una que otra extraña joya que muestra la capacidad de estos gigantes de mantenerse visibles entre las sombras de un género oscuro y exigente, mostrando nuevas reliquias que seguramente serán parte de la discografía futura de Nile. Con un disco salvaje y exoticamente pegajoso, definitivamente es una obra que requiere completa atención en todo su esplendor, destacando una impresionante madurez musical.

Como parte de una placentera experiencia, los norteamericanos traen en esta gira la segunda patita del Vile Nilotic Rites, que contó con más de 25 fechas en el viejo continente y que ahora se presentará con bombos y platillos en nuestro lado del planeta, trayendo el ritual nilótico hasta nuestras tierras como una obra digna de sacrificios y satisfacción sonora, una hecatombe para los hedonistas del metal luminoso, y un halo de deleite para los adoradores del arte oscuro, el misticismo y las tinieblas faraónicas, que tendrá además un extenso pasadizo que nos llevará por el cuarto de siglo de vida que poseen los exponentes.

La cita tendrá hogar en la clásica Discoteque Blondie el próximo viernes 16 de Junio, donde se invocarán a las más de 500 almas que volverán a la vida, en un explosivo encuentro de poder y bestialidad, comandado por uno de los más poderosos exponentes del Death Metal vigentes hasta la fecha.

A la fecha, además, se suman las bandas Primitivo y Traumatic Noise, quienes eran los encargados originalmente de abrir el show de Dying Fetus (que fue cancelado a pocos días del evento), donde la productora Atenea destacablemente mantuvo la participación de las bandas, otorgando un espacio en la apertura general de Nile, junto a los nacionales Cerberus, quienes cuentan con una extensa y sólida trayectoria musical, transformando la jornada en un avasallador festival.

Nile vuelve a Chile para desatar la inmersiva experiencia del antiguo Egipto en un extraordinario viaje al río de la vida y la prosperidad. Venta de entradas a través del sistema Eventrid.

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