3 de mayo 2025.
Por Pablo Álvarez P.
Fotografías por Matías Schwartz.
El legado de Gustavo Cerati y Soda Stereo es innegable y su conexión con Chile indeleble. Prueba de ello son las numerosas bandas tributo a lo largo del país, siendo Prófugos probablemente la más destacada con 16 años de carrera. Una trayectoria que los ha visto en todo tipo de escenarios, desde bares hasta el Movistar Arena. Un recorrido que les da una espalda y trayectoria suficientes como para tomar el desafío de realizar un show sinfónico con nada menos que 40 músicos sobre el escenario.
A las 19:10 horas comenzó el espectáculo con un medley instrumental de alto nivel, donde la Geek Orchestra repasó en poco más de 10 minutos distintos clásicos tanto de la banda argentina, como de la carrera solista de Cerati. Bajo la dirección de José Aranda, los instrumentistas se lucieron con hermosos arreglos de violines y arpa en “Signos” y “El Rito”, mientras las flautas traversas e instrumentos de viento tomaron el protagonismo en “Puente”, dejando para el cierre una poderosa versión de “Un Millón de Años Luz” con algún guiño final a “Juegos de Seducción”, que dejó al público listo para el ingreso de la banda.
Todos de riguroso negro -salvo la chaqueta gris del tecladista y la camisa roja del vocalista- entraban en escena los integrantes de Prófugos. En formato acústico y tal como en la edición 2007 del MTV Unplugged, el conjunto comenzó con “Un Misil en mi Placard”, con la orquesta que se sumó en el coro, para seguir con “Entre Canívales”. Una entretenida versión orquestada, con un poco más de swing que la original, donde el bajo de Hernán Fuller estuvo bien presente y el solo final del tecladista Mauricio Quezada destacó.
Luego pasaría “Zoom”, que mantuvo el mismo loop de fondo de la original pero sumando un interesante juego de cuerdas, seguida de “Cuando Pase el Temblor”, donde quizás se pudo haber aprovechado más a la orquesta y reemplazar en vivo -con otros instrumentos- a las zampoñas de la canción original. Algo que claramente no amilanó al público que coreó en masa este clásico de Soda. En la emotiva “Té para Tres”, la orquesta le aporto aún más profundidad a la canción con un delicado y potente arreglo de cuerdas, mientras el público cantaba con sentimiento. Para “En la Ciudad de la Furia”, el match orquesta-banda sonó perfectamente orgánico, como si la canción siempre hubiese sido así. Aunque destacaron por sobre todo los solos de guitarra de Patricio Ramírez.
La Geek Orchestra se tomó el protagonismo en “Ella Usó mi Cabeza como un Revólver”, dejando en claro que son 40 músicos en escena. Mientras que en “Juegos de Seducción”, la performance vocal de Felipe Reyes se llevó los aplausos. El vocalista además se mostró distendido durante toda la noche, como cuando bromeó con su supuesta alza de peso y una fan le gritó «¡rico!», a lo que rápidamente contestó con un «gracias, tía», generando las risas del Teatro Coliseo. Así llegaba uno de los puntos más altos de la noche con “El Rito”, con un arreglo orquestal hermoso, visuales envolventes que destacaron y un final con las cuerdas por todo lo alto. Interpretación que fue valorada con un estruendoso aplauso por parte del público.
El momento del karaoke fue gracias a una dupla infalible: “Trátame Suavemente”, que mostró a la banda afiatadísima y unos bronces melódicos que acompañaron magistralmente, seguida de “Persiana Americana”, donde el público cantó de principio a fin. Ya era hora de repasar a Cerati solista, y una elegante versión de “Crimen” (Ahí Vamos, 2006) fue la encargada de abrir esa senda, con unos arreglos de cuerdas muy propios del rock inglés: finos pero no por eso complicados, mientras Reyes sonaba más a Gustavo que nunca. Bonito final además con la gente acompañando a la orquesta para cantar el último «otro crimen quedará sin resolver».
Como era de esperar “Prófugos” fue un coro constante, donde destacó la batería firme de Rodrigo Kanamori, mientras que la orquesta se lució en “Puente”, acompañada de bonitas visuales recordando el disco Bocanada (1999). Aquí llegó un regalo para los fans más acérrimos del líder de Soda Stereo, con una preciosa versión orquestada de “Cactus” (Fuerza Natural, 2009), donde el sonido de las percusiones, el arpa y los violines le dieron otra impulso a la canción, pero sin hacerla perder su raíz folclórica. Sin duda lo más delicado de la noche.
Ya hacía el final, “Un Millón de Años Luz” mostró a la banda y a los músicos de José Aranda en perfecto balance, mientras que el final con “De Música Ligera” tuvo a la banda de protagonista, para dar un cierre más arriba, en modo rockero más que sinfónico. Poco más de 1 hora 40 minutos de show, que confirmó el sitial de privilegio que se ha ganado Prófugos en el mundo de los tributos a Soda Stereo y Cerati. Mientras que The Geek Orchestra mostró que sigue ampliando su abanico musical, más allá de las bandas sonoras de películas y videojuegos. Aunque claro, sólo quienes llegaron puntuales pudieron disfrutarlo a cabalidad.
Setlist:
Medley instrumental sinfónico (Signos, El Rito, Crimen, Puente, Un Millón de Años Luz)
Un Misil en mi Placard
Entre Canívales
Zoom
Cuando Pase el Temblor
Té para Tres
En la Ciudad de la Furia
Ella Usó mi Cabeza como un Revolver
Juegos de Seducción
El Rito
Trátame Suavemente
Persiana Americana
Crimen
Prófugos
Puente
Cactus
Un Millón de Años Luz
De Música Ligera
>>> REVISA NUESTRA RESEÑA FOTOGRÁFICA PINCHANDO EN ESTE TEXTO <<<