24 de junio 2025.
Por Ricardo Olivero.
Fotografías por Javier Martínez.
La fría noche de ayer martes, en el Teatro Cariola, fue el escenario para que nuevamente los norteamericanos Possessed visitaran nuestro país, trayendo como plato fuerte del show la revisión de su disco Seven Churches que cumple 40 años y está catalogado como el trabajo que marcó un punto de inflexión en la escena metalera de los 80 y dio vida al death metal, subgénero más radical que sus antecesores y que marcó nuevos límites en brutalidad para la ejecución del metal underground de aquel entonces.
Possessed y Death, del difunto e icónico Chuck Schuldiner, son las bandas que se disputaron el cetro de creadores del género, por la radicalidad de lo que significó el debut de Death con Scream Bloody Gore, aunque Seven Churches fue lanzado un par de años antes, sin embargo, como ya han declarado los mismos músicos participantes de aquellos álbumes, ambas placas son la piedra angular de lo que a posterior se conoció como Death Metal, prendiendo una llama que no ha sido extinta hasta ahora.
Pero vamos al show que fue iniciado por Kolossal Remains, joven banda prometedora que demostró su habilidad técnica y su pasión por el género. Su set fue una mezcla de riffs brutales y voces guturales que dejaron al público muy atento a su presentación y apoyando con entusiasmo la entrega. Es inevitable mencionar que estamos hablando de una banda cuyos integrantes tienen entre 16 y 18 años de edad, por lo tanto, sabemos que los nervios o la primera experiencia de esta magnitud puede jugar alguna mala pasada, no obstante, la banda demostró actitud y un auspicioso camino por recorrer. Su sonido ya nos había evocado los primeros años de los clásicos Morbid Angel y no nos equivocamos porque terminaron su set de temas propios con el cover «Rapture» de los mencionados, desatando grandes aplausos para una excelente presentación de la banda que tiene que seguir trabajando, pero que sorteó con éxito su debut en las grandes ligas.
A continuación, subió al escenario Execrator, una banda veterana del death metal chileno que ha estado activa durante décadas. Su presentación fue una muestra de su experiencia y habilidad para crear un ambiente oscuro y agresivo. Sus canciones fueron una mezcla de death metal clásico y elementos más modernos que mantuvieron al público en movimiento. El carismático Álvaro Lillo, que ha tomado un receso de su militancia con los suecos de Watain, se ha abocado nuevamente a su banda fundacional, entregándonos clásicos como «Black Goat» y «Death of God», para terminar con el clásico de 1996 «Silent Murder», cerrando una brutal presentación con quizás el mejor sonido de la noche, de una banda con oficio en la escena nacional, de esas de antaño que da gusto que sigan existiendo y mostrando su poderío después de décadas de carrera.
Finalmente, Possessed cerró la noche con una presentación épica que celebró, como ya hemos mencionado, los 40 años de su icónico álbum Seven Churches. La banda tocó canciones clásicas como «The Exorcist» y «Pentagram», que fueron recibidas con locura por el público. La voz de Jeff Becerra, su carismático líder, que ha superado las dos balas que en un asalto en 1989 lo dejaron en silla de ruedas, además de múltiples adicciones de alcohol y drogas, sonó tan poderosa como siempre y la banda demostró por qué es una de las figuras más influyentes del death metal y su incansable lucha por mantener a la agrupación vigente y con entrega en el escenario. Jeff demostró una conexión total con el público nacional que fue coronada subiendo al escenario con una polera de los titanes del death metal local, Atomic Aggressor.
El despliegue de la banda en el escenario fue total, destacando su guitarra, Claudeous Creamer, que viene de los también clásicos Sadus, mostrando una gran energía, agitando los cuellos con vehemencia y azotándonos con temas como «Satan’s curse», «Fallen Angel» o el himno «Death Metal» que prendió las primeras bengalas en el Cariola, dado que fue el tema con el cual izaron una bandera dentro del mundo del trash, de donde provenían, para decir “acá estamos, construyendo el siguiente nivel de brutalidad dentro del metal”.
El concierto finalizó con «Graven», «Seance» y «Swing of the axe» dando espacio también para sus otros trabajos musicales como Beyond the Gates, The eyes of the Horror o el más reciente de 2019 Revelations of Oblivion, dando un recorrido total por su discografía y dejando más que conformes a los fanáticos del death metal en nuestro país que, sabemos, se cuentan por miles.
Pese a la existencia de algunos problemas de sonido que se pudieron sortear, la banda demostró ser un elemento de culto que los fans saben apreciar como tal, que en tiempos de renuncias o giros musicales se mantiene fiel a su esencia sin mayores pretensiones, pero con la claridad de formar parte de aquellas bandas en el mundo que cambiaron el curso de las cosas y, sin saberlo, generaron toda una nueva corriente. El metal de la muerte sigue vivo.
Setlist:
Intro – Eyes of Horror
Tribulation
Demon
Intro – The Exorcist
Intro – Pentagram
Burning in Hell
Evil Warriors
Seven Churches
Satan’s Curse
Holy Hell
Twisted Minds
Fallen Angel
Death Metal
Intro – Graven
Seance
Swing of the Axe
>>> REVISA NUESTRA RESEÑA FOTOGRÁFICA PINCHANDO EN ESTE TEXTO <<<