Onda Vaga en el Teatro Cariola: fiesta y letras de amor
11 de noviembre 2016.

Por Juan Pablo Droguett.
Fotografías por Álvaro Gauna.

Escuchar a Onda Vaga es sinónimo de fiesta, baile y esa extraña sensación de querer estar acompañado, desear tener alguien con quien compartir la música de la agrupación trasandina, quienes trajeron un show repasando todos sus éxitos ayer en el teatro Cariola.

La agrupación uruguayo-Argentina formada el 2007, ha logrado contraer un estilo propio mediante la coloración de sonidos fácilmente reconocibles en este rincón del planeta. Pese a que el inicio del concierto se programó para las 21 horas, ciertos inconvenientes técnicos retrasaron el inicio del espectáculo, poniendo a prueba la paciencia de los asistentes, quienes ya después de veinte minutos de retraso habían ya perdido la fuerza para seguir silbando exigiendo que de una buena vez comenzara el carnaval. “Parque” fue el primer saludo de alegría con el que se comenzó el show. Fue ahí donde el público despertó a grandes pasos y fuertes aplausos.

Siguiendo así la aclamada fiesta, Onda Vaga nos demostró lo que ha sido su trabajo presentando lo mejor de sus tres discos, “Fuerte y Caliente” (2008), “Espiritu Salvaje” (2010) y “Magma Elemental” (2013) transformó la noche en un cancionero interminable para los más fanáticos que cantaban a todo pulmón.

La banda que ya ha sabido de logros, como fue poder compartir escenario con Manu Chao, conoce el público que le sigue, preparando un show pensado en el deleite de los fans chilenos. Bailando sin polera se paseaba por el escenario el gran Marcelo Blanco, trompetista y múltiple-instrumentista de la agrupación, provocando instantáneamente la locura entre las y los asistentes quienes no dudaron en dedicarle un silbido mientras seguía la fiesta al ritmo de la rumba de “Te Quiero” y los gritos se convertían en parte del panorama dentro del Cariola.

La tan particular manera de cantar de casi todos los integrantes de Onda Vaga, porque, casi todos cantan durante gran parte del show, demanda ciertos requerimientos técnicos que no se dieron ayer en el Cariola. Sin embargo, la complicidad que existe entre Onda Vaga y su público sobrepasa cualquier falla que pudo haber existido anoche, celebrando el encuentro que anoche los reunía finalmente. Esa es justamente la sensación que transmiten los transandinos y el público que los sigue, es como si fueran viejos amigos reencontrándose después de un largo tiempo repasando aquellas historias que ya forman parte de una identidad compartida, una vida juntos.

En definitiva, cuando por primera vez escuché Onda Vaga, sentí que sería una más de las bandas que le gustaban a mis amigas y a mí no, incluso de manera casi sistemática me negaba a escucharla pensando que no sería parte de mi biblioteca musical. No obstante, debo reconocer que luego de presenciar el espectáculo que se genera entre los fans y la banda en si, esa festividad compartida entre ambas partes, entiendo como sienten aquellos que esperaron por largos meses la presentación de esta banda en suelo nacional.

>>> REVISA NUESTRA RESEÑA FOTOGRÁFICA PINCHANDO EN ESTE TEXTO <<<